PRIMERA FEDERACIÓN

La Primera RFEF, de vuelta a Segunda B

La Federación estudia poner fin a la categoría de bronce y recuperar un modelo similar al anterior.

Rubiales, en un acto de la RFEF./EFE
Rubiales, en un acto de la RFEF. EFE
Jonás Pérez
Sergio Fernández

Jonás Pérez y Sergio Fernández

Bombazo en el fútbol no profesional. La Primera Federación está en una profunda crisis y abocada a la desaparición al final de esta misma temporada. Así lo estudian desde la propia RFEF, que trabaja en nuevos escenarios para idear un nuevo modelo competitivo, próximo a lo que era la Segunda División B de antaño, tal y como adelantó AS y ha podido confirmar Relevo. La remodelación, tan demandada por los clubes a lo largo de los últimos años, ha sido un constante foco de conflicto. Ahora, la ausencia de un control económico de garantías ha terminado por aumentar la brecha entre las partes implicadas y por poner en jaque la tercera categoría del fútbol español. Este movimiento federativo puede forzar un acuerdo entre las entidades, con pánico al regreso del modelo anterior y que mantienen una postura beligerante de imponer sus condiciones. Clubes consultados por este medio consideran una solución fatal el paso al formato que controló el fútbol no profesional antes de la transición.

Ya se respiraban aires de tormenta cuando el pasado 17 de enero la Federación reunió a los 40 clubes de la categoría en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para abordar una serie de conflictos que requerían una solución urgente. Entre ellos, el principal era la imposición de un sistema de control económico, prácticamente inexistente hasta ese momento. La Federación confirmó su intención de implementar el sistema de la UEFA, consistente, en líneas generales, en limitar el gasto en plantilla a un 70% de los ingresos totales de la temporada. Aunque, eso sí, introduciría esta variación de forma gradual.

Tal y como informó Relevo, los clubes mostraron su aprobación a estas medidas, que aún debían aprobarse en votación en semanas posteriores. Era la manera más eficaz de evitar casos como el del Extremadura o del DUX Internacional de Madrid, que tanto daño hicieron en la seguridad de la categoría tiempo atrás. La Federación también insistió en otros asuntos como el sistema de ayudas o los derechos televisivos.

Uno de los grandes conflictos entre Federación y clubes a lo largo de estos años son precisamente los ingresos que el organismo inyecta sobre los propios equipos. La RFEF mostró su preocupación en torno a que algunas entidades llegaran a depender en un 80% de las ayudas propias. Por otro lado, las dos temporadas que ha vivido la Primera Federación como tercera categoría del fútbol español han contado con una cantidad de ingresos considerablemente inferiores a lo esperado en lo que respecta a los derechos televisivos. Es más, las plataformas dueñas de la retransmisión han dado problemas técnicos, han cambiado a lo largo de una misma temporada y han despertado el recelo de algunos clubes, conscientes de que el salto a la profesionalización que prometía la transición estaba más lejos de lo esperado.

Ahora, el foco de conflicto se centra en una división de la categoría, entre clubes social y económicamente fuertes, basados en una base social y unos ingresos publicitarios que les permitan soñar con el fútbol profesional y otro núcleo que también busca que la división se asiente como puntera, pero que goza de mayores dificultades por su actual circunstancia. Ante los continuos tambores de conflicto, la Federación considera que la supervivencia de la categoría no es viable a día de hoy y ya estudia otros modelos. La vuelta de la Segunda B ya está más cerca. Y el salto al profesionalismo, estancado. A falta de una confirmación oficial, la Primera RFEF se asoma al abismo.