MERCADO DE FICHAJES

El camino del agente que empezó de DJ y ahora firma operaciones millonarias: "Ni miento ni engaño; no todos tus clientes van a acabar en el City"

Joaquín Vigueras, representante de Isi o Peque, refresca anécdotas y las claves de su crecimiento en Relevo: "Al día siguiente del cierre de mercado parece que te han pegado una paliza".

Joaquín Vigueras posa para Relevo. /RELEVO / SALVADOR FENOLL
Joaquín Vigueras posa para Relevo. RELEVO / SALVADOR FENOLL
Manuel Amor
Salvador Fenoll

Manuel Amor y Salvador Fenoll

Comparece puntual en la sede de Vocento en Madrid, sin despegarse del teléfono y con el paso firme de sentirse ganador. Joaquín Vigueras (Murcia, 46 años) celebra un verano inmaculado: ha cerrado el traspaso de Peque al Sevilla por la cláusula de cuatro 'kilos', sus joyas florecen (Gerard Martín debutó con el Barcelona en la primera jornada) y sus buques insignia se mantienen (Isi, estrella del Rayo, o Aitor Ruibal, del Betis). Él es la cabeza visible de JV Sports, una de las empresas de mayor crecimiento en el sector en los últimos años, y el gestor que comanda a un equipo que ya presume de tener 21 futbolistas en Primera y otras tantas perlas repartidas por Segunda y el extranjero.

En medio de un mercado de mínimos, sin margen de inversión en LaLiga entre la mayoría de clubes, el representante se pasa por Relevo para analizar el estado de la industria y su crecimiento desde abajo. Empezó como director deportivo del Lorca y se pasó al otro lado para comandar las carreras de Orlando Quintana, Jorge Perona o Manu Busto, jugadores que apenas pasaron de Segunda B; y ahora, con oficinas recién estrenadas en la capital y sedes en Italia o Emiratos, su agencia acumula ya un valor de mercado cercano a los 50 millones de euros: "Nunca lo hubiese esperado".

Sin Haalands ni Mbappés, en su cartera se acumulan las figuras medias que marcan la pauta: Luis Carrión, nuevo técnico de Las Palmas; Meseguer, pieza clave en el Real Valladolid; Aridane o Bebé, del Rayo… Ahora festeja el premio de un camino que nunca resultó sencillo y que jamás imaginó que fuese a desembocar aquí. "Yo me defino como un comercial. Siempre me he dedicado a eso, y en este mundo es clave: saber vender, las relaciones… He dirigido y liderado varias empresas, una de seguridad, y fui director comercial en Vodafone o Canal Digital, pero preferí dedicarme al tema deportivo", asegura. Hace no tanto se vio con otros trajes: "Mis padres tenían una panadería y yo les ayudaba. También tocaba música en bares cuando podía para ganar dinero". Luego se impuso el fútbol: "Como jugador no pasé de Tercera. Vi que no me daba para más y estudié Derecho Deportivo".

Joaquín Vigueras: «Aquí, aparte de que el producto sea bueno, debes saber cómo venderlo». RELEVO / SALVADOR FENOLL

Antes de ajustarse la corbata de agente pasó efímera -aunque exitosamente- por los despachos: "Me llamaron por sorpresa para convertirme en director deportivo del Lorca, en Segunda B. Fue mi primera experiencia… y no me convenció. Y eso que nos clasificamos para el play-off. Me llamaba otra cosa y varios chicos de allí bromearon conmigo: 'Oye, si te pasas a representante me voy contigo'. Así empecé. Hice el examen, aprobé y empecé a currar en el verano de 2009". Con dificultades ("ni pasé por el fútbol profesional ni tenía contactos") y la colaboración de sus manos derechas Leo Bermejo y Diego Rangel, la máquina no tardó en engrasar: "Gracias, en parte, a esas habilidades: aquí, aparte de que el producto sea bueno, necesitas conocer cómo venderlo. Y no es sólo tener conocimientos de fútbol, porque tú no firmas, firman los directores deportivos. Está bien que conozcas el juego, pero lo que debes saber es cómo llegar a los clubes, examinar cuáles son las necesidades del cliente y exprimirlas al máximo".

Y así, paso a paso, pescó talento: de Nyom a Toni Villa, del entrenador Francisco a sensaciones como Álex Muñoz o Ilyas Chaira. La estructura de su empresa, en tiempos de macroagencias que se mueven en volúmenes inabarcables, también la fijó claramente desde el inicio: "Esas empresas gigantes van por número. Hasta ellos mismos se tropiezan y llaman dos veces al mismo jugador: 'No, si ya me ha llamado otro de tu agencia'. Yo quería que fuésemos grandes, pero creyéndonos pequeños, una familia. Y lo hemos conseguido". Recuerda con cariño cómo convenció a Bermejo (pasó por Villarreal o Jaén y fue convocado en Champions con el Real Madrid) para que se uniese a JV: "Lo firmé para el Lorca, pero le dejé sin ficha porque venía tieso. Me quería matar. Luego le dije que dejase el fútbol y se viniese conmigo".

El punto de inflexión lo sitúa en una operación millonaria: el traspaso de Sergio León del Elche a Osasuna por 1,7 kilos en 2016: "Hicimos una presión de puta madre. Luego, a Sergi Guardiola, que marcó 24 goles con el Córdoba, lo movimos al Getafe. Empezamos a meternos en el fútbol profesional con ellos y con Álvaro Zazo, ahora representante de Luca Zidane que fichó por el Guadalajara". Todo pasó entonces a ser "más sencillo": "Nos beneficiamos del boca a boca, de lo que hablaban nuestros futbolistas a sus compañeros. Nunca hemos tenido un problema económico con nadie. Somos rectos y nos gusta decir las cosas como son, a la cara, no engañar ni mentir. No todos nuestros clientes van a acabar en el City".

