CASO RUBIALES

Las últimas 24 horas de Jenni Hermoso para desmontar el manual de 'víctima perfecta' de la defensa de Luis Rubiales

La futbolista insistió en su declaración que una víctima no tiene que estar "llorando" para mostrar su "rabia y frustración" tras una agresión.

Jenni Hermoso, a su salida de la Audiencia Nacional tras declarar por el 'Caso Rubiales'. /EFE/ Fernando Villar
Jenni Hermoso, a su salida de la Audiencia Nacional tras declarar por el 'Caso Rubiales'. EFE/ Fernando Villar
Natalia Torrente

Natalia Torrente

Con semblante serio, muy alejado de la Jenni sonriente que caracteriza su comportamiento habitual, Jenni Hermoso acudía a la Audiencia Nacional a las 9:23 h., poco más de media hora antes de su citación como víctima de un presunto delito de agresión sexual y coacciones. Al llegar, para su sorpresa, se cruzaba con Luis Rubiales, que minutos antes entraba en la sede de San Fernando de Henares donde se celebra el juicio por el que la Teniente Fiscal pide para él dos años y medio de cárcel.

Según ha podido saber Relevo, la jugadora lleva semanas preparando con sus abogados, a pesar de la diferencia horaria con México donde reside, esta declaración. No quería dejarse ni un sólo detalle en el tintero para reiterar lo que ya le dijo a la fiscal y después al juez instructor: "No me sentí respetada". La última reunión, ya aterrizada en Madrid, fue este domingo. Terminó tarde, pero Hermoso salió más reforzada que nunca. Sabía que había estado sola en esto y quería contar que fue víctima de una agresión y que absolutamente nadie de la RFEF se preocupó por ella: "Me sentí desprotegidísima".

Hermoso rechazó cualquier imposición del manual de la '´victima perfecta'

Durante las más de dos horas y media que duró la declaración de la futbolista, Hermoso no perdió oportunidad para desmontar el manual de la 'víctima perfecta' en el que tanto insistía la defensa de Luis Rubiales: "No había motivo para estar llorando ni tirada por las esquinas del vestuario porque creo que no procedía. Por mí y por mis compañeras. Ellas no tenían nada que ver sobre lo ocurrido y llevábamos muchísimo tiempo preparándonos para ser campeonas del mundo. Lo que había pasado iba a durar horas y días, y yo al menos quise que todas pudiéramos celebrar que éramos campeonas del mundo", aseveró con contundencia.

Y fue más allá: "Me río porque es un meme, me hace gracia. Pero eso no le quita importancia a lo que yo estoy sintiendo", decía al ser preguntada por el vídeo en el autobús que distribuyeron desde la RFEF en el que aparecía entre risas al ver una imagen que comparaba el beso no consentido que le dio Luis Rubiales horas antes con el de Iker Casillas a su novia, Sara Carbonero, tras el Mundial de 2010. Aseguró, además, que ese vídeo estaba "editado, y no sale lo que no les interesa", pero aún así, enfatizó: "Cómo actúo no es reflejo de lo que yo estoy sintiendo. Me puedo reír y por dentro sentir rabia y frustración. Era algo que me estaba haciendo mucho daño y que me estaba borrando parte de la celebración".

Sobre el momento en el que recibió el beso, con una gran entereza, dijo firmemente: "No acerco los labios voluntariamente a Rubiales. No me esperaba el beso. Sentí que me estaba besando mi jefe y que no debía hacerlo", afirmó. "Fueron milésimas de segundo. Sentí que estaba fuera de contexto totalmente, sabía que me estaba besando mi jefe y esto no ocurre ni debe ocurrir en ningún ámbito laboral" dijo, colocando el foco en Luis Rubiales. Y volvió a insistir en su comportamiento posterior: "Para mí era super importante celebrar lo que habíamos conseguido. No sé cómo podía haber actuado ante lo que había pasado cuando la euforia es máxima".

