FÚTBOL

Registrar la celebración de los goles sigue trayendo cola: Diego López recuerda a Palmer que él no empezó

La moda de proteger la propiedad intelectual del festejo en los goles ha levantado polémica en casos como Dani Olmo o Bellingham.

Diego López celebra un gol con el gesto del frío./
Diego López celebra un gol con el gesto del frío.
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Cole Palmer, Dani Olmo, Jude Bellingham o Kylian Mbappé han registrado sus celebraciones de gol como parte de su marca personal en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea. Unos gestos que ya forman su ADN y que les saldrán muy caros a aquellos que les quieran copiar. A partir de ahora y durante al menos diez años, tienen reservada la exclusividad de uso en todo el continente.

De este modo, los futbolistas en cuestión tienen permitido monetizar su gesto a través de productos de merchandising o campañas publicitarias. También estarán protegidos ante todos aquellos que quieran utilizarlos de forma lucrativa o con un uso indebido sin su previa autorización. Una forma más de capitalizar la imagen de un jugador que en estos días se ha convertido ya en mucho más que un deportista de élite: es una marca a todas luces.

¿Significa esto que ningún jugador más podrá celebrar de este modo? Sí y no. Por un lado, los futbolistas que les copien se enfrentan a un posible reclamo por parte de los registradores. Por otro, si no hay un rédito económico de por medio, ni tampoco un gesto de desconsideración, lo más normal es que se quede tan solo en una anécdota y ni siquiera haya un intercambio legal de por medio.

Los deportistas también ganan un importante perfil mediático y una iconicidad en el planeta al siempre ir de la mano con una determinada celebración. Extender los brazos celebrando un gol ya no es un festejo estándar, sino el festejo de Jude Bellingham. El clásico gesto del frío ya no es una divertida celebración en días gélidos, sino la manera de mostrarse en sociedad un tanto de Cole Palmer.

Por supuesto, esto no ha dejado indiferente a nadie. Ya no tanto por la decisión de proteger su imagen ante la Unión Europea, sino más bien por la propia adjudicación de determinados gestos. ¿Es Cole Palmer el primero que ha celebrado así un gol o al menos de los únicos que se conocen? No. Quizás sí el más icónico o el que lo ha prolongado en el tiempo. Pero no es pionero en ello.

Diego López, futbolista del Valencia, ha publicado una historia en su cuenta de Instagram imitando la celebración del mencionado Palmer. Imitando... O no. El extremo ya festejó un gol así en 2022, cuando el jugador del Chelsea no era tan ilustre como en la actualidad. En Twitter añade unos emojis de incredulidad ante la sensación de que lo que él estrenó ha acabado siendo propiedad, imagen y seña de identidad de otro gran futbolista sin poder hacer nada para remediarlo.

También ocurrió, aunque con menos ruido, con Masca, jugador del Oviedo, que se sorprendió cuando Dani Olmo registró la celebración del reloj, que él también frecuentaba. Otro caso es Iker Muniain, que ya festejaba los goles como Cole Palmer hace diez años con la Selección Española. En su caso, fue Borja Sainz el que se metió por medio para sacar la cara por él.

Sea como fuere y se pongan como se pongan, la celebración del frío ya es propiedad de Cole Palmer en términos legales. Fin de la historia. Solo Bellingham podrá estirar los brazos como lo hace, Mbappé echarse al suelo cruzando los brazos y colocando sus manos sobre las axilas, o Dani Olmo marcar la hora. Cuestión de ley.