OPINIÓN

Nos prometieron la panacea con los audios del VAR pero ahora la RFEF tiene una encrucijada

Una revisión en la pantalla./

Una de las grandes novedades arbitrales de este 2024 fue la introducción de los audios del VAR, en lo que creíamos que sería una revolución que calmara las aguas en torno a la actuación de los colegiados españoles y aportara más transparencia sobre el día a día del colectivo. En cierta medida así ha sido, pero no hay que quedarse en el inmovilismo y seguir evolucionando hasta hacer del fútbol un lugar mejor. El pasado 13 de enero, la Federación publicó el primer audio liguero sobre una revisión en el monitor en el encuentro de la Jornada 20 entre Sevilla y Deportivo Alavés, el preludio de lo que serían otros muchos hasta un total de 195 publicados en el canal oficial de la RFEF.

Este camino al que tanto costó llegar bien podría haber supuesto una época de calma y tranquilidad. Sin embargo, no ha sido así. En el fútbol español continúa rondando la sensación de que todo está en tela de juicio. Que el arbitraje es severamente criticado y que su evolución en la comunicación al gran público no es suficiente para ser respetado por todos. Posiblemente un problema sin solución, aunque existen evidentes vías de mejora en el horizonte. Un año después, se puede decir que los audios del VAR han sido una huida hacia adelante y una ligerísima mejora al modelo ya existente.

Datos: los árbitros suelen hacer caso al VAR

Los datos son los que son y hablan mucho del impacto de los audios, aunque no lo parezca. En lo que va de temporada, solo cuatro veces el VAR ha llamado al árbitro a la pantalla y este ha decidido confirmarse en su decisión inicial y mantener el orden tal y como estaba. Desde la instauración del videoarbitraje en LaLiga, ha ocurrido un total de 57 veces. El término absoluto parece gratificante y una cantidad significativa. Pero no lo es. Esta es la séptima temporada de la tecnología en España, lo que hace una media de algo más de ocho por temporada.

Este registro solo hace referencia a Primera División y no a Segunda, si bien sirve como referencia de que el número de ocasiones en las que el colegiado no hace caso a los de arriba es mínima. Lo normal es que en una jornada de LaLiga EA Sports tenga entre cuatro y cinco revisiones si la cosa está tranquila, por lo que ocho 'no-correcciones' por temporada es una cifra baja.

¿Qué queremos decir con esto? Si el árbitro va a la pantalla del VAR y observa una acción evidente, clara y manifiesta, el audio, en la gran mayoría de ocasiones, carece de interés. Y lo hace porque no existe apenas diálogo, ni debate, ni discusión, ni nada. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse: el colegiado ve en una pantalla que se ha equivocado, lo comunica a su compañero y termina por señalar lo que todo el mundo, salvo algún que otro bañado en subjetividad, ha visto.

En realidad, esa se supone que es la naturaleza del VAR. No entrar en jugadas grises y solo en errores claros y manifiestos. Quizás uno de los problemas que está teniendo la tecnología es que ha sobrepasado en múltiples ocasiones esa barrera. Pero eso es otra historia. El caso es que muchos seguidores, y con razón, se preguntan por qué una acción sí y la otra no. Que cuál es el criterio. Que por qué no ha ido el árbitro a la pantalla en esta situación concreta que tanto ha dado que hablar.

Así pues, escuchar lo que ha dicho el colegiado en un penalti que todo el mundo cree que es penalti pues no resulta de especial interés. Hay veces que es más discutible e interesante, como cuando el árbitro se reafirma o en casos muy concretos. Tras este párrafo, un gran ejemplo. Por tanto, claro que es una evolución contar con los audios del VAR, pero se pueden mejorar.

Evolución: el caso del derbi madrileño

Busquets Ferrer dirigió uno de los partidos más difíciles de la temporada: el derbi madrileño entre Atlético y Real Madrid en el Metropolitano. Pese a ser discutido, su actuación estuvo a la altura de las circunstancias, bajo un clima de tensión innegable. Si fuera por la política actual, el público solo hubiera podido entender cuál era su parecer si hubiera sido llamado a la pantalla. Sin embargo, la Federación, dada la magnitud de lo ocurrido y la suspensión provisional del encuentro por el lanzamiento de objetos a Thibaut Courtois, decidió publicar un audio de siete minutos en el que se mostraban todas las conversaciones entre el árbitro y los jugadores y cómo actuó en el momento del parón temporal.

