Marc Guiu vuelve a la tierra… aunque le pidan fotos en Surakarta y 'no haga falta' bajarle

Marc Guiu (17 años) vive una noria de emociones que no deja de girar. El gol ante el Athletic, a los 34 segundos de debutar con el primer equipo del Barça, ha cambiado de forma abrupta la carrera de uno de los proyectos más prometedores del fútbol español. Todo le ha venido de golpe. Ha pasado de ni contar para el filial a recibir los elogios de su ídolo Xavi, de tener 40.000 seguidores en Instagram a superar el millón… y ahora afronta su siguiente gran reto a miles de kilómetros de la Ciudad Condal.

El catalán es la gran estrella de la Selección española Sub-17, que este viernes (13:00) comienza su andadura en el Mundial de la categoría ante Canadá. Después de culminar su semana fantástica con su primer tanto con el Barça Atlètic, Guiu se embarcó con sus compañeros rumbo a Indonesia, que acoge el único torneo que falta en las vitrinas de la RFEF. Si todo va bien, estará más de un mes alejado de la disciplina culé.

A pesar de la vorágine de sensaciones por la que atraviesa, los que le conocen aseguran verle "como siempre". "Aquí tenemos tutores académicos y psicólogos que están pendientes de alguna necesidad individual, al margen del fútbol, que puedan tener los chavales, pero con Marc no hay necesidad de hacer nada. Él no cambia", asegura su entrenador, José Lana, en declaraciones a Relevo desde la ciudad de Surakarta (a seis horas en coche de la capital Yakarta), donde permanece concentrada la Selección.

El técnico asturiano le tiene en el punto de mira desde hace tiempo y ahora le convertirá en el líder de España. "Cuando me hice cargo de la generación del 2006, en la Sub-16, lo incluí siempre en la prelista. Al final no lo llegué a convocar, porque no caben todos, pero ya se le intuía lo que está mostrando ahora. Es capaz de generarte un gol o una ocasión de la nada", elogia el preparador, que siguió en directo por televisión el bautizo de Guiu en Montjuïc: "Me alegré muchísimo por él. Siempre estableces vínculos con los chicos a los que convocas, quieres que a todos les vaya bien, y Marc es un caso especial. Tiene una capacidad para encontrar el espacio, armar la pierna y girarse de máximo nivel. Ahora está en un buen momento, con la confianza especial que le proporciona todo lo que acaba de vivir".

Además de con el Barça, Guiu también ha brillado últimamente con las inferiores de la Selección. En el Europeo Sub-17 del pasado verano fue el máximo goleador español (empatado con Lamine Yamal, del que recoge el testigo de líder) y antes, en la Ronda Élite de clasificación para ese mismo campeonato, logró un doblete mágico ante Alemania que sirvió el pase, todavía con Julen Guerrero en el banquillo.

La larga estancia en Indonesia (llegaron allí el 31 de octubre) es uno de los factores que más preocupa al cuerpo técnico de Lana. Para chicos tan jóvenes, de entre 15 y 17 años, nunca es fácil pasar tantas semanas alejados de sus familias y sus entornos habituales… pero nadie lo tiene más fácil que los jugadores del Barça, que componen más de un tercio de la convocatoria. Ocho de los 21 citados son futbolistas azulgranas.

A Guiu, por ejemplo, le une una fantástica relación con Pau Cubarsí, Pau Prim o Marc Bernal, con los que ha crecido en La Masia y con los que convive a diario en Barcelona. Su mejor amigo y gran apoyo, sin embargo, es Héctor Fort, al que considera "como un hermano" y con el que juega en el Barça desde prebenjamín. Juntos han ido quemando etapas hasta llegar a ser inscritos a la vez, tras la diana de Guiu al Athletic, en la lista B para la Champions.

Al igual que el de Granollers es un 9 distinto a lo que suele producir el Barça, también lo es al perfil de delantero que predomina en las categorías inferiores de la Selección. No se parece al típico futbolista asociativo que busca salir de zona para entrar en juego, sino que lo suyo es marcar. Y marca bastante. "Tiene el gol en mente. Es un jugador con margen de crecimiento a nivel técnico, porque no es muy fino, pero tiene muchísima convicción", explicaban a Relevo fuentes del staff barcelonista.

Como analizó Albert Blaya, de Guiu destaca su físico, que siempre le permite generar ventajas ante los centrales. A su altura (1,87 m) se le añade una buena dosis de velocidad al espacio y un buen manejo del cuerpo para chocar y desplazar a los rivales. Su camino, siempre en un segundo plano desde que ingresó en el Barça con siete años, ha sido distinto en parte porque Guiu representa un perfil de delantero olvidado: un atacante de área, de desmarques y de rupturas, alejado del juego y centrado en la definición.

Con esas características, el culé debe guiar a la Selección a avanzar de fase y soñar en los cruces. En Surakarta, a 11 horas de destinos más turísticos como Bali, algunos curiosos le reconocen y le piden fotos. Al llegar a Indonesia, nada más bajarse del bus, le esperaban aficionados con su nombre estampado en la camiseta de la Selección. Él, "el mismo de siempre", lo recibe con naturalidad y centrado ya en el Mundial.