El enredo con el Barça tiene a Nico aún de pretemporada
El candidato al Balón de Oro ha empezado la temporada sin la chispa de la Eurocopa. Contra Serbia no completó ni un solo regate.
Ginebra.- La Selección ya está en Suiza para preparar el compromiso del domingo ante la Nati (20:45, La 1), su segundo partido en la Nations League. De la Fuente, que ayer calificó el encuentro en Serbia (0-0) como "de pretemporada", ya le da vueltas a la cabeza para conseguir que su equipo gane en fluidez y profundidad para vencer en Ginebra. La España del riojano siempre se ha caracterizado por depender de los extremos… y hay uno que todavía no carbura: Nico Williams.
Si Lamine Yamal fue probablemente el mejor en Belgrado, el atacante del Athletic apareció bastante menos y se difuminó con el paso de los minutos. En la primera mitad sí inquietó con algún centro al área que buscó a Ayoze o al propio Lamine, pero en la segunda desapareció y terminó sustituido en el 83' por Ferran Torres. Su inicio de temporada no está siendo brillante: volvió con chispa en la primera jornada ante el Getafe (salió en el 70') y desde entonces, tras regresar a la titularidad y cuajar un encuentro gris en Montjuïc, no ha completado todavía una actuación redonda. Ante Valencia (33') y Atlético (90') pasó de puntillas.
De la Fuente dio continuidad en Serbia al esqueleto de la Eurocopa. Eso implicó respetar la jerarquía de los extremos, con galones merecidos pese a su juventud, y la diferencia entre el dueño de un costado y el otro resultó palpable. Lamine remató más que nadie (cuatro veces), generó como ninguno (tres ocasiones), fue el máximo regateador (cuatro quiebros), intentó 10 centros y hasta se fajó en defensa: seis recuperaciones, en el top por detrás de Fabián (siete). Nico colgó sólo seis balones, tiró una vez, intervino bastante menos en el último tercio… y no completó ni un regate.
Los que le conocen hablan de un proceso "normal": hasta ahora al menor de los Williams nunca le ha caracterizado la regularidad y sí encontrar picos de forma que le catapulten. A la Eurocopa llegó como un tiro, pero después tuvo menos vacaciones que el resto (las acortó de motu proprio) y la soga del cansancio físico y mental, después de haber disputado 46 partidos la temporada pasada, aprieta. Por mucho que este sea un nuevo curso, no hace ni dos meses que la Roja levantó la Euro y el calendario no permite levantar el pistón. "Acabo de empezar mi preparación. Comencé tarde, tuve molestias y me está costando entrar en el equipo", dijo el '17' hace siete días tras perder en casa ante el Atleti.
Más estudiado
Que no ha encontrado todavía una forma óptima es una realidad. Los datos también demuestran que España volcó infinitamente más el juego hacia la banda de Carvajal y Lamine en el Pequeño Maracaná que hacia el costado que dominan Cucurella y Nico Williams: Carva intervino 107 veces con la pelota, Lamine 73, Nico 47 y Cucurella 43.
El pamplonica se enfrentó a otro fenómeno al que tendrá que acostumbrarse: los rivales ya saben cómo se las gasta y tuvo siempre cuatro ojos encima. Nedeljković, carrilero de 18 años que debutaba; y Eraković, central duro, se enfrentaron a él en uno dos para uno permanente cuando trató de arrancar. El cuerpo técnico es consciente de que este tipo de escenarios se repetirán a menudo, con rivales que teman la velocidad de balón de España y se encierren en un bloque bajo, y trabajarán con Nico para buscar recovecos. Él también habló de ello hace no mucho: "Noto que me respetan más, que me vigilan; ya no soy el Williams de hace un año".
Tampoco le han ayudado la carga del verano y las idas y venidas con su futuro. A su mesa llegaron múltiples ofertas, no sólo del Barcelona, y desde que finalizó la Euro abrió un arduo proceso de consulta con su familia y su representante para tomar una decisión. Aunque el dictamen resulta de sobra conocido (seguirá por lo menos un año más en Bilbao), todo el ruido que se creó y se continúa propagando a su alrededor no ha colaborado.
Desde la RFEF, asimismo, se entiende como natural que haya futbolistas lejos de su mejor estado de forma. La Euro exigió el máximo de cada uno de ellos y, especialmente, de hombres como Nico, inexpertos en esas lides y obligados a prolongar hasta el 14 de julio los esfuerzos de una campaña ya reclamó su cien por cien en Liga y Copa. De hecho, el extremo sintió molestias en el choque ante el Barcelona y, aunque las pruebas descartaron luego la existencia de una lesión, también se le mima para que el percance no se reproduzca. Hace sólo unos días acogió con emoción su candidatura para el Balón de Oro… y ahora, con un partido importante para España a 48 horas, tiene ganas de dar un paso al frente y que su fútbol (y no sus siguientes pasos) ocupen de nuevo las portadas.