Aquel vídeo reúne más de 517.000 reproducciones en Twitter, cuenta con cerca de 500 retuits, más de mil 'me gusta', más de 400 elementos guardados y más de 200 comentarios. Tratándose de un asunto de arbitraje, es natural que haya muchos insultos y críticas, pero la percepción general fue muy satisfactoria. Por ejemplo: "Pues mucha personalidad de Busquets Ferrer ayer, y muy bien explicado todo el protocolo a todos los protagonistas. Igual que se critica a los árbitros en otras ocasiones, lo del derbi es para elogiar", "un árbitro en condiciones" o "ejemplar Busquets Ferrer, la verdad".

Probablemente aquella vía comunicativa hizo un gran bien al arbitraje. No se ha repetido desde entonces, ya que evidentemente es algo que se puede hacer en días y momentos contados. Pero es un gran camino a seguir. No siempre tiene que ser tan elaborado, quizás baste con poner esos veinte segundos de conversación sin monitor en el que comentan los de arriba y abajo una acción polémica. Esos instantes en los que el colegiado se echa la mano al oído para hacer ver a los jugadores que está recibiendo comunicaciones desde Las Rozas.

Audiencias: ¿le interesan a la gente los audios del VAR?

Hay audios y audios, eso está claro. No es lo mismo una acción que ha dado que hablar a una que es evidente. No es lo mismo un penalti a favor del Real Madrid que una mano clamorosa en un Racing de Ferrol-Cartagena. Las dos primeras revisiones subidas por la Federación* en enero suman 10.000 y 13.000 visualizaciones respectivamente, fruto de la curiosidad del público por ver cómo se desenvolverían los colegiados delante de la pantalla. El polémico Real Madrid-Almería de solo una jornada después tuvo tres vídeos diferentes para las tres acciones de la discordia. También resultaron ser un éxito, con 18.000, 14.000 y 21.000 visualizaciones.

Avanzar en la competición evidencia que el impacto inicial se diluyó. En la Jornada 25 una revisión del Granada-Almería solo tuvo mil visitas. En la 26, el Las Palmas-Osasuna acumuló 3.700 visitas y el Real Madrid-Sevilla, 4.700. Una caída, a todas luces. Eso sí, hay demasiadas variables que entran en juego: cómo se coloque el vídeo en las pantallas principales, su difusión por parte de determinadas cuentas con una importante cantidad de seguidores, la naturaleza de la acción, los equipos implicados, lo que dé que hablar... Por tanto es difícil establecer con exactitud el impacto.

*Los datos tomados son del canal de YouTube de la Federación, lugar donde primero se publican. Después, son mostrados en televisión, en redes sociales, en las cuentas de los propietarios de los derechos de televisión... Por tanto, es una simple aproximación del impacto de los vídeos, pero no una exacta recopilación de información.

La naturalidad de los audios: ¿se cortan o son reales?

Los audios del VAR muestran al árbitro en una situación de tensión y, en ocasiones, discute acaloradamente con futbolistas o entrenadores que no le dejan apreciar la acción con tranquilidad en el monitor. Este hecho se ha reducido considerablemente con el paso de los meses, lo cual puede implicar dos cosas: o que se corten hasta el momento en el que el árbitro llega a la pantalla y ya lo está viendo a escasos centímetros o que los propios colegiados apuesten por ser más sosegados para que el público no pueda escucharles. Esto no ocurre siempre, aunque hay veces que la duración de la comunicación es mínima, se intuyen momentos de silencio irreales en un ambiente con muchísimo ruido ambiente... Un simple detalle sin demasiada importancia que tampoco ayuda en la satisfacción plena del aficionado.

Un ejemplo: ¿qué ocurre en esos segundos donde no se escucha nada?

Ya no es tan habitual ver esto:

La comunicación de los árbitros es dispar y confunde

Uno de los discursos más señalados por los protagonistas a pie de campo es que hay una falta de criterio uniforme entre los propios árbitros. Un discurso que, además, no acarrea sanción, por lo que se puede repetir cada vez que hay una acción polémica como un comodín de lo más útil. Esto también ocurre con el VAR y no solo a la hora de llamar o no a los colegiados a la pantalla.

