El método Raúl: nada de lujos, control del peso, psicología y un dibujo sin ataduras con Ancelotti

Desde que aterrizó en el fútbol base en agosto de 2018, Raúl González Blanco (Madrid, 27/06/1977) ha intentado implantar como entrenador medidas y hábitos que considera fundamentales para pertenecer al Real Madrid. Así, más allá de los resultados, el exfutbolista valoriza de la misma forma, o incluso más, el comportamiento de sus jugadores y cómo representan los valores que un día él también tuvo que aprender. Hace hincapié en que sus futbolistas comprendan que pertenecer al club blanco conlleva una responsabilidad mayor.

Además, recuerda lo mucho que le ayudaron los consejos de sus capitanes de entonces, quienes le hicieron ver sus errores y pedir perdón públicamente cuando creyeron que ciertas actitudes, fuera del terreno de juego, no se correspondían con lo que debe ser un futbolista del Real Madrid. Casi treinta años después, Raúl no ha olvidado aquella formación, crucial para acabar siendo leyenda del club, y trata de ayudar a los chavales del Castilla a que puedan conseguir lo mismo.

Llegó a mitad de temporada al juvenil, procedente del cadete, y consiguió ganar la Youth League apenas cinco meses más tarde. Pasó muy rápido de aquel equipo al que luego heredaría en el filial del Castilla. En cuanto a lo futbolístico, Raúl ha conseguido que este Castilla sea un conjunto consistente defensivamente, de hecho, opta por jugar con cinco atrás, tres centrales y dos laterales que se convierten en carrileros. Ya no rota en portería y es De Luis el elegido bajo palos. Aunque a veces se les reclame más vistosidad en el juego, ser fiable y pragmático es el objetivo principal de Raúl para su equipo. Lleva 17 partidos invicto y se sitúa a tres puntos del líder.

Al regresar a la Casa Blanca, Raúl ya intentó implementar ciertos cambios y rutinas que se vieron demorados por la pandemia. .Poco a poco ha ido pudiendo cumplir con sus intenciones. Sin ir más lejos, Raúl considera fundamental la vestimenta e imagen que el futbolista del Real Madrid debe mantener las 24 horas del día. Así que pronto se dio cuenta que los chicos iban a entrenar con unas zapatillas de 500€ y neceseres de 400€. En la actualidad, todos sus jugadores acuden a los partidos con las mismas deportivas Adidas que ofrece el club. Es decir, cuando hay cámaras, deben ir perfectamente uniformados. Y por supuesto, acompañarlo de un comportamiento ejemplar también cuando no vistan la ropa del club, aunque sea en una discoteca. El profesionalismo, en todos los sentidos, es innegociable para el Raúl formador y entrenador, actualmente dos roles indivisibles para el madrileño.

Entre esos valores se encuentra el del respeto compañero y al rival. Raúl no olvida un partido muy importante que jugaron contra el Navalcarnero. Ese día los jugadores blancos celebraron el gol de una manera que no gustó nada a sus rivales, con quienes mantenían varios piques. Al término del encuentro, los festejos desmesurados por la victoria también fueron considerados por Raúl como una falta de respeto hacia el contrario. "Les echó una bronca que aún se recuerda, las voces se oían en el parking", recuerdan algunos testigos. "Al rival se le tiene respeto siempre. Para él, el partido era como haberlo perdido", comentan los suyos.

Ya cuando llegó quiso implantar la doble sesión algún día por semana, aunque la pandemia lo impidió durante un tiempo. Algunos de sus jugadores acuden por la tarde a las instalaciones a trabajar voluntariamente. Otros, como sucede en la mayoría de clubes, cuentan con un preparador físico personal con el que entrenan de forma complementaria. Raúl no prohíbe esta práctica, pero sí que pide que el personal externo al club esté coordinado con el interno y sepan cuáles son las cargas de trabajo que los jugadores ya realizan en Valdebebas. Lo ideal para el técnico sería que los suyos nos tuvieran que buscar fuera lo que ya tienen a su disposición en casa.

Se les controla y cuida la alimentación. Cada día se les pesa al llegar, y desde el año pasado tienen una ficha donde se realiza un seguimiento de niveles de todo tipo: peso, grasa, rendimiento… Se consulta a diario con el fin de detectar la mejoría. El técnico ya era muy estricto en este aspecto en su etapa de jugador, y sigue siéndolo.

Otro detalle que cuida Raúl y su staff es el de los coches que utilizan los futbolistas del Castilla. No se mete demasiado en ese tema, pero sí hace recomendaciones de cuáles deberían usar, teniendo que cuenta que todavía son jugadores del Castilla y que algunos modelos pueden resultar desproporcionados. Es decir, siempre que puede, explica a sus futbolistas que nada tiene sentido si no existe coherencia con unas carreras que están empezando. Considera que es un error desembolsar grandes cantidades de dinero en coches de alta gama cuando todavía no sabe ni si va a jugar en Primera.

