Un enorme Villarreal retrata a la defensa del Real Madrid

Algo tiene el agua cuando la bendicen y algo tiene La Cerámica para haberse convertido en un zarzal del que el Real Madrid siempre sale magullado desde 2017. Después de cinco empates acumulados, los blancos se marchan de Castellón derrotados tras un encuentro en el que volvió a ser ese equipo con propensión a llegar tarde a las citas y con demasiados errores defensivos. Y eso, frente a un rival como el Villarreal, que estuvo maravilloso, agrupado en torno al balón y lanzado a la portería de Courtois, le penalizó. Después intentó solucionarlo con uno de sus arreones, pero no llegó a tiempo a solventar un pleito marcado por las manos y ese criterio arbitral para interpretar el Reglamento y decretarlas que nadie entiende. Salvo los que deben ser justos. Y viendo el resultado, es más que preocupante.

El que vimos en La Cerámica fue un partidazo. El Villarreal vistió con la mejor versión de lo que quiere Setién, un equipo grandísimo que le lanzó torpedos al Madrid desde el inicio. Con un Parejo enorme, con un Albiol adolescente, con un Gerard que dio un magisterio de cómo se tiene que mover un '9', con Yeremy y Chukwueze como puñales... Tras agobiar el Submarino a los de Ancelotti en el primer tiempo, Yeremy Pino marcó en el inicio de la segunda parte tras un error en la entrega de Mendy. El Madrid comienza el año en Liga sin defensa. Luego vinieron dos manos dudosas, de esas que se pitan en este nuevo fútbol. Una a favor del Madrid, que acabó en penalti transformado por Benzema para empatar el partido. Y dos minutos después otra a favor de los amarillos. Gerard marcó desde los once metros el 2-1 final.

El Real Madrid perdió la oportunidad de ponerse líder provisional y meter presión al Barcelona, que mañana tiene un hueso contra el Atlético. Y se marcha a Riad a jugar la Supercopa con un sabor amargo. El Villarreal, por su parte, sigue emergiendo y acumulando buenas noticias. Dentro de diez días, ambos volverán a encontrarse en la Copa y en La Cerámica. Ancelotti está más que avisado.

Setién pertenece a esa clase de técnicos subidos a sus convicciones y de ahí, por mucha fuerte marejada que le amenace, no se baja. Él no transmite la convicción de que algo saldrá bien, sino la seguridad de que la propuesta tiene sentido, independientemente de cómo resulte. Tras un inicio desastroso, con el vestuario recelando de él y los resultados dándole la espalda, ha logrado enderezar el rumbo, ganarse a la caseta e inocular su idea. Llegó al partido ante el Madrid con el ánimo subido con cinco triunfos en la mochila. Y como el fútbol es un estado de ánimo, el Villarreal ofreció la mejor versión de lo que quiere el entrenador.

Enseñoreado en torno al balón aprovechando que el Madrid salió a esperarle, tocando con facilidad, con Yeremy y Chukwueze como amenazas constantes por la banda, con Gerard y Parejo dando una máster class y Baena, pichichi amarillo, en su plan de francotirador. En uno de los muchos errores en la salida de balón de los blancos fabricó el primer gol. Mendy se equivocó en una entrega, Parejo robó, descargó a Gerard Moreno y conectó con Yeremy, que batió a Courtois con ayuda del pecho del propio Mendy. Después remató el encuentro desde el punto de penalti. Este Villarreal sí es el que quiere el técnico cántabro. Ya nadie en La Cerámica mira con el ceño fruncido al banquillo.

Mucho se habla de Vinicius, pero poco de lo que realmente es admirable en él. Y es esa forma en la que ha conseguido convertirse en el jefe del Real Madrid. Con permiso de Courtois, el brasileño es el único que intenta tirar del carro cuando ve a sus compañeros con los pies en el barro y la cabeza cortocircuitada por la espesura. En La Cerámica volvió a ser elemento agitador pese al buenísimo marcaje que le hizo Foyth. Estuvo en el origen del penalti a favor de los madridistas. Fue el único que generó algo. 

