Gio Zarfino vuelve tras 14 meses y rompe a llorar tras su calvario: "Me exigí de más hasta que no podía ni andar"

Minuto 77 de partido. El Molinón rompió. Un estadio siempre entregado a su gente rindió el mejor homenaje posible a uno de sus héroes. Gio Zarfino regresó a un terreno de juego 413 días después y fue recibido con una ovación atronadora. Le quedaba defender hasta el final del duelo el escudo de su Sporting. No había espacio para la emoción. Con el pitido del colegiado, la historia era otra. El futbolista no pudo contener las lágrimas y fue abrazado por todos sus compañeros. Es el regreso de un jugador que en su día se jugó su físico por ayudar al equipo, un referente en Gijón.

En zona mixta, compareció: "No me esperaba esa ovación de El Molinón y no la voy a olvidar nunca. Gracias a todos". Miguel Ángel Ramírez, su técnico, también celebró con contundencia su vuelta: "Zarfino se merece todo lo bueno que le pase. Es un referente para todos. Que le pasen cosas buenas a la gente buena, me pone muy contento. Para el sufrimiento del final, necesitaba lo que Gio nos da".

Y lo cierto es que en su regreso hubo un cóctel de emociones tras 14 meses de pesadilla. Así lo anunció el mismo en comparecencia de prensa en la previa del encuentro. En ella, se definió como "un loco tranquilo" y reconoció haber tenido "cuatro momentos jodidos".

"Tras una operación, te dan una fecha estimada, vas cumpliendo pasos con el proceso y tienes esa meta. Pero éste no fue el caso. Fui midiendo sensaciones, por momentos estaba bien y otros me resentía. Es muy jodido no tener una fecha para volver. Tienes que estar preparado para eso. Yo me veía ahí y no estaba listo para competir, fueron momentos jodidos. Hoy por hoy espero seguir así, tampoco me genero muchas ilusiones; quiero ir día a día, disfrutando con el equipo y volviendo a sentirme futbolista", expuso.

Zarfino fue operado el pasado mes de noviembre del tendón rotuliano de la rodilla izquierda, tras meses en los que no se terminaba de recuperar del todo de unas molestias que no cesaban. "Lo que siento es como si te clavaran un cuchillo en la rótula. Quiero correr y como si me pincharan con un cuchillo ahí. Me impide correr, no me deja", llegó a explicar en La Voz de Asturias.

Una situación durísima para él, que, además, se mezclaba con que acaba contrato el próximo mes de junio y su situación es compleja tras más de un año de baja. Concretamente, el último partido que había disputado fue ante el Tenerife, el 25 de febrero de 2023. Desde entonces, enlazaba recaídas y decepciones que complicaban su carrera deportiva.

"Después de lo que pasó podría decir muchas cosas. Yo venía exigiéndome de más hasta que no aguanté que casi no podía ni caminar. Tuve que parar, pero era un momento muy clave y hay que hacer lo posible hasta un límite. Pasó lo que me pasó. No sé si fue por culpa de forzar o no. Un futbolista siempre tiene molestias y siempre tiene algo, que a veces no parece nada y lo vas llevando. Así fue esto, lo fui llevando hasta que no pude más", recordó.

Ahora, Gio Zarfino no quiere reclamar una oportunidad, sino ganársela en el terreno de juego: ""Mi renovación es algo que me gustaría que le pregunten a ellos, pues no es algo que dependa de mí. De mí depende entrenar, poder hacer lo mejor en el día a día, jugar lo antes posible, porque es algo que deseo y quiero aquí en el Sporting. Sí que me encantaría seguir en el club, me siento muy querido en el día a día". Tendrá aún una recta final de temporada para ganárselo. Hasta entonces, se ha llevado un aplauso inmenso. Una ovación a un jugador que 14 meses después despertó de la pesadilla.