Joaquín Vigueras, con Peque.  CEDIDA
Joaquín Vigueras, con Peque. CEDIDA

En el mundillo, eso sí, recuerda que tampoco es oro todo lo que reluce: "Muchos partidos, mucho frío, mucha carretera, mucha lluvia… La foto final es la firma con un jugador de Primera y puedes decir: '¡Oh, qué guapo, qué chulo el trabajo!', pero hay un desgaste detrás de miles de horas, de ser albañil". Ahora ha encontrado en el mercado emiratí una nueva plataforma para aumentar posibilidades y facturación: "Viajamos allí a reunirnos con dos futbolistas del Spartak de Moscú que estaban haciendo la pretemporada y conocimos a una persona española que trabaja en el país. Tiene muchísimo contacto directo con los jeques. Entrar en ese territorio es muy complicado: te llama un agente, otro 'repre' llama al otro… y te llega la información muy distorsionada. Allí vimos que la suya era información de primera mano. Confiamos en amplificar para crecer".

Una relación personal

De lo que más orgulloso se siente, además del despegar de su empresa, es de la relación de amistad que ha trabado con los suyos: "En este sector es muy habitual que a los futbolistas les llegue un agente y les diga que son buenos, que les van a llevar al Manchester, que ellos se lo crean y luego les dejen tirados. Nosotros funcionamos distinto; Nyom me comentó una vez una cosa: 'Joaquín, me voy a ir con vosotros por un tema: porque veo que todos los futbolistas normalmente empiezan con vosotros y terminan con vosotros'. Sergio León lleva 14 años, toda su trayectoria, como Ruibal o Sergi Guardiola". El caso de este último, que ha tocado el cielo y recibido críticas furibundas en sus etapas en Valladolid y Cádiz, supone un "ejemplo perfecto" de cómo torear en las buenas y cuando vienen mal dadas.

"Cuando marcó con el Pucela en el Bernabéu para empatar en la 18-19, me decía: 'Hermano, es que he recibido 480 mensajes, 200 llamadas…'. Y yo le respondía: 'Tienes que contestar a todo el mundo'. Pero cuando ha tenido momentos jodidos y complicados, como lo que le pasó después en Valladolid, cuando la gente se iba a meter con él y hasta con su familia, es cuando más y mejor debes estar al lado del futbolista". Por esa familiaridad, entre otros aspectos, no le preocupa que las 'grandes' toquen a sus clientes: "Imagino que ahora con Peque vendrán muchas empresas a llamar a su puerta… Yo le digo a los jugadores que eso es bueno, porque significa que tienen éxito. Pero ellos se acuerdan de dónde vienen".

Joaquín Vigueras y las anécdotas de un último día de mercado: «Cerramos las dos operaciones a las 23:59...». RELEVO / SALVADOR FENOLL

Vigueras también se ha enfrentado a momentos complicados en tiempos recientes, como cuando Edu Albácar (ex secretario técnico del Elche) le acusó públicamente de aglutinar a "todos o casi todos los fichajes del club, incluso si no valen y hay que cederlos la misma temporada". Ahora, a pesar del terremoto formado en su momento, ni le da importancia: "Careció de fundamento. Sacó un comunicado cuando el Elche ascendió a Primera, o sea… Allí hice a Iván Sánchez, Josema, Claudia Medina, Josan o Escriche, todos titulares. Cada club tiene afinidad a un representante, pero no porque haya algo raro. En ese momento, por ejemplo, el Elche quería a Josan y yo apostaba porque fuese allí. Esos comentarios están a la orden del día en el mundo del fútbol. Igual que el entrenador tiene que aislarse de lo que digan fuera, nosotros tampoco podemos permitirnos el lujo de entrar".

El agobio del último día

A menos de una semana para el cierre de la ventana de traspasos, las operaciones se aceleran y los clubes aprietan. El agente ha vivido situaciones inverosímiles en el último día. "Recuerdo sobre todo una que nos afectó por partida doble: teníamos que vender a Sergio León del Levante al Pucela y que así el Valladolid liberase a Sergi Guardiola para fichar por el Rayo. Y apenas nos quedaba tiempo", subraya. "Aquel 31 de agosto el Rayo también quería a Djurdjevic, delantero que sigue en el Sporting, y el Sporting me llamó a la vez para que hiciésemos a Sergio León. Les dije que imposible. ¡Un caos! Al final cerramos las salidas de León y Guardiola a las 23:59, pasándonos contratos sin parar. Pensábamos que no se hacía". Por eso sabe cómo se siente un representante cuando se superan las 00:00: "Al día siguiente estás liquidado, reventado. Parece que te han pegado una paliza".

La oferta que pudo «solucionar la vida» a todos, pero...: «Llamé a Sergio y me dijo que no se iba». RELEVO / SALVADOR FENOLL

Ahora que todo funciona, Vigueras refresca con gracia alguna anécdota curiosa de operaciones frustradas en el pasado que pudieron solucionarles "la vida": "Un club chino vino con un pastón a por Sergio León cuando estaba en el Betis y fue preseleccionado con España. Era una locura, una barbaridad; llamé a Sergio, se lo comenté… y me respondió que no se iba. Literalmente me dijo: 'Joaquín, no es lo mismo hacerle un caño a Sergio Ramos que a un chino'. Yo le contesté que claro, que lo que él viese. Y decidió quedarse". Sin esperar bombas de última hora ni olvidar sus pasiones ("acabo de comprarme una mesa de mezclas para seguir pinchando"), su agradecimiento es infinito y guarda un único objetivo de cara a lo que viene: "Que esto no pare… sin perder la clase".