GRANADA 4 - TENERIFE 0

Pepe Mel y una de las ruedas de prensa más desafortunadas: "Con perdón de las señoritas, me encargaré de meterles el dedo en el culo a los jugadores"

El técnico del Tenerife también realizó otra comparación cuestionable: "Eran un transatlántico contra una patera".

Pepe Mel, en el Granada-Tenerife./LALIGA
Pepe Mel, en el Granada-Tenerife. LALIGA
Jonás Pérez

Jonás Pérez

El Granada ha pasado por encima del Tenerife, al que ha goleado con un marcador de 4-0. El equipo nazarí fue superior de principio a fin, dejando a los canarios de nuevo como colistas de la clasificación. Pese a la mejora competitiva de Pepe Mel y los suyos tras el cambio en el banquillo, los resultados siguen sin llegar y esta desastrosa actuación ha supuesto un importante bache en el camino. El entrenador, muy enfadado, estalló en rueda de prensa contra la actuación de sus futbolistas y el enfado le hizo pasarse de frenada con dos comentarios completamente fuera de lugar y de los que, a buen seguro, se arrepentirá ya en frío.

El segundo de ellos llegó después de que un periodista allí presente le preguntase sobre cómo puede convencer a la gente de que siga creyendo en el equipo. Esta es su respuesta íntegra:

"A la gente no se le debe dar ningún mensaje. Lo que quiere son resultados y ver una imagen completamente diferente. Como he dicho antes, la única ventaja de esto es que jugamos el jueves. En el fútbol, cuando todo te sale bien estás eufórico y te sobran fuerzas. Cuando un partido se te vuelve en contra por tu incapacidad, lo único que quieres es que acabe pronto porque te puede caer encima una buena. Yo lo he vivido muchas veces. Son partidos que hay que dejar pasar. Espero que los jugadores estén enrabietados, heridos en su orgullo y yo me encargaré de meterles el dedo, con perdón de las señoras y las señoritas, en el culo para que espabilen. Y también tendré que revisar yo mis propias decisiones, pero hoy veníamos muy mermados. Esa es la realidad.

Cuando Fran hacía los cambios... Este equipo es de Primera y nosotros veníamos muy mermados. Pero no debo usar eso como excusa. Yo he planteado un partido pensando en que íbamos a hacerlo bien, pero bueno ha salido todo al revés. Cuando haces un plan de partido y sale todo al revés, lo tienes que asumir".

Hemos querido reproducir la declaración de forma íntegra para evitar confusiones bajo el contexto. Pepe Mel utiliza una expresión coloquial como "meter el dedo en el culo" a los jugadores como muestra para decir que deben espabilar y que usará su jerarquía como entrenador para que así sea. El problema principal de esto es que, por el camino, pide disculpas no por sus formas en general, sino solo "a las señoras y a las señoritas", como si existiese una diferencia de género a la hora de abordar esta clase de temas. En caliente y con un discurso improvisado bajo las difíciles circunstancias de su equipo, el técnico del Tenerife comete un error lingüístico que esconde algunos micromachismos que aún conviven con nosotros en la sociedad.

Unos minutos antes, Pepe Mel tuvo que abordar la cuestión de si a los jugadores de su equipo les había venido grande un partido de esta magnitud en Los Cármenes. Esta es su respuesta completa:

"No sé cómo decirlo. Cuando el Granada ha hecho los cambios, el que entraba me atrevería a decir que era mejor que el que salía. Nosotros cuando hemos hecho los cambios hemos metido lo que tenemos, lo que hemos podido traer. Esto no quiere decir que los chicos sean malos futbolistas, pero empiezan y hay que tener paciencia. Tenían mucha responsabilidad hoy porque tenían que suplir a gente que no está y que es importante. Hemos luchado un transatlántico contra una patera".

De nuevo, le sale una comparación fruto del enfado que puede herir sensibilidades. En este caso, es evidente que una patera es un vehículo de menor vigor que un transatlántico, pero su connotación la relaciona directamente con los inmigrantes, en un tema de enorme sensibilidad social en nuestros días.

Pepe Mel vive una situación complicada al frente del colista y tiene sus motivos para estar enfadado o preocupado por la clasificación. Sin ánimo de criminalizar sus declaraciones, el técnico estuvo desafortunado en la comparecencia de prensa posterior a la victoria del Granada sobre el Tenerife (4-0).