DÍA DE LA MADRE

Luces y sombras de la maternidad en el fútbol femenino: Alex Morgan, el 'Caso Marta Corredera' y sólo tres madres en Primera

Se ha avanzado en reglamentación, pero aún hay dudas. Sobre todo en España, que sigue a remolque, mientras en otros países se avance a pasos agigantados.

Alex Morgan llegando a un partido de la selección con Charlie, su hija. /USWNT
Alex Morgan llegando a un partido de la selección con Charlie, su hija. USWNT
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

Las cosas están cambiando, pero todavía no han cambiado. Es el sentimiento que queda con la maternidad en el fútbol femenino. Sobre todo, si atendemos a este asunto con la mirada puesta en España y comparamos con la realidad en otros países. Si bien en los últimos años hemos asistido a hitos sin precedentes relacionados con este asunto, siguen quedando algunos 'peros' que pretenden resolverse con un avance social impulsado desde los despachos.

Atrás quedan aquellas invisibles, aunque existentes, cláusulas antiembarazo, una reglamentación que las protege a ellas, las madres futbolistas, desde hace apenas cuatro años y pocos ejemplos, muy puntuales (Alharilla, Marta Corredera y, recientemente, Peke), a los que recurrir para hablar de maternidad y fútbol en España. La tercera de ellas lo ha anunciado recientemente, con un comunicado del Athletic: "Nuestra jugadora cuenta con todo el respaldo y apoyo club en este ilusionante proceso de su vida".

Por su parte, María Alharilla (Levante) y Marta Corredera (Real Madrid) se quedaron embarazadas en 2021, con casos muy diferentes. La jugadora granota ha vuelto a jugar tras ser madre gestante (también tuvo un hijo, Hugo, tres años antes, pero no lo gestó ella). Y ha continuado su carrera con normalidad, conciliando su vida personal y laboral. Sin embargo, la futbolista catalana no regresó a los terrenos de juego con el Real Madrid tras ser madre, con un caso polémico en el que ella misma ha relatado complicaciones en el trato de su maternidad en el club y en la gestión de su nivel físico.

"Contar mi historia ha sido difícil. He pensado mucho en si debería hacerlo o no, pero creo que todas las mujeres se merecen ser cuidadas y respetadas", destacó Marta Corredera en su perfil de X (antes Twitter). La exjugadora, que se retiró tras ser madre en 2023 y que, durante un tiempo, estuvo muy alejada de los focos, relató en una entrevista con El Periódico cómo vivió la maternidad en el club blanco. La defensa catalana no pudo volver a jugar por las secuelas sufridas por la cesárea y un embarazo complicado (vómitos, náuseas y mareos...). "Honestamente, por parte del club yo no tuve ningún tipo de ayuda en ese sentido. A mí en ningún momento me llamaron para preguntarme cómo estaba o si necesitaba algo en cuanto a condición física", destacó.

Si miramos hacia afuera, la situación en el panorama nacional contrasta con la normalidad y el aumento de los casos en otros países. Desde el exitoso caso de la mediática futbolista estadounidense Alex Morgan, que ha dado gran visibilidad a la maternidad en el fútbol a nivel mundial (su hija incluso va a las ruedas de prensa y a las entrevistas postpartido), a otras figuras a través de las que se ha normalizado este tema sobre el verde. Hablamos de la australiana Katrina Gorry, cuyo fichaje por el West Ham fue anunciado junto a su hija, Harper, que también se encargó de dar los nombres de las convocadas de la selección australiana para la ronda definitiva de clasificación para los Juegos Olímpicos; de la alemana Melanie Leupolz, que viajó con su hijo y una niñera a la Copa del Mundo; o de Amel Majri, que fue citada para el torneo mundialista del pasado verano por Francia con su bebé, de tan solo 9 meses.

"Es indispensable crear estructuras que ayuden a las jugadoras que tienen hijos pequeños", explicó el seleccionador francés, Hervé Renard. Los casos se extendieron a otras selecciones y, en el caso de España, también hubo representación. Pues Irene Paredes e Ivana Andrés, madres no gestantes, estuvieron acompañados de sus hijos en Australia y Nueva Zelanda, donde la Selección consiguió el título de campeona del Mundial. La jugadora del Barça es la única jugadora que ha pedido ayuda económica (1.800 euros) al Consejo Superior de Deportes para conciliación, según datos consultados por Relevo, además de beneficiarse junto a Ivana y al resto de sus compañeras de un plan de conciliación familiar de cara a la última Copa del Mundo.

¿Y en cuánto a normativa? En España, por ejemplo, no fue hasta el primer convenio colectivo de Primera cuando se dio el primer paso en esta vía. En este documento la referencia sobre este punto era muy breve y solo recogía una renovación automática sin un límite en el contrato para las jugadoras embarazadas. No incluía ningún apartado para la lactancia.

Un paso que fue más allá a nivel mundial con una nueva normativa de la FIFA en 2021. El máximo organismo de este deporte lanzó una reglamentación histórica que definió varios derechos básicos para proteger a las jugadoras que quisieran ser madres. Tanto a nivel económico como con permisos retribuidos, flexibilidad a la hora de seguir jugando durante el embarazo, el derecho de optar por la lactancia durante horario laboral, y en un lugar adecuado para ello, o volver a jugar inmediatamente tras concluir este permiso de maternidad. Principios básicos que ofrecen un entorno seguro para las futbolistas y que, pese a ellos, aún necesitan una lucha social para alcanzar la máxima normalidad a la hora de hablar de maternidad y fútbol.

Hace justo un año, el sindicato de jugadoras FUTPRO realizó un estudio, con una muestra que correspondía al 40% de las jugadoras de Primera, en el que se indicaba que el 46% de las consultadas estaban "preocupadas por las represalias" que pudiera tomar su club si se quedan embarazadas. "Esto les aleja la idea de dar ese paso personal tan importante si quiere seguir estando en el deporte de élite", detalló este informe, en el que se profundizó en esas consecuencias que puede tener un embarazo para una jugadora de Primera.

Katrina Gorry con su hija Harper saliendo a un partido.  WEST HAM UNITED
Katrina Gorry con su hija Harper saliendo a un partido. WEST HAM UNITED

En este sentido, se determinaba que más del 60% tenía miedo a que dieran por finalizado su contrato, alrededor del 40% pensaba que las discriminarían a la hora de jugar y el 40% sentía que su club le podría bajar el sueldo si se queda embarazada. Por otro lado, se dejó constancia de que una mayoría (90%) sentían que era complicado "conciliar ser deportista de élite con la maternidad".

Casi un año más tarde, no se ha avanzado de manera oficial en este tema. Sin embargo, y tal y como confirmó la presidenta de Liga F en una entrevista con Relevo, la renovación convenio colectivo en Primera está a punto de resolverse, con unas negociaciones que se han extendido durante los últimos dos años. El nuevo documento, que recogerá y regulará las condiciones contractuales de las futbolistas en la máxima categoría del fútbol femenino español, dará más pasos en el tema de la maternidad.

En estos meses, y desde los sindicatos, han propuesto puntos y avances como habilitar zonas o habitaciones para la lactancia en los clubes, que la madre pueda viajar con el bebé a las concentraciones, que exista la figura del cuidador o guardería, entrenamientos especializados durante el embarazo, después del parto o algunos permisos retribuidos. Con todo esto sobre la mesa, el fútbol femenino español pretende seguir creciendo en derechos sociales para que un día ser madre y futbolista no sea noticia.