Al final, lo que intenta Raúl es que, si se percata de que algún jugador se puede dispersar o confundir, incurrir en ello y reconducirle de la mejor manera posible. Aunque en muchas ocasiones, 'la cabra tira al monte' y las buenas intenciones del cuerpo técnico acaban diluyéndose.

Tampoco se involucra de más en cuestiones relacionadas con las redes sociales de sus jugadores, sino que deja que sea el jefe de prensa el que puede asesorarles de cómo hacer un buen uso de las mismas.

En estas edades, se supone que ya se han completado los estudios obligatorios, así que no se controla su formación académica, como sí se hace en las categorías inferiores. Aunque más de un futbolista del Castilla se encuentra realizando estudios universitarios.

Cuando Víctor Chust fue cedido al Cádiz, habló sobre Raúl como entrenador y destacó su perfil: "Es un reflejo de lo que ha sido como jugador. Es constante, nos inculca los valores del Madrid y que él ha tenido como jugador. Es partidario de dejarlo todo en el campo, dejarse la piel, y que si fallas, no pasa nada porque lo importante es la siguiente… Hace mucho hincapié en esos aspectos y a la gente joven como nosotros nos viene bien".

En términos parecidos también habló de su ex técnico Mario Gila, central del Castilla cedido a la Lazio. Y Arribas, el futbolista que más destaca en el Castilla, reconoce que fue Raúl quien le convenció para quedarse en el Real Madrid, a pesar de las ofertas de varios clubes de Primera. Recalcó la importancia que podía tener con un año más de formación bajo sus órdenes. La mayoría coincide en que les ha hecho mejores futbolistas. Sobre todo, a base de exigencia, ya que viven en un entorno de muchas comodidades que puede hacerles caer en el conformismo. Pero Raúl no se lo permite y les reclama más de a lo que estaban acostumbrados. Y, además, de forma temprana. "Así se le gana, con honestidad y trabajo", comentan sus futbolistas.

Algunos de los jugadores que más están destacando en el filial madridista son Vinicius Tobias, Álvaro Rodríguez, Iglesias, Mario Martín o el ya citado Sergio Arribas. No obstante, a pesar de poder estar sometidos a más presión, Raúl no tiene un tratamiento especial con ellos ni está más encima en estos momentos, sino que trata de estar pendiente de cualquiera de sus pupilos, sea cual sea la etapa por la que atraviesan. Una dedicación que a menudo desgasta más a Raúl que lo que concierne a lo futbolístico, pero así lo prefiere.

Todos los miembros del Castilla tienen a su disposición un departamento de psicología en el club, con quien se realizan dinámicas grupales casi todas las semanas. Sus jugadores también cuentan con el apoyo psicológico de forma individual, si lo consideran.

Su staff, formado por Alain Sola, Luis Gutiérrez y Marcos Jiménez, mantiene una comunicación y coordinación con el primer equipo total y absoluta. Con la llegada de Carlo Ancelotti, se mejoró, ya que con Zidane apenas se interactuaba y a Raúl se le podría haber visto como cierta amenaza para ocupar su puesto. Sin embargo, con la vuelta del técnico italiano, Raúl se ha puesto en sus manos y hablan a diario para trazar una estrategia de trabajo de manera conjunta. 

Si Carlo necesita un lateral del Castilla, o si un jugador se marcha a realizar la sesión con el primer equipo, pero la completa y finaliza con Raúl, éste considera que él no es lo más importante, sino el primer equipo. Es decir, trabaja para él. Así que, si le quitan a diez jugadores en un entrenamiento, algo que podría molestar a algunos técnicos, él lo valora como algo positivo.

Raúl no está obligado a usar el mismo que Ancelotti, como sí sucede en otros clubes. Se cree además que será más positivo para el jugador el poder otorgarle herramientas que le permita desarrollarse en dos o tres sistemas diferentes. Además, antepone esa formación y bagaje del futbolista por encima de los resultados. Por ello, no es de extrañar que aunque se encuentra en un momento crucial de la temporada, a tres puntos del líder, dio luz verde a que su jugador más en forma, el uruguayo Álvaro Rodríguez, acudiese estas semanas a disputar el Mundial sub-20 con su selección.

Desde la llegada de Raúl al Castilla, el jugador es persé más jugador de fútbol: consideran que está más preparado, más disciplinado y entiende mejor el escudo que lleva. En resumen, desde todos los estamentos del club se cree que el futbolista sale mejorado cuando pasa por las manos de Raúl, ya que los lleva a los límites del esfuerzo y del respeto por la entidad, la competición, los compañeros, los rivales y por todo el entorno madridista. Él mejor que nadie sabe lo trascendental que es reunir los valores adecuados para ser futbolista del Real Madrid.