Todas las bajas se subsanaron menos las de Nico Williams y Olmo
La Selección venció a Dinamarca pero le costó un mundo abrir la lata. Raya, Porro, Vivian y Zubimendi dieron una buena nota en Murcia. Pedri y, sobre todo Oyarzabal, estuvieron más espesos.
Murcia.- Anoche, en mitad del España-Dinamarca disputado en el Enrique Roca correspondiente a la fase de grupos de la Nations League, cuando el empate a cero agobiaba a más de uno en la zona de prensa por no saber por dónde tirar los análisis y los titulares, surgió una pregunta que también se repetía en la grada: ¿de todas las bajas de la Selección, cuál es la que más se está notando? Había donde elegir con Unai Simón, Carvajal, Le Normand, Rodrigo, Gavi, Nico, Olmo, Yeremy y Ferran fuera de combate. Y la respuesta era evidente antes de abrazar el primer puesto: sin desborde, magia entre líneas, imaginación y por momentos falta de chispa, Nico Williams y Dani Olmo ganaron el debate por amplia mayoría. Algo que también es probable que suceda el martes ante Serbia con Lamine Yamal, que fue desconvocado por una sobrecarga.
En la portería, David Raya no sólo cumplió el expediente, sino que fue uno de los jugadores más importante del encuentro al sacar dos manos prodigiosas. Su papel en la Roja está siendo tan importante en esta era post-Eurocopa que no es atrevido decir que ya se ha abierto el debate en la portería. Aún queda por delante el trascendental partido del martes en Córdoba frente a Serbia (20:45), donde una victoria consolidaría el liderato alcanzado y clasificaría matemáticamente a la Selección para los cuartos de final de la Nations League -que se disputan en marzo de 2025-, independientemente de lo que suceda en los dos partidos que restan por disputarse en noviembre. Y este rendimiento y el hecho de que Unai Simón siga de baja, recuperándose de su operación en la muñeca derecha, hace que ahora mismo el guardameta del Arsenal parta con ventaja para el futuro más inmediato.
A Pedro Porro le sucede un poco más de lo mismo. El lateral del Tottenham aprovechó la nueva ocasión brindada por De la Fuente para suplir nada más y nada menos que a un jugador indiscutible como Carvajal. Con la grave lesión de rodilla del madridista, que le tendrá hasta el próximo verano alejado de los terrenos de juegos, el extremeño parece que es la alternativa más fiable para adueñarse de ese carril una vez que Jesús Navas ya no volverá y se retirará del fútbol en diciembre. Mingueza es el plan B y, aunque en la Sub-21 también hay buen material (los sevillistas Juanlu y Carmona), De la Fuente es un firme convencido del potencial de Porro, con el que lleva contando cuatro años en las categorías inferiores. Anoche falló algún que otro pase sencillo, pero se compenetró bien con Lamine, no sufrió demasiado en defensa y se permitió el lujo de regalar la asistencia del partido a la perla del Barça.
Con Vivian nunca hubo ninguna duda, pero ante Dinamarca confirmó que está para mucho más que para sustituir a un titular. Le Normand, cuando regrese, va a tener que apretar de lo lindo para mantener su puesto en el once. El central del Athletic se crece con la responsabilidad y de nuevo volvió a parecer un veterano del equipo cuando, en realidad, sólo lleva un puñado de apariciones. Sabedor de que se le mide con lupa, por el hecho de que -supuestamente- es más contundente que fino en la salida, se está esforzando por airear que es mucho más que un defensa que va bien al corte, en anticipación o de cabeza. Últimamente tiene tanta responsabilidad, o incluso más, que Laporte en la construcción. y Zubimendi y Fabián, sobre todo, lo agradecen cuando se atreve a jugar por dentro. Estar por delante de todo un central del Barça como Cubarsí, gracias a la confianza ciega del seleccionador, también le ha ayudado a empoderarse.