Los árbitros de VAR, según marca el protocolo, tienen que avisar al colegiado de campo cuando haya un error claro y manifiesto. Le deben comunicar que tiene que revisar un posible penalti/roja o lo que corresponda y una vez esté en el monitor, seguir sus órdenes, no darle indicaciones y dejar que tome la decisión por lo que vea y no condicionar en absoluto su percepción.

Sin embargo, a lo largo de estos meses hemos visto de todo. Desde aquellos que dejan al colegiado tomar su decisión libremente, hasta los que se empeñan en describir con todo tipo de detalle cada movimiento de defensor y atacante. Aunque no sea su intención, insistir a un árbitro relatando qué es lo que ha pasado es, en cierta medida, una forma de decirle que esa es la realidad y que así la tiene que ver.

Por otro lado también están los que hacen una simple descripción para acompañar a su compañero o los que aportan detalles del estilo "te vamos a poner ahora una repetición muy buena en la que se ve lo sucedido".

Aunque no es lo más habitual, esta comunicación dispar también ha enfadado al público, que ha tenido la sensación que desde el VAR se imponía una decisión y no se dejaba al del campo deliberar y marcar su criterio en función también de sus sensaciones en el terreno de juego.

Un ejemplo en el que el árbitro de VAR deja libremente decidir al colegiado y tan solo le acompaña en su revisión:

Un ejemplo en el que el árbitro del VAR es más insistente e insiste en describir qué es lo que ha ocurrido:

Otros modelos siempre parecen atractivos: la comunicación en directo como ejemplo en la Copa Intercontinental

FIFA ha instaurado en sus competiciones un modelo diferente, por el cual no es necesario esperar al momento en el que se publiquen los vídeos de la comunicación entre el árbitro y el VAR, sino que es el propio colegiado el que a través de su micrófono explica por megafonía qué es lo que ha visto, qué decide y una breve explicación de sus motivos. Esto se ha dado, por ejemplo, en la Copa Intercontinental en la que el Real Madrid tumbó al Pachuca.

Este hecho ayudaría a comprender al árbitro en el momento caliente, aunque habría que ver si su impacto es positivo en una liga doméstica. Por un lado, puede frustrar a los jugadores saber la explicación exacta e incentivar que estos puedan reclamarle en jugadas similares. Pero, sobre todo, puede enfurecer todavía más a la afición local en caso de que una decisión no vaya en consonancia a lo que ellos creen. Un escenario que también podría generar a los protagonistas un miedo escénico a hablar en el momento por la repercusión que pudiera tener en el resto del encuentro.

Un futuro con vías de mejora: ¿audios de polémicas, que los clubes reclamen...?

Hay que partir de la base de que no se puede llegar a todos lados y que no es tan sencillo mejorar lo que ya hay. Aun así, como hay vías de progreso, toca plantearlas. Una buena medida es que la RFEF seleccione cada jornada las acciones más destacadas o que generen más runrún y publiquen un vídeo resumen en el que se vea la comunicación de los árbitros con los de arriba.

Otra posibilidad es que los equipos pudieran reclamar una acción concreta y que la RFEF la publicara. Teniendo límites como que esto solo pueda darse en tres o cinco ocasiones por temporada. En su momento, se reclamó que la Federación publicara los audios de Ortiz Arias tras un partido del Girona en el que David López le acusó de hablar con soberbia e insultar. La RFEF anunció que esa manera de dirigirse al jugador jamás se había producido e invitó al jugador y al club a escuchar lo ocurrido. Pero nunca se desvelaron públicamente. Por tanto, es difícil que esto ocurra, aunque sería un gran paso.

Una alternativa interesante es que en una de las pocas ruedas de prensa que dan los árbitros sí entren a juzgar acciones concretas. Por ejemplo, que se permita a cinco medios preguntar por una jugada en cuestión para no eternizar. Y que Medina Cantalejo y los presentes analicen si ha habido error del árbitro, si no...

Mejoras comunicativas que pueden llevar al arbitraje a una cercanía con el aficionado, tan necesaria en estos días. La nueva Federación tiene mucho trabajo con los audios del VAR. No hay una fórmula perfecta, ya se ha visto que no solucionan todos los problemas y la RFEF tiene un encrucijada ante sus ojos de cómo mejorarlo.