REAL MADRID

Un profesor de Harvard visita a Ancelotti para que mejore sus charlas en los descansos: "Los jugadores están solos, bebiendo, es difícil"

Fue el italiano quien pidió la presencia del profesional: "Quiero aprender cómo hacerlo mejor".

Ancelotti presencia el entrenamiento del Real Madrid. /EFE
Ancelotti presencia el entrenamiento del Real Madrid. EFE
Equipo Relevo

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"¿Si ha habido charla? Sí, obviamente hemos hablado, analizado la situación. Pensamos que hemos encontrado la solución, pero esto es sólo la teoría. Mañana hay que actuar", declaró Carlo Ancelotti este viernes en la conferencia de prensa previa al encuentro contra Osasuna. El italiano se presentó como pocas veces se le ha visto en esta segunda etapa en el Real Madrid. Con gesto serio y un discurso tajante que reveló su preocupación y un estado anímico que empieza a estar al límite por el desempeño de una plantilla que le ha dado todo pero a la que no puede proteger más.

Ahí, en el cara a cara, es donde el entrenador se ha ganado a la mayoría de los futbolistas que ha tenido en su carrera. A los que acumulaban más ego, a los que no tenían muchos minutos, a los capitanes, tanto da. Y lo hace con diálogos sencillos, directos. Sus años como excelente jugador son una mili perfecta a la hora de desenvolverse con soltura por el alambre de los banquillos. "Antes de los partidos no hablo mucho. Normalmente hago esto cuando explico toda la estrategia, dos horas antes de la reunión. Después casi no hablo. Mis asistentes lo hacen, pero yo no. Lo expliqué todo hace dos horas y no creo que haga falta añadir más", aclaró el italiano en su extensa entrevista con France Football.

Otro asunto es cuando llega el descanso, un periodo en el que, en ocasiones, es conveniente alzar la voz, tocar alguna tecla o dar algún tirón de orejas para reconducir el partido. Preguntado por si recuerda alguna charla memorable, respondió con una noticia. Hace unas semanas, tanto él como todo su staff recibieron una suerte de conferencia de un profesor para mejorar su relato en los intermedios de los encuentros y que éste llegue mejor: "Nunca recibo comentarios de mis jugadores para saber si soy bueno o no en esto. El staff y yo tuvimos una clase con un gran profesor de la Universidad de Harvard para aprender qué decir y qué hacer durante el descanso".

Fue el propio Ancelotti quien pidió la presencia de este profesional de la oratoria. Argumentó así su iniciativa: "En el entretiempo el ambiente es completamente diferente. Antes del partido, todos los jugadores se centran en la estrategia. En el descanso están solos, beben, reciben un masaje. Es difícil darles información en estos momentos. Entonces, quiero aprender cómo hacerlo mejor. Pero, francamente, no sé si soy bueno".

"No soy obsesivo. No soy sargento. Estoy bastante tranquilo. Pero tengo reglas. El primero es el respeto. Quiero que me respeten mientras trato de respetarlos. Intento construir una buena relación con la persona. No hablo sólo de fútbol con el jugador. Y creo que es por eso que me encanta estar aquí día tras día. Hablamos de todo y de nada, familia, amigos, comida, política... Entonces, quizás sea eso... Considero al hombre antes que al jugador. Desde el punto de vista profesional puedo presionarlos, exigirles que den el 100% de sí mismos, porque tengo mucho poder. Tengo mucho poder. Pero te digo, con una relación personalizada puedes conseguir un poco más", asegura Carletto, que confía en su método para que el Madrid vuelva a sacar la cabeza tras un inicio de temporada más que preocupante.