FÚTBOL FEMENINO

Nuria Rábano: Adama Traoré como ejemplo a seguir y una petición muy especial

La lateral izquierdo del Barça retrasó su posición de extremo a lateral en el Depor y brilla como culé.

Nuria Rábano se saca un selfie con varias aficionadas del Barça. /FCB Femení
Nuria Rábano se saca un selfie con varias aficionadas del Barça. FCB Femení
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

La vida deportiva de Nuria Rábano se transformó por completo el 31 de agosto de 2019. Ocurrió en un amistoso entre el Dépor y el Sporting Braga. Por primera vez, la futbolista del Barça iba a ser lateral. Nuria, acostumbrada a apurar la línea de fondo del campo rival y a pelearse con la defensa contraria, se salió.

Sin embargo, tanto Nuria como su entorno tardaron en asimilar el cambio. La convicción del Dépor y conseguir que Adama Traoré fuese un espejo en el que mirarse ayudaron. Ahora, Nuria aprovecha cada minuto que le brinda el Barça -y Fridolina Rolfö- para brillar en el lateral izquierdo culé. A través de su entorno más cercano y de dos de los grandes artífices de la 'nueva' Nuria, Relevo radiografía a la futbolista blaugrana, inmersa en un crecimiento constante.

Un cambio difícil de asimilar

Manu Sánchez, el entrenador de aquel Deportivo que maravilló al mundo del fútbol en su primera vez en la máxima categoría, todavía se refiere a al cambio como "una maravillosa prueba, que salió de lujo". "Llevaba tiempo con aquella idea en la cabeza. Veía que, por sus condiciones futbolísticas, necesitaba más espacio. Para ser extremo, le faltaba un pelín de creatividad a la hora de regatear. En cambio, cuando tenía espacios, los detectaba y los aprovechaba muy bien", recuerda el extécnico deportivista, el primero que se 'atrevió' a retrasar la posición de Nuria Rábano.

Probablemente, al que más le costase digerir el cambio fuese a su padre. "Dejó de hablar conmigo", recuerda Manu entre risas. "El tiempo nos ha dado la razón", añade. El ímpetu del padre de Nuria por que su hija mantuviese su posición en el campo empezó mucho antes del cambio. Desde el Dépor, recuerdan una anécdota que define a la perfección su preocupación. "Recuerdo que su padre me llamó en la segunda o en la tercera temporada. Me dijo que en la página web del club Nuria no salía como delantera y que aparecía como centrocampista. Me pregunto que qué pasaba, que si la íbamos a cambiar de posición", cuenta Manu. La explicación era sencilla: la web del Dépor dividía a la plantilla en porteras, defensas, centrocampistas y delanteras, por eso, Nuria aparecía en las terceras.

Pablo Pereiro, el director deportivo de aquel Dépor y uno de los grandes artífices del éxito del equipo, también recuerda esas conversaciones con su padre. " 'No llega arriba, no mete goles', me decía todo el rato", explica sonriente. Pablo siempre le respondía lo mismo: "Tu hija está aprendiendo a competir en una nueva posición, va a ser mucho más completa".

Los recortes de Adama Traoré

Para facilitar la transición, el Dépor recurrió a Adama Traoré. En el 2019, el exfutbolista del Barça andaba reinventándose en la Premier. Aterrizó en el Wolverhampton como extremo, pero acabó brillando como carrilero, siendo uno de los más destacados de la competición en esa posición. "Le dijimos que se fijase en él. De vez en cuando, yo le mandaba artículos que hablaban sobre la conversión en carrilero de Adama", recuerda Pablo.

En una rueda de prensa, Nuno, el entrenador del conjunto inglés, admitió que estaban "construyendo a un jugador", refiriéndose a Adama. Además, el propio futbolista afirmó que "se estaba convirtiendo en un jugador mejor". Pablo lo vio claro y, a golpe de recortes y del buen hacer de Nuria, construyeron a una de las mejores laterales izquierdos del fútbol femenino nacional.

Aquel temporadón en el Dépor le valió su fichaje por la Real Sociedad. Durante dos temporadas, se adueñó del perfil zurdo realista y al término del curso pasado, se convirtió en uno de los fichajes del Barça.

Una petición muy particular

Nuria Rábano se convirtió en uno de los nombres más reconocibles de aquel súper Dépor, junto al de Misa, Athenea, Tere Abelleira, Gaby, Iris Arnáiz, Peke o la ya retirada Alba Merino. Sin embargo, su fichaje fue uno de los más complejos.

El cartel Nuria Rábano y Tere Abelleira, en la tienda del Dépor.  DÉPOR
El cartel Nuria Rábano y Tere Abelleira, en la tienda del Dépor. DÉPOR

La lateral del Barça jugaba en el Atlético Arousana y el Dépor, que estaba creando un proyecto con futbolistas muy jóvenes, puso sus ojos en ella. "Cuando quisimos ficharla, su padre nos citó en su casa. Cuando llegué, nos sentamos en el salón y el padre me plantó un cuestionario, la típica carpetilla de los inventarios de los almacenes", recuerda todavía incrédulo Manu Sánchez. "Al principio, me sorprendió mucho. Ahora, que ya le conozco, lo entiendo", continúa. "La primera pregunta era que si teníamos Cánula de Guedel en el botiquín. ¡Ni el contrato ni nada, eso!", finaliza entre risas el exentrenador deportivista.

Su miedo a los aviones y la debilidad por su hermano

Aparte del fútbol, una de las grandes debilidades de Nuria es su hermano. Quienes les rodean, afirman que Alfonso vive "absolutamente ensimismado por su hermana". Es uno de sus mayores fans y cuando Nuria jugaba en el Dépor, tendría 11, 12 años, correteaba por todos los lados enfundado en su camiseta deportivista con el nombre de su hermana a la espalda. No se perdía ni un solo partido y gritaba como el que más. "A día de hoy, tiene que estar viviendo un sueño", afirma su entorno más cercano.

Por el contrario, si hay algo que Nuria detesta son los aviones. Le dan pánico. "Un día, vio un documental con Ana Tejada sobre esto y le cogió todavía más miedo", cuentan los que la conocen. Un miedo que, como muchas otras futbolistas -Aitana también confesó sufrirlo- combate hablando o intentando distraerse durante el vuelo.

Su primera chiquillada en el Dépor... con Athenea

Quienes lo vivieron desde dentro cuenta que aquel Dépor se convirtió en una familia. Todavía hoy, unos cuantos años después y con la mayoría de sus jugadoras fuera del club, son habituales las muestras de cariño entre ellas por las redes sociales.

En su primer año en el Dépor, Nuria vivió en casa de los padres de una compañera. Pero con el paso de las temporadas, se 'independizó'. Nuria compartía piso con Athenea y otra futbolista del B. Una noche montaron una fiesta con más gente del equipo y también del filial... y se les fue de las manos. "Recuerdo que nos llamaron, que los vecinos habían avisado a la Policía", recuerda Pablo Pereiro. "Fue la típica travesurilla de gente joven, tampoco armaron demasiado jaleo, pero los vecinos se asustaron", relata Pablo con cierto aire paternal. "Les dijimos que tuviesen cuidado y que no volviese a pasar y listo", zanja.

Sin duda, una etapa que forjó el carácter deportivo y personal de Nuria Rábano. Ahora, la lateral del Barça acumula minutos y cada vez se desenvuelve y se entiende mejor con sus nuevas compañeras de equipo. Nuria ha cambiado de espejos en los que mirarse y aprovecha y disfruta las ventajas de tener a su lado a algunas de las mejores futbolistas del mundo.