Las claves de un caso que puede acabar con Benzema en Arabia
El jugador no acaba de confirmar su continuidad y el Real Madrid se teme una salida repentina a Arabia.

El Real Madrid se ha encontrado con un problema inesperado a pocos días del final de temporada. La incertidumbre respecto a la continuidad de Karim Benzema se ha disparado en las últimas horas. El club, que contaba con el francés para la 2023-24, ahora no se atreve a confirmar que su capitán vaya a seguir. El jugador tampoco se pronuncia. Después de ganar el Balón de Oro se activó su renovación por un año de forma automática pero, como informó Relevo en febrero, las sensaciones eran contradictorias por diferentes motivos que ahora decantan la balanza hacia una salida.
El jugador ha vivido una temporada complicada con más lesiones de lo deseado, especialmente en los primeros meses. Más goles (30) que juego, problemas físicos, lo sucedido en el Mundial, el bajo rendimiento en LaLiga, la dura eliminación en Champions... Demasiados puntos negros (y críticas) tras un inolvidable curso pasado que le valió para ganar su primer Balón de Oro.
Benzema ha imitado a su amigo Cristiano, que en su última temporada en el Madrid optó por seguir una política de dosificación. El problema: al francés no le ha dado resultado. En ningún momento ha encontrado la regularidad y en los momentos decisivos no se le vio fino. Con todo ello, la sensación que dejó fue la de un futbolista lejos de su mejor versión, con síntomas de agotamiento evidentes. En el tramo final de año, cuando más rumores despertó una posible salida, Benzema se mostró más intermitente que nunca. Se ha perdido cuatro de los últimos diez partidos por diferentes molestias y solo pudo marcar en dos de los otros seis.
A las informaciones sobre él se sumaban las que dejaban entrever un cambio de guardia en el equipo. Kroos o Modric renovarían, pero otro grueso de futbolistas apuntaba a marcharse como Nacho, Asensio o Ceballos. En su lugar, futbolistas jóvenes como Bellingham o Fran García, además de algún delantero para, en teoría, darle descanso, aunque con el siempre runrún de un nuevo competidor. Demasiados cambios para un jugador que suma 14 temporadas en el club.
Entre todos los posibles cambios, el que más le inquietaba era el de Ancelotti. Empezar con un nuevo entrenador, con todas las alteraciones que ello conlleva, le daba pereza. Con el italiano se ha encontrado cómodo, con un peso específico y con la capacidad de decidir cuándo juega y cuándo no. A sus 35 años, consciente de lo rápido que cambia todo en el Real Madrid y que Carlo, aunque siga, podría dejar el banquillo en cualquier momento, no le apetece un nuevo comienzo.
Arabia insiste y no sólo con dinero
Mientras todas estas dudas le rondaban la cabeza, Arabia esperaba su momento. Le presentaron una oferta hace meses en la que, además de la mareante cifra económica (200 millones de euros por dos temporadas), le pensaban convertir en un icono del país y una de las imágenes de la candidatura para albergar el Mundial 2030. Dicho ofrecimiento no caduca, lo que tranquilizaba al futbolista, pero ahora se piensa seriamente si adelantar su marcha. De hecho, en los últimos días se han producido nuevos contactos para convencerlo. Cualquier agasajo parece poco, sentimiento contrario al que ha vivido en Madrid durante muchas temporadas y que ha recordado en esta última en la que su nivel ha vuelto a bajar.
El Real Madrid se mueve, consciente de que puede perder a su capitán, pero todavía no pierde la paciencia. De hecho, Benzema se acaba de comprar una casa en La Moraleja y tramita con el club el visado para acudir a la pretemporada a Estados Unidos. Motivos para pensar que podría seguir el año que le queda de contrato. En caso de salir, no se le pondrán trabas como agradecimiento a los servicios prestados, pero hasta que no lo comunique, en Valdebebas cuentan con él.