MUNDIAL DE CATAR

Semifinal en Rusia 2018, final en la Euro 2020... ¿Por qué se discute a Southgate?

El seleccionador de Inglaterra vive en el alambre a pesar de sus resultados en los grandes torneos. ¿Será este Mundial su confirmación o su adiós?

Gareth Southgate, seleccionador de Inglaterra./Getty Images
Gareth Southgate, seleccionador de Inglaterra. Getty Images
Álvaro de Grado

Álvaro de Grado

Es difícil contentar a todos. A nivel de números, Gareth Southgate es uno de los dos mejores técnicos que ha tenido la selección de fútbol de Inglaterra: esto es un dato objetivo por los logros conseguidos, por la cantidad de partidos dirigidos (79) y por el porcentaje de victorias obtenidas (60%). Sus registros están por encima del nivel de cualquiera que haya pasado por ese banquillo con la excepción de Alf Ramsey, el único capaz de levantar un Mundial, en 1966, que estuvo más de una década al frente del combinado nacional.

Sin embargo, la sombra de la duda siempre acompaña a la figura de Southgate, que goza de la confianza de la Federación al mismo tiempo que recibe críticas de la afición por sus planteamientos tácticos. El técnico renovó hasta diciembre de 2024 una semana después de lograr la clasificación para el actual Mundial de Catar, por lo que aún goza de dos años de contrato por delante.

Ante Senegal, en los octavos de final, tiene otro examen para demostrar que sigue siendo el adecuado: en la fase de grupos la imagen colectiva ha sido positiva -sobre todo en la victoria por 6-2 contra Irán-, ha encontrado acomodo al talento emergente de los Three Lions y la confianza de que esta generación levantará un título sigue intacta. En 2018 alcanzaron las semifinales del Mundial, donde cayeron ante Croacia. Un año después, en la Nations League 2019, cayeron en la misma ronda y fueron terceros. En la Eurocopa 2020 rozaron el título pero perdieron contra Italia en la tanda de penaltis. Cada vez más cerca.

Southgate consuela a Saka en la última Eurocopa. Getty Images
Southgate consuela a Saka en la última Eurocopa. Getty Images

Por el camino ha tenido altibajos. El mayor foco de la crítica ha enfocado a sus planteamientos tácticos. En la Eurocopa, por ejemplo, se le acusó de inmovilismo con la pareja formada por Kalvin Phillips y Declan Rice, además de una defensa de tres centrales y dos carrileros. Con tanto defensa, pocos atacantes para las múltiples variantes ofensivas que tiene esta selección inglesa. Los resultados, sin embargo, acompañaron. En este Mundial, el poco ritmo de Phillips por su lesión y la explosión de Bellingham le facilitaron una nueva vía para que entrara el joven talento del Dortmund.

Sobrevivió a un descenso

Hace menos de un año, durante la última UEFA Nations League, la situación de Southgate ha sido más inestable que nunca... y con razón. Los resultados dieron un giro dramático: en seis partidos contra Hungría, Alemania e Italia sólo lograron tres empates, lo que provocó su descenso a la Liga B para la próxima edición. Pero el drama no acabó ahí: sólo marcaron un gol en los primeros cinco partidos (la última jornada fue un 3-3 contra Alemania) y sufrieron tres derrotas dolorosas, dos de ellas contra Hungría.

Precisamente, ante Hungría se tocó fondo. Tras perder por 1-0 en la ida, con tiempo para reaccionar, el palo llegó a la vuelta. Un 0-4 sorprendente y rotundo, merecido, que tumbó en la lona a Inglaterra y dejó noqueado a Southgate.

En Catar, el optimismo ha regresado al seno de la selección. Los jóvenes brillan, con Bellingham y Foden a la cabeza, los habituales están dando la talla, con Maguire como referente, y la gran estrella, Harry Kane, se frota las manos antes de las rondas eliminatorias: todavía no ha marcado, pero ya ha regalado tres asistencias.