El ruido del Santiago Bernabéu llega al Financial Times: "Es embarazoso para el Real Madrid"
La problemática del estadio con los vecinos se convierte en uno de los temas principales del diario económico inglés.
La marca en Real Madrid es conocida en todo el mundo. Esa notoriedad es conveniente en muchas ocasiones, sería impensable entender la dimensión del club sin ella, pero cuando alguna cosa sale mal, incluso muy mal, también encuentra altavoces por todo el mundo. A estas alturas es evidente que en la obra del Santiago Bernabéu las cosas no han ido como se esperaban. El ruido, los vecinos, los conciertos... un cóctel de difícil gestión que en España suena con fuerza, pero también se puede leer en el extranjero. El último caso conocido, uno de los más importantes diarios económicos del mundo, el Financial Times.
"El enfrentamiento es embarazoso para el Real Madrid, el club de fútbol más valioso del mundo y una piedra angular del establishment español", dice en uno de sus primeros párrafos el texto del periódico salmón con sede londinense.
El texto, que ocupó uno de los lugares de privilegio en la portada digital del diario económico, recoge las opiniones y dolores de muchos vecinos de Chamartín, una serie de quejas que se han hecho habituales también en la prensa española. "No me puedo hacer a la idea de que nadie se parase a pensar en cómo iba a afectar a los vecinos en cuestión de ruido", explica uno de los consultados.
"No sé si no le dieron importancia como si es un problema de todo el proceso de decisión", añadía ese mismo vecino.
El diario londinense explica que el parón en los conciertos, desvelado en su día por Relevo, es "un duro golpe para Sitxth Street y Legends, que llevaron a cabo una joint venture de 360 millones de euros para invertir en la renovación del estadio". Ambas empresas declinaron la opción de opinar para el artículo, mientras que el Real Madrid apuntó a los comentarios hechos por Florentino Pérez en la última Asamblea. En ella restó importancia al dinero que el club dejará de ganar por este concepto y señaló que los conciertos estaban pensados más para añadir valor a la ciudad que para el propio club.
El último párrafo del artículo se fija en la capacidad que pueda tener el club de arreglar el desaguisado. Uno de los consultados no es en absoluto optimista: "Con el estadio terminado es muy difícil hacer algo arquitectónico que pueda resolver el problema, porque el resultado sería muy feo. La manera más fácil de resolverlo es bajar el volumen de los conciertos".