El 'caso Henderson' no sirve a Laporte: ¿por qué su salida de Arabia está entre lo difícil y lo utópico?
La normativa de impuestos tiene gran influencia en una posible salida del central del Al-Nassr.
Son días de desconcierto en los despachos de Arabia Saudí. Con el mercado de invierno a la vuelta de la esquina, el foco mediático del país no apunta a llegadas, sino a una posible salida, la de Aymeric Laporte. Desde que el país se convirtiese en un mercado futbolístico a tener en cuenta, las ventas no han hecho demasiado ruido por los obstáculos económicos, por lo que las informaciones sobre el central han trastocado a más de uno.
Como venimos contando en Relevo, el equipo blanco rastrea el mercado, pero eso todavía no asegura que vayan a incorporar alguna pieza en la ventana de enero. La defensa está bajo mínimos con las bajas de Militao, Lucas Vázquez, Tchouameni, Carvajal y Alaba, y toca allanar el terreno ante una posible contratación. Dentro de esa lista de futuribles que encaja figura el nombre de Aymeric Laporte (30 años), central titular de la Selección española y del Al-Nassr de Cristiano Ronaldo. Hasta la fecha sólo ha habido una única salida en la Saudi Pro League, la de Jordan Henderson. Salió a coste cero, pero Laporte tiene muy difícil replicarlo.
Pese a que no ha habido contactos con el jugador, el club sabe que su aterrizaje vendría junto a un rendimiento inmediato. Además, su perfil zurdo resulta muy interesante ante la ausencia de centrales sanos con estas características en la plantilla. Por su parte, el canterano del Athletic Club ve con buenos ojos un regreso a Europa y no le cierra la puerta al Real Madrid. Ahora bien, además de la política de fichajes llevada a cabo desde la caseta blanca, la arista del dinero pesa más que ninguna.
⚪️ ✅ Aymeric @Laporte: "Obviamente ESCUCHARÍA la llamada del @RealMadrid"
— El Larguero (@ellarguero) November 13, 2024
🚫 "No se DESPRECIA a equipos como ese"
🤨 ¿Cómo suena el interés?: "Suena BIEN, pero no estoy muy al corriente"
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Desde que aterrizó en Arabia Saudí, Aymeric Laporte ingresa un montante total superior a 20 millones de euros. Dicha cantidad, como ocurre con los futbolistas de renombre que fichan por equipos saudíes, está totalmente liberada de impuestos. Una salida rumbo al Real Madrid vendría junto a una rebaja considerable en sus emolumentos, algo que todas las partes implicadas tienen en mente.
En la supuesta operación tendría mucho peso los tiempos de la misma. Si el defensor abandona el Al-Nassr en invierno, debería abonar en torno a la mitad de lo que haya cobrado. Si se decidiese trasladar el fichaje al verano, esa cifra bajaría considerablemente, haciendo el negocio mucho más viable. Hasta la fecha, solo hay un futbolista de renombre que haya puesto un pie fuera del país después de su fichaje astronómico. Su caso no es aplicable a Laporte.
Jordan Henderson, un pionero irreal para Laporte
La salida más sonada que se ha dado en el país fue la de Jordan Henderson. El capitán del Liverpool puso fin a 12 años de carrera en Anfield para sumarse a otra leyenda de los Reds en suelo árabe. Henderson fichó por el Al-Ettifaq de Steven Gerrard, un entrenador al que le une una estrecha amistad. La entidad desembolsó 14 millones de euros para hacerse con los servicios del centrocampista y en menos de media temporada vio cómo su fichaje de renombre salió gratis rumbo al Ajax de Amsterdam.
Henderson no encontró en Arabia Saudí la afición, los campos de fútbol, las instalaciones y el modo de vida que le prometieron, y decidió dar un paso al lado cuanto antes. En su caso particular, su circo más cercano no dejó de escuchar ofertas de varios clubes desde el primer día que llegó al país. Como ha podido saber Relevo, hasta cinco equipos de la Premier League trataron de hacerse con los servicios del jugador en el mercado invernal, pero hubo un gran impedimento: los impuestos.
En el caso de haber firmado por un club inglés, Henderson se hubiese visto obligado a declarar todo su sueldo bajo el tramo impuesto a las altas fortunas de Inglaterra. Por este motivo se esperó a otras vías y la que terminó de florecer fue la neerlandesa. Arabia Saudí y Países Bajos mantienen un convenio en materia de impuestos mucho más laxo, algo que evitó un desembolso desmedido del centrocampista, que aun así tuvo que dejar de ganar gran parte de lo que tenía firmado.
Además del factor de los impuestos, el Al-Ettifaq también pidió ciertas garantías para facilitar su salida. La principal fue el salario que el jugador recibió durante sus seis meses en la entidad. Henderson firmó un contrato cercano a los 40 millones de euros anuales, una cifra que no recibió. El centrocampista rescindió contrato con su club después de pactar una salida a coste cero. Los que conocen el caso aseguran que el futbolista no percibió prácticamente nada de su etapa en Arabia Saudí por esta decisión.
La posición del Al-Nassr
En estos momentos, replicar la vía de Henderson se ve como algo irreal en el Al-Nassr. Por partes: el club no se plantea una salida a coste cero. Laporte llegó en agosto de 2023 a Arabia Saudí previo pago de 27,5 millones de euros al Manchester City. Tras este desembolso, además del sueldo del jugador, el club saudí no tiene en mente salir con las manos vacías de una supuesta negociación con el Real Madrid.
Tampoco se plantea la vía de la cesión, que es la que pudo explorar Allan Saint-Maximin, futbolista del Al-Ahli que abandonó el Newcastle por 27 millones en 2023. El pasado verano, el delantero firmó por el Fenerbahçe un contrato de cesión a cambio de ocho millones para el club saudí. Además, el club asumía su contrato con una reducción considerable. Por este motivo, no parece una vía a explorar.
El precio de salida del Aymeric Laporte se vería ampliamente influenciado por la cantidad de salario que el futbolista esté dispuesto a perdonar. Además, entra en juego un factor clave, como ya pasó en el caso de Henderson: la normativa de impuestos. En España no existe un convenio tan beneficioso para el jugador como el que Arabia Saudí mantiene con Países Bajos en lo que a recaudación se refiere. Por este motivo, una salida antes de cumplir los dos años de contrato (fecha mínima establecida a los futbolistas para quedar exentos de impuesto sobre sus salarios) se antoja escabrosa en materia de imposición sobre la renta. Su salida, o no salida, dependerá de la voluntad y la cantidad de esfuerzo que quiera imprimir cada una de las partes.