Cómo la crisis ha convertido el recurso de las cesiones en estrategia: "Ahora los clubes le ponen más imaginación a los fichajes"
En un contexto de contención en el gasto, control financiero y límites normativos, las incorporaciones a préstamo han evolucionado hacia fórmulas diversas para competir en el mercado.
Este viernes a medianoche sonó el gong del fin del mercado veraniego y en general el aficionado medio nunca queda del todo satisfecho. Razones hay. La realidad está en el aire y en los datos: en los últimos años el fútbol español se mueve en un escenario de austeridad económica, control financiero, barreras normativas y debilidad en el mercado europeo y mundial. Y en el actual panorama de bolsillo apretado abundan las contrataciones a coste cero, salidas con la carta de libertad y, sobre todo, muchas operaciones a préstamo. La evolución de las cesiones es una de las características definitorias del mercado: rebasada su condición tradicional de recurso para jugadores en formación y clubes modestos, se ha convertido en una de las fórmulas de contratación más versátiles y base de la estrategia de negocio de clubes de todo tipo, desde los gigantescos a los más modestos.
Como dice un agente de jugadores a Relevo: "Ahora los clubes le ponen mucha más imaginación a las operaciones". El Global Transfer Market Report 2020 de la FIFA reflejó en cifras el cambio de escenario en el fútbol mundial provocado por la pandemia: del acuerdo al informe, ese año en el fútbol masculino se superaron las 17.000 operaciones, pero en cerca de un 87% de ellas (14.804) no se produjo ningún pago entre los clubes. En estos últimos años España ha perdido su capacidad de competir con los grandes tiburones en el mercado mundial. Los números constatan una percepción evidente: el verano de la temporada 2019/20, el último antes del virus, los clubes españoles invirtieron 1.390 millones de euros en fichajes. LaLiga aún era, tras la inalcanzable Premier inglesa, la segunda potencia en el mercado mundial. Pero, tras el impacto arrasador del COVID-19, al año siguiente el volumen de gasto cayó un 70%, quedándose en poco más de 414 millones.
La tendencia se ha mantenido, con leves fluctuaciones, en los años siguientes. Siempre de acuerdo a los datos del portal Transfermarkt, los clubes de LaLiga se habrían gastado 310 millones en el mercado de verano 21/22 (otra caída del 27%). Se recuperaron un tanto en la 22/23 (542 millones en total) y la 23/24 (538 millones en fichajes), pero lejos de las cifras previas a la pandemia. Este viernes, el mercado se cerró con otra subida, pero en cifras muy similares: 555 millones de euros ha sido el gasto en fichajes en España. Todavía a gran distancia de la Premier League (más de 2.300 millones), la Serie A (que llegó a los 1.000 millones y aún tiene abierto su mercato) y por detrás de la Ligue 1 francesa (723) y la Bundesliga (unos 600).
💰 ✍️ El gasto de LaLiga en fichajes para esta temporada es el mayor de los últimos mercados de verano.#LaLiga #Fichajes #transfermarkt https://t.co/1c4BTA2NW6
— Transfermarkt.es (@TMes_news) August 31, 2024
Y, así, el fútbol español se mueve en un territorio de contención del gasto, adecuación de cuentas y observación de las normas. "Ahora los clubes dan más prioridad al aspecto económico que al deportivo", sintetiza un veterano agente de futbolistas español. El Fair Play financiero, los límites salariales y el control del número de cesiones marcan el terreno de juego. En 2022, la FIFA puso límites al número de préstamos. Ese año se admitieron ocho, en la 2023/24 se redujeron a siete y esta temporada el tope está en seis. Además, un club sólo puede prestar o recibir prestados a tres futbolistas de otro mismo club.
Todo este panorama ha ido dibujando una serie de tendencias que modifican la figura de la cesión, agregando nuevas modalidades. "Lo tradicional -explica otro representante de jugadores- siempre fueron las cesiones de chicos en periodo de formación, a los que un club deseaba foguear dándoles minutos en un equipo o categoría de menor nivel. Eso se mantiene, pero ahora las cesiones se hacen de muchas formas y con condiciones diferentes". La variante tradicional aún tiene un peso apreciable en muchos clubes: sobre todo en los recién ascendidos o en clubes con problemas para fichar. El Valencia (5) y el Espanyol (7) son los equipos que más futbolistas a préstamo han incorporado este último mercado a sus plantillas en Primera. En Segunda, donde la disponibilidad económica alcanza aún mayores limitaciones, el mercado se mueve a ritmo de traspasos menores, mucha llegada en libertad y préstamos frecuentes.