Es lo mismo que le ha sucedido a Zubimendi. Escuchar a su entrenador en sala de prensa le da alas. Y no sólo porque diga que es el segundo mejor mediocentro del mundo. Algo que es todo un halago y que, sin embargo, algún otro con la piel más fina se lo podría tomar mal por no ser el primero... El mediocentro de la Real Sociedad está radiante, sobre todo, por la fe que tiene el staff de la Selección en sus prestaciones. En la final de la pasada Eurocopa, cuando Rodrigo cayó, y le tocó coger el timón en una situación tan complicada, ya comprobó que todo el mundo confía mucho en su liderazgo silencioso. Zubimendi ratificó en Murcia que ha crecido una barbaridad y que si el Liverpool o el City no dejan de insistir en ficharlo es por algo. De la Fuente quiere a Rodrigo cuanto antes de vuelta. Pero por el madrileño. No porque ande preocupado. Ha logrado rellenar el socavón que su líder ha dejado.
Con los otros jugadores que se encargaron de suplir las otras dos bajas sensibles, Pedri (por Olmo) y Oyarzabal (por Nico), no hay las mismas sensaciones. No son malas, porque el partido que ambos completaron frente a Dinamarca no fue ni mucho menos deficiente. Es más, en el caso de Pedri se puede decir que fue hasta bueno por su despliegue físico, su continua aparición para dominar el partido, su solidaridad en la presión y su insistencia para rodear la muralla danesa en defensa. Pero aún está lejos de su mejor versión. El propio De la Fuente, pese a darle cariño y evidenciar que está encantado con su rendimiento, así lo expresó en la sala de prensa.
Preguntado por el hecho de que nos estamos acostumbrando a que el canario no termine los partidos y siempre sea sustituido, algo no muy habitual en la vida de los cracks, el técnico riojano fue contundente: "Pedri está para 90 y muchos más minutos, todo lo que él quiera, pero esto es un trabajo de equipo. Un futbolista desgasta al rival 70 con minutos muy buenos para que se aproveche el compañero. Mikel Merino y Álex Baena han aprovechado esos espacios. Pedri sigue siendo un grandísimo jugador y todavía está por llegar su mejor versión". La realidad es que ahora mismo Pedri está lejos de ser Olmo, un futbolista que tiene mucha más presencia en el ataque, que ve portería con facilidad y que al final, en la comparación de las estadísticas -que muchas veces es lo que cuenta- sale claramente ganador en cuanto a goles y asistencias.
Respecto a Oyarzabal, los hechos le delatan. Volvió a sacrificarse por el equipo y jugar en una posición, pegado a la banda izquierda, donde le cuesta ser quien es. Tan alejado del área, el capitán de la Real no está nada cómodo. No puede desbordar por fuera, donde la Selección pierde claramente sin Nico, y tiene dificultades para trazar la diagonal al ser zurdo cerrado. Su contribución no va más allá de ser otro soldado en la presión, aportar pausa en los ataques con pases en corto, meterse hacia adentro para dejar correr por el carril a Grimaldo y sumarse en las segundas jugadas, para cargar el área, cuando el balón está en los pies de Porro o Lamine. De nuevo fue sustituido.
Quizás, de todas las modificaciones que hizo De la Fuente, fruto de las bajas, la del extremo izquierdo fue la más preocupante de todas y puede que en Córdoba cambie el plan. Dinamarca mandó un aviso a navegantes. Al no haber pegado a la banda a un extremo puro como sí había en la derecha, los ataques fueron más previsibles. Zubimendi, Pedri y Fabián se volcaron a la izquierda simplemente para cambiar de sentido el juego pero, en cuanto pudieron, orientaron sus cabezas al sector de Lamine si la estrategia pasaba por desbordar. Pero el martes contra Serbia la Selección tampoco contará con el Factor Yamal, ese que hace que los rivales estén prevenidos y lleguen a afrontar el eslalon del barcelonista con una ayuda a su lateral y hasta dos, ya sea la de un central o la de un mediocentro. Nico y Olmo son insustituibles, se comprobó ante Dinamarca, y la sensación es que con Lamine ocurra lo mismo. La obsesión pasa porque el hueco se note lo menos posible en una nueva final ante Serbia.