ATLETISMO

La nueva vida de Yelena Isinbayeva exiliada en Tenerife a 6.000 kilómetros de casa: "Intenta ser superdiscreta"

La plusmarquista mundial de salto con pértiga ha fijado su residencia lejos del país donde fue la gran imagen de la propaganda nacional.

Yelena Isinbayeva. /AFP
Yelena Isinbayeva. AFP
José M. Amorós

José M. Amorós

El nombre de Yelena Isinbayeva surgió, creció y triunfó unido a Rusia. La mejor saltadora de pértiga de la historia, que saltó a la fama con un oro y récord mundial en los JJOO de Pekín 2008, era una habitual de las acciones de propaganda internacional del régimen ruso, participando en actos y ruedas de prensa junto a Vladimir Putin. Encuentros, confidencias y cercanía parecía ser el sinónimo de una admiración mutua con el líder. La de Volgogrado iba de mano de las instituciones de su país, haciéndose populares sus imágenes con el uniforme militar recibiendo nombramientos de Estado al formar parte del CSKA, club del ejército.

La proximidad le llevó a adentrarse en uno de los momentos más polémicos de su carrera, cuando la atleta decidió defender la política homófoba de Putin en la previa del Mundial de atletismo de Moscú 2013, pidiendo que las parejas LGTBI no mostraran ningún tipo de cercanía en público: "Si permitimos que promuevan y hagan todo eso en la calle estaríamos muy preocupados por nuestro país, porque nos consideramos gente normal. Simplemente vivimos hombres con mujeres y mujeres con hombres". Posteriormente, dijo que quería matizar sus palabras señalando que lo que quería decir era que "la gente debería respetar las leyes de otros países, sobre todo cuando son invitados".

La confianza de las altas esferas rusas era tal que, en 2020, Isinbayeva era nombrada como miembro del consejo para reformar la constitución rusa que perpetraría a Putin en el poder. "Nunca he leído la constitución, pero ahora la he leído y me parece muy interesante", confesaba en la primera reunión retransmitida por la televisión pública ante la sonrisa del presidente. Durante la sanción al atletismo ruso, llegó a ser la elegida para ser recibida por el presidente, con quien lloró durante una rueda de prensa para suplicar el levantamiento del veto y defender la inocencia de la mayoría de los deportistas rusos.

Isinbayeva, durante un acto militar en Rusia.
Isinbayeva, durante un acto militar en Rusia.

Después de su última aparición pública vistiendo ropa del equipo ruso, en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín en febrero de 2022 y a pocos días del comienzo de la invasión rusa en Ucrania, algo cambió en y con Isinbayeva. Coincidiendo con las acciones militares, Yelena desaparece de la escena pública como tantas otras personalidades cercanas al Kremlin intentando salir del foco de las fuertes críticas y sanciones que arreciaban contra la acción bélica de su país.

La saltadora cogió un avión para salir de Rusia, borró sus fotos con Vladimir Putin de sus redes sociales que publicaba junto al hashtag #PutinTeam utilizado en periodos electorales y viajó a su nuevo destino. ¿Decidía marcharse al exilio?

Isinbayeva, recibiendo los papeles de residencia española.  FACEBOOK
Isinbayeva, recibiendo los papeles de residencia española. FACEBOOK

El 10 de marzo de 2022, menos de 20 días después del inicio de la invasión de Rusia en Ucrania, Isinbayeva logra los papeles de residencia en España gracias al trabajo del abogado especialista en inmigración Gonzalo Vellojín Barrios. La imagen, colgada en el perfil de Facebook del letrado de origen colombiano, parecía confirmar que la leyenda del atletismo ruso había decidido abandonar su país. Lo más llamativo de la foto es que ambos posan en una foto con una bandera de Ucrania justo detrás de la exatleta en pleno estallido de la guerra junto a la rusa. Solo la acción de colocarse junto a una bandera ucraniana está penado ahora en su antiguo país, por lo que parecía una ruptura con su pasado y un aviso a navegantes. La rápida adquisición de papeles españoles cabreó a los disidentes del Estado Ruso que denunciaban que España proporcionaba acogida a una 'amiga' de Putin.

A pesar de este movimiento en unos meses convulsos, el Comité Olímpico Internacional decidía apartarla de los miembros de la Asamblea por sus títulos militares otorgados por Putin y por no haberse pronunciado en contra de la guerra. Ni siquiera en una noticia de este alcance, Isinbayeva expresó su posición públicamente y más bien parecía habérsela tragado la tierra.

Desde su aterrizaje en España pasan varios meses sin ninguna comunicación de la atleta, que empieza a despertar recelo entre los altos cargos rusos. ¿Se ha marchado a buscar un refugio mediático o ha decidido "traicionar a la patria"? No hay publicación alguna en sus redes sociales, también la actividad de su fundación parece suspendida en la difusión de sus labores. Era un misterio cuál era el motivo por el que Isinbayeva decidía abandonar un régimen donde era una de las grandes imágenes de propaganda nacional.

La respuesta parecía llegar, ante la sorpresa global, el pasado 17 de julio cuando publicó un comunicado en su cuenta de Instagram donde decide distanciarse de manera tajante de todo su pasado. "Soy ciudadana del mundo, siempre lo he sido y lo seguiré siendo [...]. Ni estoy, ni nunca he estado en las Fuerzas Armadas de Rusia. Nunca he sido diputada del Parlamento Ruso, ni miembro de ningún partido político", escribía en unas líneas escritas en castellano que parecían un mensaje para ser aceptada en su nuevo país y queriendo dejar atrás "fotos de hace 10 años que no tienen relación con la realidad actual".