Hay casos singulares como el del Mirandés, consolidado desde 2019 en la categoría a base de construir equipos con un elevado número de futbolistas cedidos (11 este año, hasta cinco de ellos por debajo de los 21 para aprovechar la excepción de edad del límite). La lista de jugadores que han pasado por Anduva a préstamo es larga. Incluye nombres resonantes (gente como Vivian, Beñat Prados, Camello o Rodrigo Riquelme por nombrar sólo algunos) y muchos jugadores que después han desarrollado una carrera relevante en clubes de Primera y Segunda. Un indudable éxito en la estrategia de ofrecer a los clubes de procedencia un microclima favorecedor para el desarrollo de su talento.
"A la hora de ir al mercado, ahora los equipos se lo piensan más y derrochan menos: dan más importancia a lo económico que a lo deportivo", cuenta un veterano agente de futbolistas
Otra variante que genera muchos movimientos de jugadores cedidos se explica en las estructuras de multipropiedad de los clubes. Esta figura propicia sinergias en las que el club más poderoso del grupo aparece como nodriza de otros más modestos, a los que usa como destino para darles minutos de desarrollo a los futbolistas que le sobran: el Real Zaragoza recibió el año pasado a Mouriño, Germán Valera y Mollejo desde el Atlético de Madrid, bajo ese formato. En ese contexto menudean también los llamados equipos puente, paso intermedio para una venta posterior a un tercer club. En realidad, esto tampoco es nuevo. Pero ha evolucionado con los nuevos modelos del negocio futbolístico.
Crisis y control
En el fondo, todo gira en torno a la capacidad económica actual de los clubes. "Hay un mayor control por parte de LaLiga de lo que se puede gastar, están las normas de Fair Play financiero, y ahora los equipos se lo piensan más y derrochan menos", resume una persona que ha visto transformarse el mercado de élite como profesional de la dirección deportiva y la representación. Cada vez es más frecuente el uso de la cesión como forma de aligerar la estructura de costes de la plantilla: "Ese es un modelo más o menos híbrido, entre la necesidad deportiva y la económica: tienes en tu plantilla a un futbolista veterano o con una ficha muy alta y necesitas liberar masa salarial para poder acceder a otros fichajes. Lo prestas a un club interesado y compartes la ficha para aligerar gastos".
Los grandes clubes siempre han cedido a sus promesas, pero en los últimos años incluso los más poderosos han protagonizado operaciones a préstamo con perfiles muy distintos. Basta recordar las idas y vueltas de Griezmann entre Atlético y FC Barcelona; las incorporaciones al equipo azulgrana el año pasado de Joao Felix, también desde el Calderón, y Joao Cancelo, a préstamo por el Manchester City. La de Luuk de Jong desde el Sevilla también hasta el Camp Nou…
La cesión, así, también aparece como recurso con un peso deportivo más acentuado, por circunstancias sobrevenidas (alguna lesión que deja poco margen de maniobra) u oportunidades de mercado para solventar vacíos y equilibrar plantillas. Por esa vía llegó Kepa al Real Madrid tras la baja de larga duración de Courtois. Y el préstamo de Joselu desde el Espanyol, con otra variante muy habitual ahora: la opción de compra obligatoria o adherida a objetivos. El Madrid ejecutó la cláusula en junio pasado: pagó al Espanyol los 1,5 millones estipulados, pasó a ser el propietario del jugador y, a continuación, lo traspasó por cinco millones al Al-Gharafa catarí. Cesión, revalorización y plusvalía: otra estrategia frecuente.
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— Joselu Mato (@JoseluMato9) July 24, 2024
El mercado se mueve ahora en muchas direcciones y con fórmulas que buscan el ajuste económico: el director deportivo y el financiero trabajan casi como siameses, más cerca que nunca. "Desde que el volumen de traspasos se redujo, se ha utilizado mucho más la cesión y se ha producido un cambio estructural en el uso y el sentido que los clubes le dan a la cesión, introduciendo modelos muy diferentes", explica a Relevo un profesional con experiencia como entrenador y en el área deportiva de diferentes clubes del fútbol español: "Por ejemplo, en Sudamérica se lleva mucho ahora un tipo de cesión durante el primer año a coste cero -el club receptor en Europa asume la ficha del futbolista- como fórmula para poner en el escaparate a jugadores: consiguen exponer a su futbolista, testar su capacidad para crecer en una competición más potente y, si sale bien, generar una venta posterior".
Es una fórmula, pero hay muchas porque cada club busca la mejor manera de competir. Desde hace años muchos delinean planificación con una perspectiva muy de largo plazo, haciendo minería extractiva basada en la detección prematura de talento en cualquier punto del planeta. "África es un caladero enorme, hay escuelas de fútbol con muchos chicos y el foco puesto en ellos desde Europa. El Villarreal creció captando jugadores muy jóvenes hace ya muchos años. Muchos grandes clubes se dedican ya a ello: los fichan en campeonatos internacionales de categorías inferiores a un precio alto pero asequible para ellos, y después empieza la rueda de cesiones para que se vayan haciendo", explica otro ex futbolista, dedicado desde hace algunos años a la captación y representación de futbolistas. Estas prácticas tienen a veces su lado oscuro y generan incluso tensiones entre canteras nacionales y con las agencias de futbolistas. El negocio a menudo tiene mucho de piscina de tiburones.
