Lo que funcionó y lo que falló contra Alemania
La Selección jugó muy buenos minutos de fútbol y se mostró preparada ante un gran equipo, pero al final le faltó frescura.

Hay partidos que sirven para medir estructuras. Espejos que devuelven todo lo que uno es, sin posibilidad de escudarse en vestidos que abrillanten su aspecto. La Alemania de Flick es uno de esos equipos, y el partido que planteó fue, para la España de Luis Enrique, un examen que sirve para ser optimistas con el papel de la Selección en este Mundial. ¿Qué notas podemos sacar de este partido?
Alemania nunca tuvo menos posesión que ante España en un Mundial desde 1966. Casi nada. Flick metió a Goretzka y mantuvo a Gündogan, lo que dibujaba a tres centrocampistas de muy buen pie, además de futbolistas como Musiala, un jugador que tiene todos los trucos en su bolsillo. España controló durante gran parte del encuentro una posesión que le fue útil y le permitió ir encontrando rendijas por las que colarse. Pedri, Busquets y Gavi se postulan como el centro del campo de lo que va de fase de grupos. Cada uno en un rol marcado, distinto al de su compañero, y tan bien ejecutado que durante mucho tiempo le sirvió para quitársela a un titán como Kimmich.
Personalidad intacta
Esto lleva implícita la idea de que los futbolistas tienen el mensaje de Luis Enrique tatuado en el alma. La personalidad con la que salió España ante una Alemania necesitada es muy positiva y dice mucho de un equipo que es transparente en su mensaje: el protagonismo como bandera e idiosincrasia de un grupo que crece cuanto mayor es el reto.
Pero a veces el querer ser protagonista jugando siempre en corto, creciendo a partir de triangulaciones con centrales, pivote y lateral, lleva al equipo hacia donde el rival quiere. Alemania planteó un partido en el que su objetivo era cortocircuitar los pasillos interiores, con una presión en 4-2-3-1 en la que Kimmich, pivote diestro, siempre iba sobre Pedri. Fue su sombra. Ahí hay algo que esta Selección todavía no prueba, quizás por la ausencia de piezas concretas, que es mirar lejos. Activar al jugador alejado. A veces es necesario combinar pases cortos con otros más largos para que el rival dude y se agriete la presión. Ante bloques tan altos, este recurso será necesario.
Rodri, el invento del Mundial
Rodri como central es un recurso espectacular. Ante Costa Rica fue útil en un contexto de mucha pelota y amenaza difusa. Ante Alemania, el reto fue mayúsculo, y la respuesta incontestable. Parece un jugador creado para rellenar las carencias del equipo en esta posición. Pau y Eric, que venían siendo importantísimos, son dos centrales que tienen lagunas en los duelos directos. Y ahí Rodri ha vuelto a mostrarse muy sólido. Cinco rechaces, dos disparos bloqueados, una intercepción y tres entradas ganadas. De momento, la noticia del Mundial, por lo inesperado y por el rendimiento ofrecido.
Los cambios empeoraron al equipo. Gavi es insustituible, ya no por el nivel que muestra, sino por toda la energía que imprime en las acciones. En el inicio del encuentro, el impacto del andaluz llevó a España a ganar posesiones con continuidad porque Gavi juega como si todavía no conociese el miedo. Su marcha y la entrada de un jugador como Koke, más lento y menos capaz de robar, alejó a los de Lucho del campo rival. Nico, que va a ser amenaza recurrente desde el banquillo, se quedó un poco corto, sin ese punto de desborde que le caracteriza.
Luis Enrique lo explicó: "Nos faltó defender con balón en su campo." Con Rodri y Busquets, Luis Enrique podría haber optado por meter a otro defensa y situar a Rodri cerca de Busi para tenerla más lejos. Al final, España cedió terreno ante una Alemania que apretó por necesidad, y el error radicó en no atacar esa necesidad, sino solo observarla. En oler la sangre sin acechar. Seguro que este partido servirá como ejemplo para afrontar retos mayores, que los habrá. Cuando se va a tumba abierta, a esta Selección todavía le falta una mayor mirada asesina.