Compite con pasamontañas y grita por los derechos de las personas no binarias: "Intento poner al mundo en sintonía"
Raven Saunders, de regreso tras una sanción por no presentarse a controles antidopaje, presentó un peculiar look a la clasificación de lanzamiento de peso.
Raven Saunders ha logrado la clasificación para la final de lanzamiento de peso con una marca de 18.62, pero ha dejado su huella por mucho más. En primer lugar porque al ser presentada fue anunciada como una mujer. A posteriori corrigieron, ya que le atleta se considera como una persona no binaria y, como tal, así se le debe denominar. Además, llegó con otra gran sorpresa, aunque en realidad no era nueva: portó una máscara negra, una especie de pasamontañas, y unas gafas de sol, en un peculiar look muy comentado en las redes sociales.
Le atleta ya cogió esa tradición cuando todos los deportistas se vieron obligados a llevar mascarilla por la pandemia. Desde entonces, ha decidido que siempre le acompañe como parte de su actuación. No iba a ser menos en unos Juegos Olímpicos: máscara negra que le cubrió hasta la frente y unas gafas de sol que le ayuden a completar su lanzamiento. De momento, este es suficiente para pasar a la gran final y será entonces cuando realmente ponga todas sus cartas sobre la mesa.
¿Pero por qué Raven Saunders continúa llevando mascarilla pese a que ya no es obligatoria para la disciplina?, ¿por qué esta vez eligió una negra que cubriera todo su rostro? Le lanzadore lo ha explicado tras competir: "Me siento especial al intentar poner al mundo más en sintonía. Es una manera de destacarme y quiero alentar a otras mujeres, a muchas atletas más jóvenes que están surgiendo y realmente están impulsando sus propios estilos".
Y añade: "El hecho de que seamos lanzadores de peso limita el protagonismo, pero tenemos nuestro propio estilo, podemos hacer cosas tan grandes y brillantes como cualquier velocista, cualquier saltador o quien sea. Así que también merecemos ese protagonismo". En lo cierto está, los atletas más reconocibles siempre acompañan su rendimiento deportivo con un show, un acting antes de la bocina. Los lanzadores suelen ser los menos mediáticos y elle quiere también que se reconozca su modalidad.
Por otro lado, quiere que su ejemplo sirva a las nuevas generaciones a ser más libres y vestir como consideren, sin miedo al rechazo. Del mismo modo, quiere que su voz sirva de ejemplo para difundir el respeto a las personas no binarias y también es firme defensora de los derechos LGTBI. De hecho, tras ganar la medalla de plata en Tokio, mostró a los cuatro vientos el símbolo de una X con sus brazos, en relación al espectro donde viven con discriminación las personas que no se identifican con el espectro de hombre ni el de mujer.
Un ciclo olímpico marcado por una dura sanción
El reglamento antidopaje pasó factura a Raven Saunders en este mismo ciclo olímpico. Le atleta reaparece en París tras 18 meses de sanción por saltarse tres controles antidopaje diferentes. Cabe recordar que la normativa exige a los deportistas a notificar cuál será su posición en cada momento, lo que da derecho a los vampiros a realizarles pruebas por sorpresa. En caso de que en tres situaciones diferentes no estén disponibles, se autoriza su castigo, como si se hubieran dopado.
Le medallista de plata en Tokio ha vivido un ciclo olímpico diferente, pero llega en plena forma a París y con la intención de llevarse la medalla de oro. Se cuelgue el metal que se cuelgue, desde luego, sirve de ejemplo por sus manifestaciones más allá del lanzamiento de peso.
En 2018, intentó suicidarse en un accidente de coche. Aquel suceso le llevó a estar ingresada en dos centros de salud mental. A día de hoy, está recuperade y ha decidido utilizar su ejemplo para servir a las nuevas generaciones. Este viernes, a partir de las 19:37, tratará de colgarse un metal que siempre ayuda a que su ejemplo trascienda a nivel mundial. Raven Saunders, une atleta diferente, desde un pasamontañas con gafas de sol para competir hasta gritar al mundo los derechos de las personas no binarias.