Medina Cantalejo ha sido ratificado como presidente del CTA y el 6 de enero estará en la Supercopa de Arabia
Rafael Louzán, que inició una ola de despidos en la RFEF y pretende cambios en el colectivo arbitral, de momento mantiene al excolegiado en su puesto.
Mendina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros, ha sido ratificado en el cargo por Rafael Louzán, nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol y el próximo 6 de enero estará en la Supercopa de España que se celebra en Arabia. Aunque hay una profunda preocupación en la RFEF por el estamento arbitral y su credibilidad, por el cual el propio Louzán está recibiendo quejas de muchos sectores, entre los que el Real Madrid es uno de los más beligerantes, de momento no se va a tomar ninguna decisión drástica con el excolegiado, pese a que muchos le veían caído de la cuerda floja al quedarse fuera de la nueva junta.
El gallego ha optado en ese sentido por el guante de seda, que contrasta con la mano de hierro que sacado a relucir nada más llegar a Las Rozas el pasado 16 de diciembre con muchas decisiones y una ola de despidos, desvelada por Relevo, para acabar con los residuos que quedan del 'Rubialismo', del que muchos que siguen dentro pertenecieron en su día. Medina seguirá al frente de los árbitros, por ahora, y a la espera de que el presidente introduzca los cambios que tiene en cartera para renovar el colectivo arbitral.
Este sábado, en Maspalomas, donde acudió a presenciar el torneo LaLiga FC Futures, quiso diluir cualquier sombra de duda sobre Medina Cantalejo y su futuro. Preguntado por si su exclusión de la nueva Junta, y su sustitución por Yolanda Parga como representante del CTA, implicaba que su cargo al frente de los colegiados corría peligro, Louzán declaró: "Hay una doble representación en el CTA, está Medina Cantalejo y Yolanda Parga. Podría estar cualquiera de los dos. En este caso hemos decidido que esté Yolanda, pero saben de la relación que tienen ambos y, de momento, estamos muy contentos con la labor que están haciendo los dos. No hay ninguna polémica en este sentido".
Uno de los puntos fuertes del programa electoral del gallego es aspirar a una suerte de excelencia en uno de los gremios más controvertidos y con menos consenso en el fútbol como es el de los trencillas. Nadie ve a los árbitros como los deportistas que son, sino que todo el mundo los percibe como los actores y jueces coercitivos que crean aversión y con los que hay que estar por decreto enfrente de forma irrespetuosa. Por eso, el nuevo mandamás de Las Rozas tiene apuntados varios cambios en su hoja de ruta, con la reorganización del estamento (cuyo funcionamiento considera mejorable) y un plan de mejora del VAR, por ejemplo. Pero antes de afrontar esa renovación, quiere tiempo e información.
"Debemos trabajar por mejorar en la medida que se pueda el arbitraje, pero para eso hay que escuchar a todos los actores, en este caso a los clubes y demás. A partir de ahí vamos a incorporar una mesa de diálogo permanente en relación a esto. Lo que hay que buscar es unidad de criterio y de actuación de los árbitros, especialmente del VAR. Tengo un máximo cariño y respeto a todo el colectivo arbitral, tanto en hombres como en mujeres, porque están haciendo una labor muy difícil y tenéis que entenderlo", manifestó Louzán, antes de zanjar: "Vamos a trabajar todos juntos y estamos en la mitad de la temporada. Toca trabajar, hablar y dialogar el bien del fútbol español".
Es la receta transitoria que ha impuesto el nuevo inquilino del sillón presidencial para intentar acabar con una crónica crisis arbitral que tiene en el centro de la diana a la figura de Luis Medina Cantalejo. La crisis del Caso Negreira, que aún sigue colendo y coleará, le manchó; su apoyo incondicional a Luis Rubiales le señaló y el deficiente funcionamiento del VAR, que apoya con tanta fe, le acorrala jornada tras jornada. Un historial que da argumentos a quienes quieren, más pronto que tarde, su salida del CTA. Pese a que las quejas están llenando el buzón de sugerencias de Louzán, éste ha optado por darle una vida más. Por ahora.