Normativa contra excesos
Los tiempos de crisis agudizan la imaginación, pero los órganos de gobierno del fútbol tuvieron que frenar hace ya unos años los excesos de creatividad. "El Fair Play financiero -subraya otro agente profesional- ha venido a controlar movimientos que entraban en eso que podemos llamar cuadratura de balance o, directamente, ingeniería financiera: dos clubes que se ponían de acuerdo para el préstamo de un futbolista que en realidad era un traspaso encubierto, con una opción de compra obligatoria que difiriese los pagos a conveniencia, para así cuadrar la cuenta de cada año; u operaciones en las que se acordaba bajo mano una valoración irreal del jugador, por encima del mercado y según las necesidades financieras de cada uno de los clubes".
Mucho ruido en ese sentido generó en su día el trueque entre la Juventus y el Barcelona, con Pjanic y Arthur Melo como protagonistas. El brasileño llegó a Turín traspasado por 80 millones de euros (un precio hinchado de forma artificial), mientras Pjanic aterrizaba en el Camp Nou por 70 millones. La operación tenía trampa y posibilitó a ambos clubes cerrar el ejercicio financiero en positivo. Un subterfugio para cuadrar las cuentas, anotando en la contabilidad del año en curso el ingreso, mientras el gasto y la amortización se diluían en los años siguientes.
En Italia se dieron algunos casos que acabaron en escándalo, con clubes tan relevantes como el Milan o la Juventus. Se hizo célebre el caso del napolitano Rolando Mandragora, fichado por el club turinés al Génova por nueve millones de euros en 2016, cuando el centrocampista tenía 18 años. En los años siguientes lo cedió primero al Pescara y la temporada siguiente al Crotone. El enjuague llegaría en 2020, cuando se lo vendió al Udinese por 20 millones de euros… para recomprarlo en 2022 por 15 millones. Y, a continuación, volver a enviarlo en préstamo al Udinese. Tras su regreso en la campaña siguiente, Mandragora pasó al Torino también cedido (a cambio de 1 millón de euros) antes de, por fin, traspasarlo a la Fiorentina por 8,2 millones.
La federación italiana (FIGC) y la fiscalía de Turín ya investigaban en la Operación Prisma las plusvalías y pagos diferidos usados por la Juve entre 2019 y 2021 en diferentes operaciones. Aquello acabó con la sanción al club bianconero, la deducción de 20 puntos en la clasificación y distintas sanciones e inhabilitaciones para miembros de su estructura deportiva. La operación con Mandragora -de acuerdo a los instructores- habría permitido al club blanquinegro ingresar la plusvalía en los estados financieros de 2019 y no ingresar la deuda de 26 millones.
"Es verdad que la brecha entre los clubes más poderosos económicamente y el resto se ha hecho más grande estos últimos años, pero el Fair Play trata de establecer una cierta compensación y que la competición no quede desvirtuada". El resultado es un mercado más austero y controlado.
✅💣 Sébastien Haller, nuevo delantero del C.D. Leganés.
— C.D. Leganés (@CDLeganes) August 30, 2024
👋 ¡Bienvenido, @HallerSeb!
Este verano LaLiga ha cerrado operaciones a préstamo con marchamo de refuerzos de primer nivel. Juan Musso, cedido al Atlético con una opción de compra para competir con Jan Oblak, después de que el club colchonero cediese a Moldovan al Sassuolo. Clement Lenglet también ha aterrizado en el Metropolitano desde el Barça. El club azulgrana ha enviado al brasileño Vitor Roque al Betis por un año, con otro segundo opcional, lo que permitió liberar salario para la inscripción de Dani Olmo.
El regreso en forma de cesión de Borja Iglesias al Celta ha tenido un significado muy especial en Vigo. Y el último día de mercado hubo varios préstamos que animaron el cotarro: la incorporación postrera de Haller, delantero del Dortmund, al Leganés fue el bombazo; el Granada le dio la bienvenida a Reinier, aunque el Huesca le aguó la fiesta; el Girona sumó a Danjuma desde el Villarreal; la afición de La Cerámica recibió a Juan Bernat desde el PSG; y Lo Celso pasó del Tottenham al Betis… Son algunos ejemplos. Los grandes traspasos nunca dejarán de ser la sal y la pimienta del mercado, pero las cesiones conforman cada vez más una argamasa que ayuda a sostener el edificio de cada plantilla; y que, ahora, incluso le da brillo.