Fernando Torres comienza su primer gran reto como entrenador con los 'mayores' y el fichaje de Leo Franco

Es la hora de Fernando Torres en el Atlético de Madrid. Ídolo como jugador del club, ahora le toca ponerse a los mandos del filial del equipo rojiblanco, un equipo que juega en la tercera categoría del fútbol español. Su tarea en el Juvenil A durante las últimas tres temporadas fue increíble, ganando y, sobre todo, desarrollando futbolistas jóvenes.

Pero este reto en el filial, que llega después de un doblete histórico tras ganas liga más Copa de Campeones, es diferente. Ya no se entrena a niños, ahora se entrena a hombres. Ya no se juega contra chavalitos que sueñan con vivir del fútbol, ahora se juega contra equipos semiprofesionales. Es cierto que no están Córdoba, Castellón o Málaga, pero esta Primera RFEF es muy exigente, con históricos como el Hércules, Murcia y Recreativo de Huelva, otros que han estado hace poco en Segunda división como Fuenlabrada, Ibiza y Villarreal B o el resto de filiales como Real Madrid Castilla, Betis Deportivo o Sevilla Atlético.

La exigencia será grande, sí. El Atlético de Madrid B realizó una muy buena primera temporada quedando en mitad de tabla y salvándose con holgura, por lo que el reto será como mínimo igualar eso sin dejar de soñar. Pensar en el ascenso a Segunda es algo utópico, el objetivo del filial no es ese, es el de formar futbolistas para el primer equipo.

Volviendo al equipo, el Atlético de Madrid se ha reforzado tras perder algunas piezas importantes como Marco Moreno o Mariano Gómez en la defensa, dos veteranos que para esta categoría son necesarios. Martín Pascual, de 25 años, llega procedente del Rayo Vallecano para reforzar esa parcela y Torres está pendiente de si Kostis sigue en el primer equipo o toma un camino fuera del club.

Carlos Giménez, Ale García o Selu Diallo también son algunos de los refuerzos, además de varios chicos que suben del Juvenil A y que Torres conoce muy bien como Spina, Julio Díaz, Iker Luque o Rayane. También otro nombre a tener en cuenta es el de Javi Serrano, que, como hemos contado aquí, se quiere quedar en el filial al no tener lugar en el primer equipo tras una temporada cedido en el fútbol de Austria.

Pero Fernando Torres no está sólo en esta aventura. Además del trabajo de los fisioterapeutas, analistas o utilleros, el cuerpo técnico de Torres está formado por varias personas que se encargan de situaciones dispares. Por un lado está el entrenador asistente, Ricardo Ortega, que se suele encargar de la fase ofensiva del equipo y que siempre está en contacto con los analistas que se sitúan en zonas más altas durante los partidos. Los jugadores reconocen que Ortega es muy intenso y hace que nunca se relajen.

Por otro lado también está Ricky Alonso, el entrenador de porteros del equipo y que tiene otra función muy importante, ya que es el que dirige las jugadas a balón parado, tanto en defensa como en ataque. La temporada pasada se veía cómo Alonso se ponía de pie en cada tiro de falta o córner para decidir junto a sus jugadores qué camino elegir para intentar batir al rival. Esta temporada sabe que las jugadas de estrategia serán más importantes que nunca y que la diferencia entre juveniles y Primera RFEF será muy grande.

Por último y no menos importante, Leo Franco. El argentino, como contamos hace unos meses, se ha unido al cuerpo técnico de Torres para ser una parte importante. Con mucho mando por su experiencia, es el encargado de la fase defensiva del equipo y también será importante en la relación con el primer equipo.

Fernando Torres tomó la decisión de llevarse a los suyos en dos ocasiones a Segovia para hacer sesiones de entrenamiento y convivencia. Tras unos días donde muchos jugadores del 'B' fueron con el primer equipo por la falta de efectivos, el entrenador madrileño decidió que más adelante les tocaría a los suyos 'aislarse' para conocerse mejor y unir a la generación que sube con la que ya estaba.

En definitiva, una nueva aventura para Torres y los suyos que se iniciará ante el Sanluqueño el sábado a las 19:00 horas en el Cerro del Espino de Majadahonda. La ilusión de los aficionados rojiblancos con el primer equipo también se traslada al filial y seguramente con el aliciente de Torres se verá una buena afluencia de gente en la ciudad deportiva rojiblanca.