SUPERCOPA | REAL MADRID 3 - MALLORCA 0

Momentos de temor y pesadilla de la afición del Mallorca en Yeda: "Menos mal que muchos no nos trajimos a los hijos"

La grada de hinchas y familiares del cuadro balear sufrió una experiencia lamentable con los fans árabes dentro del estadio.

Cristina Palavra, pareja de Dani Rodríguez, denuncia el trato recibido en Yeda./IB3
Cristina Palavra, pareja de Dani Rodríguez, denuncia el trato recibido en Yeda. IB3
Rodra P

Rodra P

Yeda.- El Real Madrid - Mallorca ya será más recordado por todo lo que ocurrió en la tangana entre ambos equipos y lo sucedido en las gradas que por el propio fútbol. No se olvidará fácilmente. Y mucho menos entre los aficionados del cuadro bermellón, que desde el arranque del encuentro vivieron sucesos que denunciaron con premura a su salida del estadio.

La afición del Mallorca increpada por aficionados locales.Relevo

Entre ellos, las familias de los futbolistas del conjunto balear, que poblaban la zona del campo que lidió con los hinchas locales. Cristina Palavra, esposa de Dani Rodríguez, le puso voz a lo que sintieron. "Los chicos de este país se han puesto a hacernos fotos de cerca, nos han estado acosando. La salida ha sido un poco complicada. Estábamos sin seguridad".

Desde el vestuario del Mallorca también reaccionaron, y lo cuentan en Relevo. "Menos mal que muchos no nos trajimos a los hijos", comentaban. Igual que añaden varios aficionados del club desplazados a Yeda. "Fue acabar el partido y todos mofarse de nosotros. No había ningún tipo de seguridad. Los saudís se reían, daban collejas, incluso le tocaban el culo a algún familiar. Fue un caos hasta llegar a los autocares. Pero en el camino hasta allí fue un poema para todos". Según ha podido saber Relevo, la RFEF ya investiga lo sucedido ayer en las gradas con la afición bermellona.

En el duelo entre el Barça y el Athletic Club ya se apreció la hostilidad de la grada local con los seguidores del equipo vasco. Cada vez que los de Valverde agarraban el balón se escuchaban pitos, más aún cuando lo tocaba Unai Simón. Contra el Mallorca fue aún más exagerado.

Los problemas en el estadio se extendieron a la zona mixta, entre periodistas que cubren la actualidad del Mallorca e influencers del mundo árabe, que a punto estuvieron de llegar a las manos. La prensa balear se quejaba de no tener espacio para poder trabajar, mientras que los creadores de contenido ocupaban zonas clave para acercarse a los jugadores.

Los periodistas exigieron con agresividad que les dejaran sus huecos para poder grabar a los futbolistas desde cerca, mientras que los influencers se defendían diciendo que ellos también estaban trabajando. Nadie daba su brazo a torcer, y se sucedieron los insultos entre ambos, amenazándose.