Loco Gatti recuerda cómo Florentino Pérez le salvó la vida: "Él nos empujó a Josep Pedrerol y a mí, le dicen curita y es el más vivo de todos"
El legendario exjugador recibe a Relevo en Buenos Aires.
Como sentarse en una tienda con el gran jefe cheroqui, posiblemente el único que tuvo a dos tribus irreconciliables a sus pies, que paró con el pecho mil y un disparos, que cabalgó más que ninguno por los travesaños de la Argentina, que protegió su puerta como nadie lo hizo jamás, que nunca quiso fumar la pipa de la paz, un Loco sin remedio, el primer Hugo de todos, Gatti para la eternidad.
Nos cita en una cafetería a una cuadra de su departamento en el barrio bonaerense de Belgrano R. Llega con paso corto, la rodilla espera cita en el quirófano, duda si en España o Buenos Aires. Lo primero que pregunta es por el Madrid y por Florentino. O al revés. Avanza la charla y asoma un hombre conmovedor, que provoca desde el mismo corazón con el que se reconoce "un cagón". Tan bravo, tan vulnerable.
Antes de darle al play, saca un peine y se atusa la cabellera. A la cancha se sale como es debido. Con ustedes, el realismo mágico hecho portero.
¿Cómo empezó a aparecer en los medios en España?
Un poco por Florentino, porque le caí bien y dijo 'este loco me hace reír'. Me lo presentaron a Alfredo Relaño y así comenzó todo. Alfredo me dio mucho lugar. No sabe nada de fútbol, pero escribe… una lapicera [pluma] inigualable [carcajada]. Desde que fui a España me cambió la vida, hace 23-24 años. Yo me fui de acá a través de un nieto mío, que tuvo problemas con el padre, mi hijo, y su mujer. Se fue para España y fui a acompañarlo un poquito. Un día me invitan al Bernabéu a ver un partido, el diario As, y ahí a través de Jorge Valdano, que era el manager de Real Madrid, me presenta a Florentino en el Bernabéu. Yo iba a decirle al jefe, 'a mí no me gustó nunca, hasta el día de hoy, ser un exjugador, porque yo nací jugador de fútbol y voy a morir jugador de fútbol'. Y al acercarme y querer presentarme me dice, 'ya sé quién eres, sigue así porque eres el único que me hace reír'. Así comenzó la historia, por eso te digo, ahí me cambió la vida a mí, fue Florentino, que el camino y el destino me lo puso por delante. Y él también cambió porque desde que me conoció ganó todo. Yo soy el talismán de Florentino.
¿Sigue mucho al Madrid?
Yo jugué en Boca y en River y estoy identificado más del lado de Boca. Y fui, soy y seré jugador de fútbol, pero desde que conocí a Florentino me hice hincha del Real Madrid. Aprendí lo que es ser hincha de un equipo de fútbol. Yo soy hincha de Real Madrid. Me pongo nervioso, lo puteo a Florentino en condiciones íntimas, como diciendo 'cómo pueden jugar estos jugadores en el Madrid'. Pero me encanta el Real Madrid, me encanta. Y te digo el Madrid y el Barcelona son los dos mejores equipos del mundo y los que más provocan cosas.
¿Le reconocen más por la calle en Buenos Aires o en Madrid?
Qué buena pregunta. Cuando estoy en el apogeo allá me conocen más. Acá me conocen, por supuesto, pero lo que me conocen en España es… Punto Pelota y después El Chiringuito me dieron mucha repercusión. Estoy muy agradecido a Josep Pedrerol, después de Florentino, también muy buena gente que se ha comportado muy bien conmigo. En España se ha comportado todo el mundo muy bien conmigo. Pero en comparación me dan más bolilla en España que en Argentina.
¿Eso le duele?
No, a mí me quieren acá, no puedo decir que no. Pero en España es increíble, increíble. Todas las banderas me dicen, me han dicho muy buenas cosas.
En un perfil que escribieron suyo en Clarín hace tres años decían: 'Acá es un ser silencioso que cada vez que usa la lengua deja heridos'.
¿Quién dijo eso?
Una periodista [Marina Zucchi].
¡Qué buena! Pero las mujeres no saben nada de fútbol.
Noooo. No puede decir eso a estas alturas.
[Ja, ja] En España no puedes decir ni negro ni que las mujeres vayan a lavar los platos.
Pero es normal que en 2024 ya no se digan esas cosas.
En Argentina es común. A mí me han expulsado del Chiringuito porque he dicho 'andá a lavar los platos' y he dicho 'este negro no puede jugar'. Pero yo lo digo sin maldad, es mi forma de hablar acá. Si yo me crie así. Sí, no queda bien, lo sé. Yo amo a las mujeres.
