MUNDIAL DE CATAR

Militao convierte su peor pesadilla en un sueño

El jugador del Madrid vivió su partido más aciago con la camiseta blanca como lateral derecho. Ahora, brilla en tal posición con Brasil.

Militao se abraza con Tite tras un partido de Brasil./EFE
Militao se abraza con Tite tras un partido de Brasil. EFE
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Marquinhos y Thiago Silva forman la pareja titular de Brasil de forma indiscutible. Son los hombres de Tite, que cree en ellos pese a la veteranía del segundo. El principal damnificado es Eder Militao, por muchos considerado el que debe ocupar la demarcación de central. Sin embargo, la plaga de lesiones que ha sufrido una de las candidatas a ganar el Mundial de Catar le ha dado una nueva oportunidad en un viejo conocido para él: el carril derecho. Un espacio que fue su peor pesadilla en el Madrid. Jugó en tal posición en la derrota prepandemia ante el Betis, en lo que fue posiblemente uno de sus peores partidos con la camiseta blanca. Pero ha sabido reconducir la situación y aprender en base a la experiencia que da la titularidad habitual. Ahora, rinde en pleno Mundial de forma improvisada.

Los problemas físicos de Alex Telles, Alex Sandro y Danilo han dejado los laterales muy tocados. Dani Alves, a sus 39 años, no ofrece las garantías suficientes para un partido de gran nivel. Y en ese contexto es Militao el que ocupa ese lugar. Entre tanto, el jugador de la Juventus se ha recuperado, pero se ha cambiado de costado por el buen nivel del madridista y por el vacío que se había quedado en el otro lado por las lesiones de los Alex.

La polivalencia de Militao ha acabado siendo la mejor medicina para un Tite que va sobrado arriba y sufre (a nivel plantilla) atrás. Pero hay una historia detrás de esa mencionada polivalencia. Porque el central del Madrid, en su día, se codeó con el puesto de lateral derecho y bien, lo que se dice bien, no terminó de salir.

Sus inicios en Brasil

Llegó al primer equipo del Sao Paulo en 2017. Entonces, era un chico de 19 años que debía pelear la titularidad desde donde el míster le requiriese. Empezó como central e incluso llegó a probar de pivote defensivo. En septiembre de ese mismo año, Dorival Junior, su técnico, le alineó de lateral derecho por las circunstancias. Y ahí forjó sus mejores momentos en Brasil. Ocupó esa posición hasta su marcha en verano de 2018, rumbo a Oporto.

Experiencia más que de sobra, pensarán. Pero en Portugal regresó al puesto de central. Al menos, de forma constante. Sí que tuvo pequeños episodios en el costado, como en los octavos y cuartos de final de la Champions de 2019. En la vuelta, cuando el Liverpool goleó 1-4 en O Dragao, Mané y Firmino hicieron mucho daño por ese costado, aunque Militao algo lo enmendó marcando el único gol de los suyos.

Al Madrid llegó un central, a todas luces. Y así se ha demostrado en todas y cada una de sus intervenciones con la camiseta blanca... salvo una. Fue en un Betis-Real Madrid en marzo de 2020, justo el último partido antes del parón por la pandemia.

Pesadilla en el Villamarín

Zidane perdió a última hora a Nacho y Carvajal por gripe. Sí estaba Lucas Vázquez, pero para aquel entonces no frecuentaba el lateral derecho y que fue titular arriba. Al francés no le quedó otra que alinear a Militao en la banda, escoltado por los míticos Raphael Varane y Sergio Ramos en el centro de la zaga. Aquello se tintó de experimento, cuando, en realidad, el brasileño se había forjado en la élite de su país natal en tal demarcación.

Claro que apenas había vivido esa experiencia en el fútbol europeo y le pasó factura. El Madrid perdió el liderato y Militao fue uno de los principales señalados de la debacle. El partido del internacional con Brasil fue un ejemplo sobre los errores básicos que un lateral derecho no puede cometer.

Estuvo perdido a la hora de subir desde el carril. Cuando lo intentó, apenas hizo daño y se le vieron las costuras en el repliegue. Fekir se divirtió a su costa. Además, estuvo impreciso en el pase y lento a la hora de recuperar y reposicionarse tras pérdida. Fue tal el estropicio que ni Zidane ni sus sucesores optaron jamás por colocarle en su posición más natural en Brasil.

Un nuevo Militao

Lo cierto es que, para entonces, Militao estaba a la sombra de Ramos y Varane y apenas había podido crecer desde su llegada al Real Madrid. Tiempo después, en abril de 2021, las lesiones de la zaga madridista forzaron un hueco en la alineación para él. Y ahí demostró por qué el club había hecho una fuerte inversión por él.

Ganó intensidad defensiva, seguridad, carácter... Una demostración cuando el equipo más lo necesitaba. Nació así un nuevo Militao al que ya nadie discute tras la marcha de la pareja que ha protegido el Bernabéu durante tantos años. Ni siquiera la llegada de Alaba y Rudiger, dos miuras con gran estima a nivel continental, le han desplazado de la titularidad.

En todo ese proceso, no se ha movido hacia la derecha para recuperar viejas tradiciones. Hasta ahora, claro. Tite se ha visto obligado a recolocarle, por necesidad grupal, y Militao está respondiendo a la perfección. En su día, el jugador reconoció que el partido ante el Betis había supuesto un antes y un después para él, por todas las críticas recibidas. "No lo hice muy bien. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero luego me ayudó a tener más motivación y más concentración", dijo a Marca.

Ahora, las estadísticas le avalan. No jugó ante Serbia y contra Camerún fue central, por lo que esos datos quedan aparcados. Frente a Suiza, tuvo recorrido por el costado, interceptó un balón, completó un 86% de pases, hizo un pase clave, fue efectivo en los envíos en largo y tuvo doce pérdidas de balón.

Ante Corea, se contuvo atrás para que Raphinha y Paquetá pudiesen desentenderse de labores defensivas. Apenas cometió errores (solo cuatro pérdidas) y completó un impecable 41/43 en pases. Queda por ver si su buen rendimiento le otorga también la titularidad ante Croacia. Alex Sandro ya se ejercita, aunque no está completamente recuperado. Si pudiese volver, Tite debe decidir si alinear a Danilo o al madridista. Sea como fuere, la posición estará cubierta. Porque Militao vivió una pesadilla que le ayudó a crecer y que ahora le permite cumplir un sueño: ser titular en Brasil en una Copa del Mundo.