Milagro en Georgia: un filial de cuarta categoría llega a la final de Copa
El Locomotive Tbilisi 2 sigue su cuento de hadas. El primer equipo cayó en octavos de final.

La Copa del Rey impulsada por Luis Rubiales le da a los modestos la posibilidad de jugar contra equipos de Primera División y, a un partido, por qué no, tratar de eliminarles. Hasta ahora, la mayor gesta la logró el Mirandés, llegando a las semifinales desde Segunda. Pero en Georgia ha ocurrido un milagro. El Locomotive Tbilisi 2 ha alcanzado la final. Sí, sí. El 2 porque es el filial. ¡Un filial de cuarta categoría ha llegado al partido por el título!
Un cuento de hadas difícil de creer. El primer equipo cayó ante el Shukura, de segunda categoría, en octavos de final. Georgia permite la presencia de filiales en su torneo debido a que no cuenta con tantos clubes para organizar una Copa con muchos participantes. Su primera división está compuesta por diez equipos y la segunda, también.
Por ello, el logro del Locomotive Tbilisi 2 no es tan meritorio como si sucediera en España, pero también es revolucionario. Eso sí, el reglamento allí no es tan estricto como en las grandes competiciones europeas y el partido de semifinales lo jugaron también futbolistas del primer equipo. Así pues, sí, hay un equipo de cuarta categoría en la final, aunque en él hayan competido futbolistas del primer nivel.
El reglamento les permite que cinco futbolistas del primer equipo bajen al 'B' para echar un cable. El resto en realidad tienen ficha del filial, aunque hayan sido asiduos del grupo principal, que va colista en primera categoría con solo ocho puntos en 32 jornadas.
El Locomotive Tbilisi, un clásico
Mientras el filial vive el episodio más apasionante de su historia, el primer equipo sufre un año negro. No obstante, solo se trata de un bache, ya que, en su día, disputó competiciones europeas. No hace tanto: en 2020, fue rival del Granada en la ronda previa de la Europa League. El equipo de Diego Martínez se impuso en Los Cármenes por dos goles a cero, con Darwin Machís y Jorge Molina de artilleros. Así pasa el tiempo: ahora uno sufre en Georgia y el otro, en LaLiga SmartBank.
Un precedente en España
¿Es solo cosa de países de no tanta tradición futbolística lo de que lleguen filiales a fases decisivas? Sí, pero no. En España y en ninguna de las grandes ligas se permite su participación en copas, aunque no siempre fue así. El Real Madrid Castilla alcanzó la final de la Copa del Rey en la temporada 79-80, en la que competían todos los clubes de Primera y Segunda y la mayoría de Segunda B y Tercera.
El Castilla empezó en primera ronda y fue arrasando a todo aquel que se le ponía por delante. En la fase final, eliminó en octavos al Athletic, en cuartos a la Real Sociedad y en semifinales al Sporting. En el partido por el título le esperaba... el primer equipo. Ahí no hubo rival. El Madrid A derrotó al Madrid B por seis goles a uno.
La Federación cambió el reglamento en la temporada 1990-91. Desde entonces, los filiales dejaron de tener autonomía y ser de entidad propia y fueron obligados a formar parte de las estructuras de sus clubes satélites. Aquella modificación implicó su eliminación de la Copa del Rey, ya que implicaba la participación del mismo equipo en dos ocasiones: la del principal y la del propio filial. Esa reglamentación aún no ha llegado a Georgia, donde un club de cuarta categoría y dependiente de uno superior, ya está en la final copera. Apúntenlo, quizás no se vuelva a repetir jamás.