¿Cuándo regresará a España?
Me muero por ir. Pero tengo 80 años, me cuesta viajar. Quiero ir a ver a Florentino. Lo amo. ¿De qué depende? De que yo me decida. Me tengo que operar la rodilla, porque no puedo caminar más, y no sé si operarme acá o en España. Allí ya tengo fecha y todo, Florentino me hace operar. Florentino es un crack.
¿Habla a menudo con él?
Sí, no lo quiero molestar mucho porque tiene miles de quilombos, pero cada vez que lo llamo me contesta. Es un ser de otro planeta y aparte es un tipo sencillo, humilde, por más que lo hagan agrandado. El problema de Florentino es la envidia que genera en España. Yo no me creo que todavía el Bernabéu no se llame Florentino. Tengo la suerte de conocer a los dos, también a don Santiago Bernabéu. Yo tenía 19 años en un homenaje a Gento jugando para River y me dijo 'chaval, ¿quieres jugar en el Madrid?'. Se me caían los pantalones. Y Florentino me lo dijo, 'si hubieses estado en mi época serías el portero del Madrid'. Los dos me dijeron lo mismo.
¿Y por qué no se atrevió?
A mí me costó venirme del campo para Buenos Aires. Me costaba separarme de la pollera [falda] de mi madre. No salíamos, ahora pagaría por jugar en Europa.
En muchas ocasiones ha dicho que Florentino le salvó la vida.
Me salvó la vida porque yo era un tipo que estaba un poco bajoneado, estaba como olvidado y Florentino me puso arriba. Pero me puso porque le caí bien, nada más, porque Dios es tan inteligente que dijo, 'Florentino y el Loco tienen que ser socios' y así fue. Me dio laburo, conocí otro mundo, conocí el Clásico Madrid-Barça…
Me refería más a cuando estuvo pachucho y tuvo que ser ingresado.
Sí, fue por el Covid. Creo que fui el primero de toda España. Me metieron ahí [hospitalizado], yo nunca sentí nada. Mi hijo Lucas le llamó a Florentino y le dijo que no me veía bien y Florentino hizo que me vieran y me ingresaron 10-15 días. Y yo tomaba cerveza, alcohol, no tomaba las pastillas. Él me dijo 'mira Loco que estuviste cerca de ir a jugar al equipo de arriba, el del cielo. Estuviste cerca de la muerte'. Pero yo nunca sentí nada. Nada. [como si la memoria quisiera regatear este episodio]. Había una enfermera catalana, del Barça. Una chica joven, inteligente. Como yo no tomaba la pastilla me decía, 'Loco, ¿si te doy cerveza vas tomar la pastilla?. La primera vez que tomé la pastilla es cuando la catalana hincha del Barça me trajo cerveza. Los catalanes son bravos, son rápidos.
¿Recuerda que su primera experiencia en España fue en un programa de La 2 con Pedrerol? [se llamaba Club de Fútbol, año 2007, y duró muy poco]
Ya estaba con Pedrerol. Fue Florentino quien nos empujó para esa situación. Siempre fue Florentino. Hay cosas que tienen ver que con la piel, yo creo en la piel. Pedrerol era bueno pero no existía. Se hizo famoso por Florentino y por mí. Y no lo reconoce ahora el catalán.
¿Lo dice de broma no?
No, de verdad. Yo nunca hablo en broma, parece que sí, pero no. Soy un campesino bruto.
¿Cuando ha protagonizado encontronazos serios en el programa, eran de verdad o parte del show?
El día de que me peleé con Cristóbal Soria, que lo quise agarrar del cogote, mentira, porque él me dijo que los jugadores de fútbol jugaban por la plata. Y yo me levanté y lo fui a ahorcar y me agarraron, pero exageré, exageré, vendí un poco de humo. Él nunca pateó una pelota. Muy buena gente hay en El Chiringuito. Me aceptaron como un español más, nunca me sentí argentino.
¿Si vuelve a España piensa volver al Chiringuito o esa etapa ya se acabó?
Cuando voy me gusta tener un poco trabajo para estar entretenido, si no me muero, me aburro. Si requieren mi presencia… Si Pedrerol es inteligente por supuesto que me tiene que llevar, no sé si es inteligente. Él sabe que yo le hago contra ¿viste? Mi figura es más importante de la de él. Pero sí, me encantan todos los muchachos, son fenomenales
¿Qué pasará cuando se vaya Florentino?
