MUNDIAL DE CATAR

Quique Ramos, el Gayà del Mundial 82: "Aprovecharon que había sido el último con molestias"

Sobraba un jugador para incluir un tercer portero: "La diferencia es que yo no me fui lesionado, tenían que quitar a uno y me tocó a mí".

Quique Ramos, en un partido con el Atlético de Madrid ante el Dinamo de Kiev. /Icon Sport
Quique Ramos, en un partido con el Atlético de Madrid ante el Dinamo de Kiev. Icon Sport
Enrique Ortego

Enrique Ortego

No son casos idénticos, pero sí muy parecidos y con un final común e infeliz: los dos jugadores damnificados se perdieron el Mundial. Entre laterales izquierdos anda el juego. Hay que retroceder 40 años en el túnel del tiempo. Mundial 82. Concentración de la Selección en el Parador Luis Vives de El Saler en Valencia. Quedan pocos días para el comienzo de la gran cita. El seleccionador español José Emilio Santamaría decidió convocar a 22 jugadores, entre los que solo había dos porteros: Arconada y Urruti, con lo que con la preceptiva incorporación de un tercero, la apuesta final fue por Miguel Ángel, obligaba a dar la baja a uno de los 22 citados.

Durante dos semanas se especuló día a día al respecto. Cada golpe que sufría un futbolista sonaba la alarma. Sustos con Gordillo, con Zamora... y con Quique Ramos, el único representante del Atlético. El día 1 de junio, en un partidillo de preparación contra el Mestalla, el rojiblanco sufrió un estiramiento en el aductor de la pierna izquierda. Se habló que tardaría cuatro o cinco días para entrenarse con el equipo, pero sin golpear el balón. Al día siguiente, nuevo partidillo y, sorprendentemente, Quique formó parte del equipo de la segunda parte. Sus recuerdos, tanto tiempo después, son nítidos y atiende a RELEVO sorprendido con la llamada.

Las hierbas medicinales

"¿Que mi caso se parece al de Gayá? Sí y no. Puede ser, puede ser...Los dos somos laterales izquierdos, los dos nos quedamos sin Mundial... La diferencia es que yo no me fui lesionado. Tenían que quitar a uno y me tocó a mí, que era el último que había tenido algún problema físico. La noche en la que tuve el estiramiento, el doctor Jorge Guillén me trató con unas hierbas medicinales que cocían allí mismo y a la mañana siguiente me sentí mucho mejor. Decidí probar. O me rompía del todo o demostraba que estaba para seguir. Había visto cómo compañeros que tenían molestias se pasaban todo el día con el hielo puesto... Hacían bien en cuidarse. En esas circunstancias si tienes alguna cosilla tratas de taparlo lo mejor posible. Allí nadie decía que le dolía nada. Sabíamos que sobraba uno. Esa tarde le pegué al balón más fuerte que nunca... y nada. Me fui a la cama convencido de que estaba bien".

Quique Ramos, en una imagen de archivo de 2016.  Enrique Camina.
Quique Ramos, en una imagen de archivo de 2016. Enrique Camina.

Sin embargo, el día 4 de junio, más o menos al mediodía, el seleccionador informó de que Quique Ramos abandonaba la concentración y, por lo tanto, era baja para el Mundial. El problema del descarte, por fin, quedaba solucionado. Un problema que se podía haber evitado desde el principio con una convocatoria con tres porteros y así no tener que descartar a última hora a un jugador de campo. Santamaría anunció también la incorporación de Miguel Ángel como tercer guardameta e intentó explicar de la mejor manera posible la situación provocada.

Decisiones políticas

Aseguró que el jugador se lo había tomado "muy bien", con entereza y que no le había visto llorar. El interesado también compareció ante los medios de comunicación. Intentó demostrar aplomo, pero por dentro tenía la sensación de que algo se le escapaba. Quizás pecó de sincero al reconocer que sentía unas mínimas molestias. A ellas se agarraron el doctor -"forzarlo hubiera podido ser contraproducente"- y el seleccionador -"no se puede garantizar un pleno rendimiento"-.

Cuando Quique regresó a su club fue reconocido por el doctor Enrique Ibáñez, que confirmó que el futbolista no tenía ninguna lesión como tal y que las molestias no le hubiera impedido jugar doce días después, que era cuando España disputaba su primer partido contra Honduras. La misma situación se ha vivido ahora en el caso de Gayá. Los galenos del Valencia han dicho que ese esguince no le hubiera impedido jugar incluso el primer encuentro contra Costa Rica.

Quique Ramos, el Gayà del Mundial 82: “Aprovecharon que había sido el último con molestias”

 

El 'sacrificado' del 82 no quiere dar muchas más vueltas al asunto cuando le recuerdas las palabras que dijo al abandonar la concentración. "Estaba roto, había trabajado más de un mes para estar en el Mundial. Primero en La Molina, después en Valencia... Estaba 'cabreado', pero no tenía más 'cojones' que aceptar la situación. Estaba yo allí solo del Atlético, eran mayoría los de la Real Sociedad, los del Madrid... Ya se sabe lo que pasa, se toman decisiones muy rápidas y un poco políticas... ¡Qué le voy a decir yo que usted no sepa! El caso de Gayá también es raro porque todos hemos jugado con un esguince leve e incluso infiltrados, no es una lesión para perderse un Mundial. Vamos, creo yo".