El Mundial destapa a la mejor Tere Abelleira tras un año de altibajos en el Madrid: "He madurado a nivel mental"
La mediocentro, que brilla en el Mundial con España, habla con Relevo.
Wellington.- "Buah... ¡Me vas a hacer llorar!". Tere Abelleira no puede evitar emocionarse al hablar de su familia. "Son lo mejor que tengo", apunta en una entrevista con Relevo al mostrarle una foto con sus padres, hermanos y sobrinos. "En ellos me apoyé mucho este año y... Voy a llorar al final". No ha sido una temporada sencilla para la mediocentro del Real Madrid, en el que no tuvo todo el protagonismo que esperaba. Las dudas le abordaron una vez más y la gallega se refugió en los suyos para hacerse más fuerte y aterrizar en este Mundial con las energías renovadas.
Su fútbol así lo muestra, siendo una de las futbolistas que más ha brillado en la fase de grupos. Tere Abelleira ha encontrado el equilibrio. En lo futbolístico, en lo personal y en lo psicológico. La centrocampista patea la pelota con ese plus de madurez y calma consigo misma. A sus 23 años, la de Pontevedra ha aprendido a encajar las idas y venidas que presenta a veces este deporte para deslumbrar en la Copa del mundo con España.
"Este año quizá tuve menos minutos y entraba y salía. Mantenerse en un buen nivel es complicado y en eso intenté mejorar", cuenta Tere, que sigue teniendo cerca tanto el aliento de sus padres, que han viajado a Nueva Zelanda, como el de toda su familia, que le sigue desde la distancia: "Hablo con mis sobrinos todos los días y están enormes. Están a tope y me dicen: 'Madrina, te vimos en el partido".
El mismo respaldo que meses atrás le dio fuerzas para seguir creciendo con el balón en los pies. "Sobre todo, he madurado a nivel mental. El saber que ni un día eres tan buena, ni otro tan mala. Parece que es un tópico, pero es la verdad. Un día el fútbol te da el peor día de tu vida y otro el mejor. Hay que mantener el equilibrio mental. Es súper importante no venirte ni abajo, ni arriba", señala.
La futbolista española se muestra "contenta" de su nivel en este Mundial. "Vilda me dice que siga en esa línea, que lo estoy haciendo bien. Pero no mucho más. Lo más importante es aportar al equipo", confiesa la centrocampista, que ha adquirido la tarea de cubrir el puesto de pivote. Un reto que no le ha quedado grande. Todo lo contrario. Tere ha cumplido con creces en esta posición, en la que la gallega quiere seguir creciendo.
"Quizá jugaba un poco más pensando en lo ofensivo y ahora me tengo que involucrar más defensivamente. Aunque es algo que ya había hecho aquí porque alguna vez ya actué de pivote y tengo que adaptarme lo mejor posible y hacer ese bloque fuerte", subraya Tere Abelleira, que se deshace en elogios a sus compañeras en la sala de máquinas, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí.
“Ves a Alexia y dices: 'Yo también quiero ser como ella'”
Su admiración por la primera no es un secreto. Tere ya ha señalado en más de una ocasión que la actual Balón de Oro era una de sus referentes a seguir. Y al ser preguntada por cómo es compartir vestuario con ella, no se le puede escapar un "puf, increíble". "Al final es lo que sueñas desde pequeña. Ves a Alexia y dices: 'Yo también quiero ser como ella'. Compartir vestuario con ella es brutal y jugar en el campo es súper cómodo. Siempre está para hacértelo más fácil y me hace mucha ilusión".
Sobre Aitana, una de las favoritas a ganar el Balón de Oro este año, Tere indica que su año es "para quitarse el sombrero": "Es otra pedazo de jugadora. Con el balón es una pasada, lo técnica que es... Está por todos lados". Por su parte, la mediocentro del Madrid también ha hablado de Misa, su compañera en el club blanco. La meta canaria fue suplente en los octavos de final ante Suiza en una sorprendente decisión de Jorge Vilda.
"Al final es lo que llevamos diciendo. Somos 23 jugadoras que estamos para aportar y el otro día se vio perfectamente. Igual es más delicado el tema de la portería, pero somos todas profesionales. Y somos 23 para sumar. Un día puede estar una y otro día otra. Es parte de este deporte. Ella está bien y trabajando", afirma la jugadora gallega, a la que se ha visto como 'fotógrafa' de la Selección durante esta concentración en el Mundial.
"Es un hobby que tengo desde que nació mi sobrino, que empecé que si foto para aquí, que si foto para allá. Mi hermana dice que se me da bien y bueno, a ver si es verdad", desvela, al tiempo que detalla cómo fueron las reacciones tras su golazo a Zambia. Con multitud de mensajes, más que en nunca antes, el teléfono no dejó de sonar tras una diana que puso a todo el Mundial en pie.
"Las primeras personas con las que hablé fueron mi madre, que todavía no había llegado a Nueva Zelanda, y mi hermana", relata, y confiesa que no llegó a hacerle una dedicatoria especial a su padre, que estaba en la grada, porque estaba "muy emocionada". "Quería señalarlo, pero pensé que era mejor no mirarle...", asegura entre risas antes de rehuir de hablar del objetivo de llegar a la final: "Hay que estar centradas en el partido de cuartos".