JJOO | ATLETISMO

Kishane Thompson, el sucesor de Bolt 'fabricado' en Alcobendas que perdió el oro por una foto: "No sabía lo que había pasado"

El jamaicano, flamante plata en los 100 metros tras una carrera decidida por el foto finish, charla con Relevo sobre lo que pasó en esa línea de meta.

Kishane Thompson con su medalla de plata en la casa Nike./Relevo
Kishane Thompson con su medalla de plata en la casa Nike. Relevo
Guillermo García

Guillermo García

Cuesta sacarle una sonrisa. Mantiene la expresión seria con la que intenta intimidar a sus rivales sobre el tartán. Sin embargo, Kishane Thompson no puede ocultar durante mucho tiempo la alegría que le supone agachar la cabeza y ver colgada de su pecho la medalla de plata que le coloca como el segundo hombre más rápido del planeta. Sólo superado por un Noah Lyles que necesitó de la foto finish y que entró detrás del jamaicano en línea de meta.

"No sabía lo que había pasado", cuenta la nueva perla de la velocidad jamaicana en conversación con Relevo en la casa Nike apenas unas horas después de ser protagonista de una de las imágenes de los Juegos. Aunque en ese momento no fuese una alegría para él. "Sabía que iba a ser muy difícil. Sabía que Lyles estaba a mi izquierda muy cerca, pero no sabía quién había ganado".

Fueron momentos de confusión tanto en la pista para los protagonistas como para los espectadores que seguían uno de los grandes eventos de los Juegos a través de la televisión. ¿Cómo es entonces posible que Lyles sea medalla de oro? A diferencia de lo que ocurre en otros deportes, que también tiene líneas, como el fuera de juego en fútbol, en atletismo lo que da la victoria es el torso. Ni los brazos, ni los pies, sino que gana el primer deportista que cruza la meta con su torso (compuesto por pecho, abdomen, pelvis y espalda). De ahí, por ejemplo, que algunos se lancen en plancha en algunas carreras para adelantarse a sus rivales.

La foto finish de los 100 metros de París. Reuters
La foto finish de los 100 metros de París. Reuters

Eso fue lo que le sirvió a Lyles para arrebatarle la victoria a la nueva joya de la velocidad jamaicana. Fueron sólo cinco milésimas. Una distancia ínfima entre la victoria y la derrota, aunque el prodigio de Mitchell Town prefiero verlo como una fase más de su aprendizaje: "Tengo que ver la derrota como una victoria. Son mis primeros Juegos. Es mi primer momento así. No cambiaría nada, tengo que aprender. No tengo que esperar ganar, sino hacerlo lo mejor posible".

"Lo primero que he aprendido tras pasar por un momento así es que tengo que ser más paciente conmigo mismo", asegura el velocista en conversación con este medio. "Lo segundo es que tengo que entender que la parte final de la carrera es la más complicada y tercero, que cuando es un final tan apretado, tengo que hacerme más grande".

"Lo primero que he aprendido tras pasar por un momento así es que tengo que ser más paciente conmigo mismo"

Thompson ha aprendido de la forma más dura, pero de París no sólo se lleva la medalla de plata. También su primera experiencia en una gran competición. No será la última. "Es como un viaje. He vivido la experiencia olímpica, todo lo que conlleva y lo vivido me motiva más para intentar conseguir el oro en mi siguiente gran campeonato. Desde pequeño siempre veía los Juegos y quería ser parte de este momento. Ha sido una gran experiencia".

Thompson empezó a correr siendo muy joven en Mitchell Town, un pequeño suburbio en la parte sur de Jamaica. Una zona que el pasado martes se echó a la calle como él había hecho de pequeño para animar a su ídolo Usain Bolt. "Él estableció el estandard en el que fijarnos todos los demás", reconoce el nuevo rey del hectómetro en el país caribeño. "No he podido responder a todos, pero el cariño, el amor y el apoyo que me han mostrado son enormes. Y creo que lo habría sentido igual aunque no hubiera ganado la medalla".

El metal olímpico era el gran objetivo de este portento de apenas 23 años que detuvo el crono en unos apabullantes 9.789 en su primera gran exhibición en el hectómetro. Ese era el objetivo en el que ha trabajado durante el último año y especialmente durante el último mes. Un 'stage' final en la preparación para el que Thompson y el resto del equipo jamaicano eligió la madrileña localidad de Alcobendas. Allí, en el Polideportivo Municipal José Caballero los caribeños ultimaron su puesta a punto para unos Juegos que, de momento no están saliendo como tenían planeado.

Thompson tras pasar la línea de meta en los 100. Reuters
Thompson tras pasar la línea de meta en los 100. Reuters

Y allí, en la pequeña localidad del norte de Madrid, Thompson sólo tenía un objetivo: ir más rápido. "Puedo obtener mejores resultados, ir más rápido, pero para eso tengo que hacer bien toda la ejecución. Si no ejecuto bien, no obtendré resultados. Si no lo practico, si no lo pongo todo junto no puedo pensar en cosas como tiempos más rápidos. Todo eso es consecuencia de la ejecución. Si ejecuto bien, los tiempos, las medallas y los récords llegarán".

Thompson no sólo piensa en los 100 metros. También en los 200, aunque "está vez no he corrido tan rápido para llegar por las lesiones. Pero pronto estaré en esa distancia. Me gusta". Otro paso más en las similitudes con su ídolo Usain Bolt, aunque en esta ocasión le frenaron las lesiones. Un mal recuerdo que queda en el olvido, difuminado por una medalla que todavía no sabe cómo va a celebrar.