REAL MADRID

Las similitudes de este Ancelotti con el de la 2014-15 asustan al Real Madrid

Las dudas en el equipo regresan en el mismo mes donde se torció todo en la primera etapa.

Ancelotti, esta temporada./Getty
Ancelotti, esta temporada. Getty
Sergio Santos

Sergio Santos

Las alarmas se han encendido definitivamente en Valdebebas. En realidad, los dirigentes llevan preocupados varias semanas, porque las sensaciones que llegaban procedentes del primer equipo no eran positivas incluso antes de que se produjesen los tropiezos ante Villarreal y Barcelona. Estas derrotas lo único que han hecho es confirmar la tendencia negativa.

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Uno de los mayores temores que existen ahora mismo dentro del club es que lo que está pasando esta temporada comienza a compartir demasiadas similitudes con lo ocurrido en la 2014-15, en la primera etapa de Ancelotti al frente del club. ¿Qué pasó entonces? Todo comenzó a romperse al terminar 2014, con un amistoso ante el Milan en Dubái para llenar la caja que molestó a Ancelotti y a la plantilla. Pocos días después, tras encadenar 22 victorias en partidos oficiales, llegó una derrota ante el Valencia en Mestalla (2-1). Era un 4 de enero… Esta temporada ha sucedido algo similar, con el tropiezo ante el Villarreal un 7 de enero por idéntico resultado.

En el vestuario se generó un caldo de cultivo peligroso: apenas hubo rotaciones y los partidos importantes siempre los jugaban los mismos, independientemente del rendimiento. Algo que también amenaza con explotar ahora con ejemplos como los de Rüdiger o Camavinga, en quienes Ancelotti insiste una y otra vez a pesar de su bajón de nivel. 

También dentro de la caseta se echó en falta el liderazgo de Xabi Alonso, un jugador que había sido clave en el doblete de la 2013-14 y que abandonó el Bernabéu por sorpresa en los últimos días del mercado para reforzar a un rival directo (el Bayern). Un caso que se parece demasiado a lo de Casemiro el pasado verano, un jugador que más allá de su papel en el campo también tenía una función decisiva para calmar las aguas siempre que bajaban revueltas…

Año en blanco

Esa tendencia negativa entonces comenzó con la derrota contra el Valencia y se confirmó poco después ante el Atlético, con una eliminación de Copa que en el momento no preocupó demasiado porque el Madrid seguía líder en Liga (fue campeón de invierno) y en octavos de la Champions. Con un calendario tan apretado y con dos títulos ya en la vitrina (Supercopa de Europa y Mundial de clubes) la Copa incomodaba más que motivaba, porque además el Madrid venía de conquistarla el curso anterior.

Sin embargo, esos avisos que en enero no preocuparon sí que lo hicieron en febrero, cuando el Madrid perdió estrepitosamente en Liga ante el Atlético (4-0) y la plantilla comenzó a dar síntomas de agotamiento, tanto físico como mental. El curso terminó en blanco en títulos mayores (la Liga fue para el Barça y en Copa de Europa cayeron ante la Juventus en semifinales), con el eterno rival resurgiendo de la mano de Luis Enrique (triplete) y con Ancelotti cesado a final de temporada, a pesar de que tenía un año más de contrato por delante (igual que ahora).

La crisis actual preocupa

Todo se parece demasiado y ahí radica la preocupación del Madrid y también la esperanza, porque piensan que Ancelotti tiene la experiencia suficiente como para no tropezar dos veces en la misma piedra. Siguen vivos en las tres competiciones importantes y lo de la Supercopa quedará en anécdota si al final de campaña se levantan Liga o Champions, los dos premios mayores. Para eso, el equipo necesita un cambio de rumbo urgente. El club espera que Ancelotti sea capaz de que jugadores como Modric, Valverde, Alaba o Vinicius vuelvan al nivel de hace meses, a la vez que utilice a toda la plantilla para que los titulares habituales no lleguen fundidos al mes de febrero…