Si yo supiera… Dios quiera que no se vaya nunca. Dios es del Madrid, ojalá lo siga teniendo entero como está ahora. Pero el día que se vaya, el Madrid lo va a sentir, va a sentir un golpe muy fuerte. Por eso la gente tiene que pedir el regalo de que el Bernabéu se llame Florentino y Bernabéu, los más grandes. El nombre de él o compartirlo con don Santiago Bernabéu. Lo que ha hecho Florentino es increíble, inigualable. Un día todo el mundo tendría que corear su nombre. Los nombres de los jugadores de fútbol se corean, pero para mí el tipo más importante, por lo menos de estos 24 años que yo convivo en España, es Florentino. Y nadie canta '¡Florentino!'. Todo el estadio debería. Y esos regalos son para los jugadores, que son un desastre, unos troncos, y los corean. Y este tipo que inventó y mantiene al Madrid igualable no le hacen regalos. Y todos esos mimos le van a hacer bien a Florentino.
¿Vio ya el nuevo Bernabéu?
Sí, estuve el año pasado. Es hermoso, pero me gustaba más antes. Antes era más pueblo, esto que ha hecho Florentino ahora es un merchandising. Una fábrica de negocios increíble.
¿Y cómo ve al equipo esta temporada? [contesta cuando el Madrid venía de perder contra el Liverpool]
Para mí el mejor técnico que tuvo de los 24 años que convivo en España con el Madrid ha sido Solari. Que tuvo poco tiempo, pero su idea fue hacer un equipo chico [joven], más moderno. Pero lo agarró el Barcelona en 15 días, perdió dos partidos y lo tuvieron que echar. El Madrid no necesita técnicos, con los jugadores que tienen gana sin técnicos. Para mí hoy, respetando al tano [así llaman en Argentina a los italianos], que ha ganado todo… El técnico no lo gana, lo ganan los jugadores. No es un buen técnico, pero tiene una flor inigualable. En Madrid hace mucho tiempo ya está jugando sin dos laterales, con dos hombres menos, que es el francés Mendy y Lucas Vázquez, que Lucas Vázquez no sabe marcar [al hombre], progresa cuando va al ataque, siempre inventa algo, hace un gol, pero su función es marcar. Ahí está el déficit del Madrid. Y que no ha suplantado a Casemiro, este era el corazón del equipo. Como en su momento Busquets fue el corazón de Messi, del Barcelona. Yo creía que el grandote este francés [Tchouaméni], que me encantaba, el primer día que lo vi dije 'este es mejor'. Y después se ha asustado, juega con vergüenza… No lo ha suplantado y eso se nota mucho.
Esta opinión de que el entrenador del Real Madrid no es tan importante la comparte con Florentino.
¿Dice eso Florentino? Es inteligente como yo [ríe]. Florentino es muy vivo, fuma bajo el agua. Un tipo especial, es de buen paladar, le gusta intervenir, pero no interviene tanto como dicen, con mensajes por ahí interviene, pero no es tanto. Por lo menos yo las veces que he estado con él, que estar con él un minuto ya es mucho tiempo, es un defensor número uno de sus jugadores, no critica a nadie, sus jugadores son los mejores del mundo y es un tipo que te da, es chistoso, es alegre. Muchos le dicen curita, no tiene nada de cura, es más vivo que todos. Te ve y ya sabes cómo piensas, qué le vas a decir y qué te va a decir. Y de últimas te dice 'vete a ver a Manolo Redondo'. Es un crack.
El reto de los Tristes con Gatti
¿Cómo ve a Vinicius?
Triunfó gracias a Florentino. Todos lo querían echar, yo también lo quería echar, porque yo veía que gambeteaba, chocaba, pero no sabía patear; ahora aprendió. El personaje se defiende, le gusta hacer, tiene un ego importante, es muy feo, pero jugando bien al fútbol eres lindo. Ha progresado bastante, ha aprendido mucho. Ahora tiene un problema con Mbappé. El francés es un crack, aunque todavía está un poco inseguro, el Real Madrid no es lo mismo que jugar en Francia. Va a ser lo que es, el mejor jugador del mundo, hasta que descubran al que digo yo. Al 'negrito' este, 'negrito' cariñosamente.
¿Quién?
Juega en el Barça. Siempre sacan jugadores, Messi, Cruyff, y ahora Lamine Yamal. Es un crack. No tiene 17 años, tiene mínimo 20. El tiempo será testigo. Si sigue progresando así… Me recuerda más a Pelé que a Maradona, Maradona fue grande, pero Pelé fue el más grande. Y este pibe lo que ha hecho ya…