Una frase de ese mismo mensaje hizo todavía más daño en Rusia: "Soy una persona de paz. Siempre lo fui y siempre lo seré". El renuncio a formar parte de la defensa de las acciones de Putin y buscar borrar toda relación con sus orígenes cabrea a los mandatarios rusos, que se sienten traicionados por quien fue su ídolo. Parece confirmado que la atleta ha decidido marcharse para no volver. El gobierno decide retirar su nombre a un estadio situado en la región de Daguestán: "En honor a Isinbáyeva que nombren algún pabellón en España", lanzaba Serguéi Mélikov, cargo político de la zona.

Su nueva vida en Tenerife

Relevo ha seguido el rastro de Isinbayeva en la isla, hablando con algunas personas que comparten el día a día con la que un día fue una de las atletas más reconocidas del mundo y hoy busca el anonimato. Recientemente, se ha apuntado a uno de los gimnasios más modernos del sur de la isla de Tenerife, en Adeje, con una superficie de más de 1.000 metros cuadrados que se han convertido en una segunda casa y el lugar donde pasa una buena parte de cada jornada. Allí, acude cada día como si siguiera siendo la deportista de élite que enamoró al mundo del atletismo y así lo transmiten a Relevo los trabajadores y compañeros del propio gimnasio: "Es una chica superdisciplinada, muy puntual en sus entrenamientos y nunca falla a sus clases".

A pesar de ser una de las mejores deportistas de la historia con dos oros olímpicos y tres mundiales al aire libre, intenta pasar desapercibida en su nueva vida lejos de Rusia. "Intenta ser superdiscreta y por eso no se relaciona con mucha gente", nos relata una de las personas que ha compartido sala de entrenamiento con ella, mientras señala que su rutina se repite día tras día: "Simplemente, viene, entrena y se va". ¿Qué entrena? Parece que se sigue cuidando su físico bastante: "Tenemos tres zonas diferentes de entrenamiento: musculación, funcional y boxeo. La he visto entrenar en las tres zonas".

"Es una persona muy sencilla y muy amable con los demás"

Compañera de gimnasio de Isinbayeva

Por mucho que intente pasar desapercibida, Isinbayeva siempre será Isinbayeva y muchas de las personas con las que se cruza en su día a día, la reconocen y, como alguien que lleva más de 20 años como deportista de élite, sabe guardar la calma y mostrarse cercana. "Es una persona muy sencilla, muy amable con los demás, muy respetuosa y tranquila", nos desvela otra compañera de gimnasio, que indica que "siempre ha sido amable cuando alguien le ha pedido hacerse una foto con ella".

Un lugar también frecuentado por Isinbayeva es el club de tenis cercano a una de sus casas donde lleva a practicar a sus dos hijos pequeños. Es habitual ver a la exatleta y a su marido, el exlanzador de jabalina Nikita Petinov, recogiendo a sus pequeños tras las clases. "Es una buena madre con sus hijos y buena persona", insiste una de las asiduas con la que comparte pie de pista.

Residencias de lujo de más de 1 millón de euros

Yelena Isinbayeva lleva varios meses en Tenerife, pero parecía tener preparado un 'refugio' desde mucho antes. En octubre de 2018, según los datos del Registro de la Propiedad en suelo español publicados por el activista ruso Georgy Alburov, adquirió su primera vivienda en el sur de la isla, en el municipio de Arona, con un ático de lujo por un valor de 1 millón de euros y que tiene como titulares a la propia Yelena y a su marido sujeto a su régimen matrimonial. En ese momento y por su cercanía al régimen ruso en esos momentos, parecía ser solamente la adquisición de una residencia vacacional.

Casualidad o no, Isinbayeva y su marido compran su segunda casa en la misma isla, esta vez en la costa de Adeje, el 11 de febrero de 2022 o lo que es lo mismo, once días antes del inicio de la invasión de Rusia en Ucrania. Se trata de una casa de la urbanización de Villa Insigne con un valor de un 971.635 euros, que tiene piscina y ascensor privados. Lo hace gracias a una hipoteca a 25 años de 528.646 euros en uno de los grandes bancos españoles.

En un entorno de lujo y en un lugar donde pasa casi desapercibida, la atleta busca una vida normal lejos de la propaganda rusa, los uniformes militares y los actos con Vladimir Putin de su pasado. Además, "lejos de una venganza" como nos indican una de sus vecinas. Pero, ¿ha roto toda relación con Rusia? Solo ella, Putin y el gobierno ruso lo saben.

En todo caso, el silencio de Isinbayeva parece que le ha funcionado en el aspecto internacional, porque el COI ha cerrado la investigación sobre ella y le ha devuelto su puesto en la comisión de atletas. Aunque, siguiendo el perfil bajo e la estrategia de intentar prodigarse en público lo menos posible, ha sido una de las dos ausencias en la sesión del máxima organismo del olimpismo reunido estos días en Mumbai (India) seguramente para evitar pronunciarse o no responder a las preguntas que le esperaban. Casualmente, el otro ausente ha sido el también ruso Shamil Tarpischev.