Ihattaren, el último juguete roto del fútbol rompe con la Juve: depresión, vínculo con la mafia...

Mohammed Ihattaren podría poner fin a su carrera deportiva tras anunciar la Juventus la rescisión del contrato que les unía. El jugador de 21 años fue en su día comparado con Van Basten o Rijkaard y era una de las grandes promesas del fútbol neerlandés y mundial. Sin embargo, una depresión por el fallecimiento de su padre, posibles vínculos con la mafia y una posible agresión a su exnovia que no se llegó a juzgar se pusieron sobre su camino y complicaron su desarrollo como jugador. Ahora, su futuro profesional es toda una incógnita.

Su caso es el ejemplo más claro de juguete roto. Formado en la cantera del PSV Eindhoven, logró debutar con el primer equipo en 2019. Internacional con las categorías inferiores de Países Bajos, se hablaba de él como uno de los talentos a considerar en el fútbol mundial. Y así llegó, en verano de 2021, a la Juventus. Entonces todo se complicó, peor, para entender esta historia, aún hay muchos capítulos previos a considerar.

En 2019, a sus 17 años de edad, sufrió el fallecimiento de su padre, algo de lo que no pudo levantarse. En ese entonces, el jugador valoró retirarse del fútbol profesional y padeció depresión. Sin embargo, él quiso seguir adelante y convertirse en una estrella, tal y como había peleado durante toda su infancia. A su llegada a la Juventus, Ihattaren aún no andaba lo suficientemente preparado como para pertenecer a la primera plantilla y fue cedido a la Sampdoria. Hasta entonces, más allá de algún rifirrafe en negociaciones, no había dado la sensación de ser un jugador con una situación así.

Solo tuvo un desencuentro con el técnico del PSV que no se llegó a aclarar públicamente: "No se comportó como se debería esperar de un profesional. Poco esfuerzo y disciplina de equipo". En la Sampdoria, Ihattaren llegó con cinco kilos de sobrepeso, lo que le llevó a estar un paso por detrás de sus compañeros. Y un día, de repente, no se presentó a entrenar. En el club incluso le calificaron como desaparecido y desde Países Bajos hablaban de una posible retirada. El jugador regresó a su país, incapaz de compaginar sus problemas personales con el fútbol. Padecía depresión por el fallecimiento de su padre.

Tras concluir su pobre cesión en la Sampdoria, en la que no llegó a disputar ni un solo minuto, recibió una nueva oportunidad, de nuevo vía préstamo, del Ajax. Y dio la impresión de querer aprovecharla. Ofreció un buen rendimiento en sus primeros días en el filial, pero poco después, todo se torció. Informaciones en los Países Bajos vinculaban a Ihattaren con la mafia neerlandesa.

El motivo es que uno de los integrantes de la Mocro Maffia se presentó a un juicio por delitos de asesinato (Caso Morengo) con un coche del que era propietario el jugador del Ajax. Era, porque unas horas después, ese mismo vehículo apareció calcinado. Él negó tener el mínimo vínculo con la mafia, a la par que recibía decenas de amenazas, incluso de muerte, a través de sus redes sociales.

Desde entonces, y por cuestiones de seguridad, dejó de entrenar con el Ajax, que rompió su cesión el pasado mes de diciembre. Antes de ello, Ihattaren trató de reconducir su situación y se mudó durante unos días a casa de Abdelhak Nouri, el futbolista que sufrió un paro cardiaco que le dejó un daño cerebral irreversible.

Ihattaren recibió el calor de la familia de Nouri en busca de una estabilidad emocional, inmerso entre las decenas de problemas que aparecieron en su vida. ¿Pero qué une a ambas trágicas historias? Mo Nouri, el hermano, se convirtió en el representante del jugador. Más allá de sus movimientos en el mercado, se planteó el reto de recuperar al futbolista que se había perdido por sus problemas personales.

"En la comunidad marroquí, no puedes decirle todo a tu madre, hermanos y hermanas simplemente por respeto. No quería regresar a casa y ver a mi madre llorando todos los días cuando volvía a tener problemas conmigo mismo. Pero con Mo y el resto de la familia Nouri me siento completamente libre de hablar de todos mis problemas. Y si lo haces, puedes resolverlos", reveló Ihattaren.

Con ellos, encontró un espacio seguro para tratar sus problemas, siempre con la ayuda e insistencia de Mo: "Me da estabilidad y me persigue como un pitbull. Exige que cumpla mis acuerdos, que me entrene duro dos veces al día, que cuide mi dieta y que corte los lazos con las personas que no me hacen bien. En Kanaleneiland, en Utrecht, donde crecí, no me di cuenta de que la línea con el crimen es muy delgada".

Ihattaren no se ejercitó con la Juventus en estos últimos meses. El pasado mes de febrero, fue arrestado por sospechas de agresión a su exnovia. Posteriormente fue puesto en libertad y, desde entonces, no ha habido más información pública sobre el tema.

Este viernes, la 'Vecchia Signora' ha anunciado oficialmente la rescisión "consensuada" del contrato que les unía. Ihattaren lleva años sin competir, más allá de algún partido suelto con el filial del Ajax. Tampoco se ha podido ejercitar con normalidad por problemas con la mafia y su futuro es una incógnita. Dadas las circunstancias, parece una temeridad apostar por él. Quién sabe lo que le depara al último gran juguete roto del fútbol...