Cierto es que Benzema ha recuperado rapidez en movimientos, pero sigue con el punto de mira desviado. Su fallo clamoroso en el 55' es el reflejo de ese sí, pero no. El brasileño, en cambio, es un martillo percutor hasta intentar lograr el gol. Lo rozó en los últimos minutos del encuentro, pero se le fue de entre los dedos. Fue el madridista que más faltas recibió, dato que demuestra su influencia y peso en el juego de ataque.

Esta fue la primera Navidad que Rüdiger pasó en España. Debió empaparse tanto de nuestra tradición de estas fechas que apareció en el estadio de La Cerámica vestido de Rey Mago. El central alemán acudió dispuesto a una fiesta y no paró de hacer regalos en el arranque del choque que a más de un madridista le provocó un corte de digestión. A los 26 segundos ya había fallado y provocado la primera ocasión de Baena. En el minuto 1, erró de nuevo y Yeremy volvió a avisar. No fue mal exclusivo del alemán, sino de toda la defensa alineada de inicio por Carletto. El mejor Militao no es lateral derecho, Alaba perdió frecuentemente la posición y Mendy fue Mendy, gris. El Villarreal salió muy arriba y desnudó en más de una ocasión a los blancos en la salida del balón. El partido de hoy evidenció que la pareja de centrales debe ser inamovible: Militao-Alaba. Y Lucas de '2' para cuando no esté Carvajal.

Otro del que se echa en falta su mejor presencia es Fede Valverde. El uruguayo no ha vuelto de la mejor manera del Mundial, pero sobre él hay menos dudas pues todos sabemos lo que puede llegar a dar. Y eso sólo lo puede conseguir, de nuevo, con el paso de los minutos.

Hoy, de nuevo, estamos a vueltas con las manos. Volvimos a asistir a ese espectáculo dantesco en el que se ha convertido el nuevo fútbol. Esos penaltitos por mano que Medina Cantalejo dijo al principio de temporada que no se iban a señalar, los estamos viendo jornada tras jornada ante la incredulidad general. Los jugadores ya se ríen cada vez que se pitan. 

En el minuto 56, el balón rozó en la mano de Foyth en un centro a Vinicius, una de esas jugadas que en este escenario novedoso se ponen en el microscopio del VAR. Soto Grado fue al VAR y pitó un penalti que transformó Benzema para empatar. Dos minutos después, el colegiado señaló lo que viene siendo lo contrario a un penalti. Foyth pasó el balón y le dio a Alaba en la mano cuando éste, al ver que el esférico se aproximaba a su extremidad, intentó quitarla. Efecto compensatorio o no, Iglesias Villanueva pitó pena máxima: Gerard Moreno hizo el 2-1. Que alguien aclare el criterio. Por el bien del fútbol. Y de todos.

La pérdida de peso e importancia del jugador español en el Real Madrid es una realidad. La salida del equipo de futbolistas nacionales ha sido un goteo en los últimos años (Ramos, Marcos Llorente, Reguilón, Mayoral, Isco...). Salvo Carvajal, cuando está en condiciones físicas, ninguno ha echado raíces en el once de Ancelotti. Asensio, llamado a haber sido uno de ellos, se cayó hace tiempo por su inconstancia.

En La Cerámica, por primera vez, el Madrid salió sin un español en el once. La baja de Carvajal le abría las puertas del equipo titular a Lucas, sustituto habitual del de Leganés. Pero enero, aparte de ser el mes de las rebajas, es el mes de rotaciones y el gallego jugó los 90 minutos ante el Cacereño. En los tres primeros meses del año, los equipos se juegan los cuartos y el Madrid tiene por delante Liga, Copa, Supercopa, Mundial de Clubes y Champions en prácticamente 50 días. Ancelotti mirará más que nunca el Excel de cansancio acumulado a la hora de hacer las alineaciones. Por eso hoy tiró de Militao para suplir a Carva y ha provocado esa imagen tan inusual de ver un once del Real Madrid sin españoles.

Una fotografía que puede repetirse más veces. A Odriozola se le buscará salida y Asensio, Ceballos, Nacho y Mariano están a meses de acabar el contrato. De no renovar, y si el club no incorpora producto de denominación de origen España de fuera o de La Fábrica (Arribas se merece un hueco), el equipo se quedará sólo con Carvajal, Lucas y Vallejo. Lo que le apena al madridista, verdaderamente, no es que no haya españoles sino que la cantera no dé unos frutos que se asienten en el primer equipo.