El Lyon, un grande al borde del colapso: "Nadie del club ha estado para apoyarte, Grosso"

El Lyon continúa cuesta abajo y sin frenos. Uno de los grandes de Francia es colista de la Ligue 1 con solo cuatro puntos en los diez partidos disputados. Este domingo recibían en casa al Metz, otro de los de la parte baja y el resultado volvió a ser decepcionante. Al menos, Alvero arregló en el 84' el 0-1 que figuraba en ese momento en el electrónico. Una crisis de tal magnitud ha provocado todo un terremoto institucional del que nadie sale impune. Y, para colmo, la pasada semana los ultras del Marsella apedrearon el autobús del equipo, provocando que su entrenador Fabio Grosso tuviera que recibir puntos y cerca estuvo de incluso haber podido perder la visión.

Superado ese episodio, el Lyon buscaba este domingo el regreso a la normalidad. Un nuevo resultado decepcionante no ayuda a ir creciendo y el descenso ya es un riesgo real. Ante tal tesitura, el italiano dio la cara ante el grupo ultra y se acercó tras la finalización del partido para charlar con ellos y tratar de arreglar el enorme clima de tensión. De hecho, el equipo volvió a ser despedido ante una sonora pitada, señal del descontento generalizado por la falta de victorias.

Uno de los dirigentes del grupo Bad Gones se dirigió a él en los siguientes términos: "El problema es que no hay nadie del club que esté ahí para apoyarte toda la semana o incluso para estar ahí todo el tiempo. No es tu lugar estar aquí hoy frente a nosotros. Si tienes algo que decirnos, hazlo. Si no quieres decirnos nada, porque no te corresponde hacerlo, no te lo reprocharemos".

La brecha entre los ultras y la directiva también está sobre el ambiente. Un clima complicado que tampoco lleva al Lyon hacia adelante, ahondando en profundidad en la crisis. Grosso se vio en mitad de la guerra fría, aunque el grupo reconoció su valentía. De hecho, le apoyó en el lamentable incidente de los ultras del Marsella. Bajo su perspectiva, ni siquiera el club apoyó lo suficiente a su propio entrenador.

Grosso alzó la voz y respondió: "Os lo digo todo el tiempo. Sois especiales. Os lo daremos todo, porque os lo merecéis. Gracias por todo. Hicimos todo lo posible para conseguir la victoria hoy. No nos rendiremos. Debemos llegar, no debemos imaginar nada. Sois especiales. Os quiero dar las gracias por todo. Les prometo que lo daremos todo y espero que sea suficiente".

Finalmente, fue despedido con cariño por su gente, que aún considera que dar la vuelta a esta situación es posible. Queda mucho. Y la distancia de siete puntos con respecto a la zona de salvación, con un partido menos, no parece una brecha tan complicada de salvar para un equipo acostumbrado a pelear por títulos y en altas rondas de competiciones europeas. Hasta entonces, toca recuperar la unidad.