Un tsunami de 55 días convierte al Alcorcón en un Tetris: "Hemos hecho 25 operaciones; vivo en una realidad paralela"
El equipo alfarero estrena director deportivo, cuerpo técnico y plantilla completa tras su descenso a Primera RFEF: "Me siento que estoy jugando a un videojuego".
El mercado de fichajes es una época convulsa para varios actores del mundo del fútbol. Los aficionados esperan ansiosos refuerzos y se persignan ante posibles salidas, los futbolistas aguardan inquietos nuevas propuestas (porque siempre se puede estar mejor) y los directores deportivos se dejan medio sueldo entre los cafés con representantes y la tarifa plana del móvil para hacer decenas de llamadas al día. Algunos pueden pensar que el verano de Deco, director deportivo del FC Barcelona, ha sido movido entre tanto problema de fair play y conatos de fichajes estelares día sí y día también. Eso es porque no conocen a Alberto Lozano.
Lozano, actual director deportivo de la Agrupación Deportivo Alcorcón, aterrizó en el club madrileño a principios de este junio tras abandonar el Sanse. Con el mercado de fichajes ya abierto y carburando, llegó a una entidad cuyo plan pasaba por renovarse por completo. "Los descensos llevan cambios muy radicales y, dentro de esos cambios, sabíamos que iba a ser un momento complicado de club, porque había muy pocos contratos en vigor por el descenso y por la forma contractual de cómo estaban los jugadores el año pasado", explica el directivo de tan solo 30 años.
La situación a la que Lozano hace alusión es la pasada temporada. El equipo alfarero volvió a Segunda División, categoría que conoce a la perfección, pues en ella encadenó una docena de campañas de forma consecutiva entre 2010 y 2022, pero no pudo mantenerse en LaLiga Hypermotion. El directivo madrileño se encontró con un club que acababa de volver a Primera RFEF y con gran parte de la plantilla con vinculaciones expiradas. En ese momento, tocó ponerse manos a la obra.
"Teníamos que hacer una plantilla prácticamente nueva y faltando unos 15 días de mercado solo nos faltaban uno o dos jugadores", detalla el director deportivo a Relevo. La realidad es que el Alcorcón tendrá 23 debutantes esta temporada, además del cuerpo técnico, todos ellos firmados por Lozano. "Vengo de tres proyectos seguidos en los que, de media, hemos hecho unas 18 altas. Tengo esa costumbre y me ha ayudado a estar tranquilo todo el mercado", prosigue.
55 días, 25 movimientos y una sola persona
Desde que llegó al club el 5 de junio de 2024, ha vivido en una "realidad paralela". "Sabiendo el presupuesto que tenemos, pues vamos haciendo ese Tetris para no pasarse del presupuesto", expresa. La diferencia es que este año ha estado bien respaldado: "Este mercado ha sido el más fácil que he hecho porque he estado muy bien rodeado. Mi equipo de trabajo ha ido aumentando y el talento humano ha sido muy alto".
Resulta curioso que en mitad de toda esa tranquilidad ha conseguido liderar un proyecto completamente renovado, en el que entre salidas y llegadas Lozano ha cerrado más de una veintena de movimientos. "Es muy difícil saber exactamente esos números, pero más o menos, entre 55 o 60 días habremos hecho unas 20 altas y unas cuatro salidas. Te diría que como 25 operaciones en 55 días más o menos", resalta el directivo.
Como si fuese una persona que sufre de estrés postraumático, Alberto Lozano no recuerda con exactitud esta ventana de fichajes. No identifica un movimiento con su respectivo día, normal, tras 25 operaciones. "Ha habido días que estaba gestando seis o siete operaciones a la vez. ¿Que sea consciente y me acuerde de ello? Pues te tengo que ser sincero, no me acuerdo".
Su abstracción es tal, que hasta reta a las leyes de la física. "En el mercado vivo en una realidad paralela, me siento que estoy jugando a un videojuego irreal. El mercado es el mercado y no tiene días concretos", añade sobre sus últimas semanas de vida.
Un día a día fuera de lo común
Pese a la extensa carga de trabajo, Lozano no ha notado especial presión al aterrizar en este proyecto. Quizás "por mi manera de ser", como dice, o porque "me autopresiono mucho". Él trata de normalizar lo ocurrido este mercado: "Es verdad que impresiona y es algo que no es normal de ver. Poco a poco, aunque parezca increíble lo que se hace, créeme que se puede hacer", insiste.
Eso sí, aunque su categoría sea la Primera Federación, la profesionalidad es de Primera. Lozano sufre el síndrome de la mayoría de los directores deportivos, y de plumillas como el que firma este escrito, que pasa por tener la mayor carga de trabajo en los meses más veraniegos. "Me apasiona tanto lo que hago que no me acuerdo mucho de cuando coger vacaciones y cuando no. No he pensado si me voy a ir de vacaciones, la verdad. Iré por impulsos, si lo necesito me iré y si no me quedaré por aquí", termina antes de colgar el teléfono a Relevo. Así finaliza una conversación más que se diluye entre un mar de llamadas recogidas en el registro de su compañía telefónica durante este mercado de fichajes.