"Me sentí poco respetada. Mancharon uno de los días más felices de mi vida y para mí es importante decir que en ningún momento busqué ese acto ni mucho menos me lo esperé porque mi persona creo que merece respeto". Y por si quedaba alguna duda, añadió algo que posteriormente ratificaron Ana Álvarez —directora de fútbol femenino de la RFEF— y Patricia Pérez —jefa de prensa de la Selección femenina—: "Desde el primer día le dije a mi entorno que esto no me gustó, que no estaba bien y ya se pusieron en contacto con mis abogados para tener que estar hoy aquí. Lo sigo pensando aún ahora. Tuve claro que quería seguir adelante con mi decisión", zanjó.

Una decisión temprana, para sorpresa de aquellos que la cuestionaban, y que también desencadenó temores: "Tenía miedo a las represalias como jugadora. Llevaba 15 años en la Selección. He dado mucho por defender la camiseta. Siempre he sido de las fijas, de las que ha intentado que el fútbol femenino esté donde está, que el Mundial nos dio mucho y también nos enseñó lo que no queríamos para nuestro fútbol. Sentí miedo de no poder volver y eso me preocupa. Hacer esto contra el que era mi jefe y la institución podía impedirme volver", aseguró. "No pude ser campeona del mundo y nada más. Tuve que ir haciéndome más fuerte en situaciones que no había vivido nunca".

Sobre la primera entrevista que concedió en la Cadena COPE tras lo sucedido, también fue tajante: "Seguía en la misma situación. Yo estaba en modo campeona del mundo, no me iba a bajar de ahí. Ya lo dije, que no me iba a quitar nadie la alegría de poder celebrar esto que nos estaba pasando. Le quise quitar importancia porque cualquier cosa que dijera creo que iba a quitarle foco al logro conseguido". Y para quien tenga dudas, lanzó un dardo final: "Lo verá con malos ojos quien quiera verlo. No tengo que estar llorando ni estar sentada en el último asiento. Cómo esté no quita lo que yo siento y no tengo que estar llorando en una habitación para dar a entender que eso no me gustó".

Salió contenta y se derrumbó, junto a sus abogados, al abandonar la sala

Jenni preguntó al terminar al juez si ya podía salir. Fernández-Prieto, el magistrado, le confirmó y además, con una sonrisa, le señaló la puerta por donde debía abandonar la sala de vistas. Fue entonces cuando al reunirse con su representante y sus letrados, por la tensión vivida según ha podido confirmar Relevo, se derrumbó. Entre lágrimas, la jugadora agradeció a sus letrados su trabajo y aseguró que sentía satisfacción y tranquilidad. Había contado la verdad y no había permitido que nadie le dijera cómo debía comportarse tras lo que pasó, más después de lo que había sufrido sin apoyo de nadie más que de su entorno más íntimo.

La sentencia del magistrado después de las 11 jornadas que dura el juicio podría demorarse días o semanas. En caso de conocerse en las jornadas posteriores, podría coincidir con posible la convocatoria de Jenni Hermoso con la Selección femenina, cuya lista dará Montse Tomé apenas un par de días después de declarar como testigo a petición de Luis Rubiales. España jugará los dos primeros partidos para revalidar el título de campeonas de la Nations League el 21 de Febrero ante Bélgica en Valencia y el 26 ante Inglaterra en Wembley.

Si el juez tomara la decisión después, Jenni Hermoso recibirá la sentencia en México donde disputa el torneo de clausura con el Tigres. Hasta allí viajará en los próximos días tras ausentarse del encuentro que su equipo disputará el miércoles con Cruz Azul. Para no faltar a más citas, la futbolista quiso participar del partido que este sábado su equipo jugó ante Querétaro. Justo después, tomó el vuelo para venir a España y hacer una declaración que pasará, por desgracia, a la historia de nuestro deporte.