SELECCIÓN SUB-19

José Lana, el currante que envió un currículum y ahora entrena a la Sub-19: "No me lo habría imaginado"

El asturiano tiene a España a un paso del Europeo. Fue una de las sorpresas en la reorganización técnica tras el ascenso de De la Fuente.

José Lana, durante el último partido de la Sub-19 ante Luxemburgo. /RFEF
José Lana, durante el último partido de la Sub-19 ante Luxemburgo. RFEF
Manuel Amor

Manuel Amor

Luis de la Fuente (seleccionador absoluto), Santi Denia (Sub-21) y Julen Guerrero (Sub-17) comparten una característica común: los tres han sido futbolistas de élite y han entrenado en grandes clubes. La excepción a la norma la pone José Lana (47 años), un semidesconocido que se ha hecho con las riendas de la Sub-19 y que tiene a La Rojita a una victoria del Europeo. Si ganan este martes a Ucrania y conservan el golaveraje general favorable con Dinamarca, estarán dentro.

El asturiano ha protagonizado una carrera atípica hasta llegar a este punto. "Yo soy de Mieres. Estudié la licenciatura en Educación Física y empecé a trabajar en el Caudal Deportivo en 1999. Hice de segundo del primer equipo, de primer entrenador en la base, de director de la cantera… Y en 2007 tuve mi primera experiencia fuera: me fui al Pájara-Playas de Jandía, de Canarias", cuenta en conversación con Relevo. Allí ejerció de preparador físico durante tres temporadas hasta regresar al Caudal y marcharse al Racing de Santander en 2013. Después de un breve paso por Burgos, en 2018 puso rumbo a Canadá.

"En Norteamérica entrené a varios equipos de cadetes y juveniles, una experiencia más. En ese momento, por medio de un conocido que se encontró con otro amigo, me enteré de que estaban buscando gente en la RFEF". Por aquel entonces, la Federación manejaba un cuerpo técnico muy reducido y se encontraba en plena recolección de perfiles polivalentes. "Mandé un currículum y, como querían entrenadores que pudiesen desempeñar varias funciones, les encajó".

José Lana y su llegada a la RFEF. RELEVO / MANU AMOR

Su gran oportunidad

Lana entró a la RFEF sin hacer ruido. "Accedí como preparador físico y analista, un perfil que echase una mano en las concentraciones. A los dos o tres meses, Francis Hernández asumió la coordinación. Tenía la idea de que debíamos ser más profesionales y nos especializó en departamentos. A mí me colocó en el de análisis táctico. Trabajé con todas las inferiores". Así conoció, entre otros, a De la Fuente o Denia, con los que ahora comparte despacho. "Cuando puedo tener dudas, recurro a ellos para que me den sus consejos. Lo compartimos todo".

El año pasado fue nombrado seleccionador Sub-15 y Sub-16, y el reajuste con el ascenso de De la Fuente a la absoluta le ha llevado a la Sub-19. "No me lo esperaba. Si me lo dicen hace diez años, no me lo habría imaginado". Su apuesta futbolística y humana va en la línea del resto. "Me gusta que haya buen rollo y no intervenir. Cuando hay algún pequeño problema en el vestuario, lo solucionan entre los jugadores y los capitanes. En lo deportivo, me gusta que mis equipos tengan el balón, que sean valientes y que vayan a por el rival".

De momento, por lo visto sobre el campo, está cumpliendo con su promesa. Su saldo (en dos amistosos y las dos primeras jornadas de la Ronda Élite) es de tres victorias y un empate. Sus listas son continuistas, pero guardan tienen un ligero toque personal. "Cuando me hice con el cargo, Santi Denia me pasó su prelista y todos los jugadores que estaban en seguimiento. A partir de ahí, seleccionamos".

Los extremos, Ghärbi e Iker Bravo

El proceso de elección para un torneo como la Ronda Élite, donde la convocatoria se reduce a 20, es arduo y complicado. "Seguimos a todos los jugadores que están en prelista y a otros que nos llaman la atención. Recibimos informes de cada partido que juegan, tanto escritos como visuales. También le dedicamos muchísimo trabajo a la preparación de las charlas. Las organizamos en base al rendimiento en convocatorias anteriores. Si es la primera vez que vienen, les hacemos un vídeo individual para explicarles qué esperamos de ellos".

José Lana, sobre el proceso de elección de los jugadores. RELEVO / MANU AMOR

En la citación para este preEuropeo destacó la ausencia de Ismaël Gharbi, uno de los protegidos de Messi en el PSG. Lana se encarga de remarcar que es una decisión puramente "técnica". "Isma es un grandísimo jugador, pero le veo en una posición muy concreta: la del '10'. No está en un buen momento de rendimiento. En los últimos dos meses ha jugado media hora con el primer equipo, un partido de inicio y otro en Youth League. Si estuviese participando, tendría más posibilidades de venir". Lo mismo pasa con Juan Larios, lateral del Southampton que se ha quedado fuera… pero en su caso por lesión, como el madridista Obrador.

El que sí ha acudido pese a sus pocos minutos en el Castilla es Iker Bravo, del que se deshace en elogios. "Es un chaval con un potencial de máximo nivel. Tengo muchísima confianza en él. Domina todos los aspectos del juego. Está aquí porque se lo merece y nos ayuda muchísimo". Pese a las alabanzas del míster Iker no es el '9' titular, rol del culé Víctor Barberà. En los extremos juegan Ángel Alarcón y Dani Rodríguez. Ante Dinamarca lo hicieron a pierna cambiada; contra Luxemburgo, a pie natural. Lana dice que hay un "problema" con eso.

"Los clubes españoles apuestan por extremos a pierna cambiada. Nos cuesta mucho encontrar extremos a pie natural, que es lo que realmente buscamos. Si en algo no somos especialistas es en tener cinco jugadores en el área de 1,90 o 1,95 metros. Tenemos que alcanzar la profundidad lo antes posible e intentar centrar antes de que el rival se coloque para defender. Nos gusta muchísimo, en todas las generaciones, la pierna natural. Pero cuesta encontrarlas", lamenta.

En cualquier caso, su Sub-19 desborda talento y promete dar alegrías en el futuro. El asturiano dice que tocó techo con la Sub-15, pero su crecimiento imparable en los banquillos no invita a ponerle límites. Es el ejemplo de que los currantes, aunque no tengan cromo en ningún álbum de LaLiga, también pueden llegar arriba.