El problema de cara al Barça-Atlético del próximo domingo, a las 16:15 horas, es que haga sol en el Camp Nou, no que, por ejemplo, Marcos Llorente se pierda este partido por la amarilla absurda que vio en el Metropolitano ante el Almería.
El problema no es ganar 1-0 una vez, sino que lo conviertas en habitual (11 veces de 55 partidos en LaLiga) después de decir en tu presentación: "El Barça es el club más difícil del mundo porque hay que jugar bien y ganar, no vale con ganar 1-0″.
El problema no es el Caso Negreira o gastarse 138 millones en fichajes de palanca en palanca, sino que en 29 jornadas de competición no te hayan pitado un penalti a favor o que tus refuerzos sean descartes del Tottenham (quinto de la Premier) como Reguilón o Doherty.
El problema no es decir a estas alturas lo de que el césped lo han dejado muy alto, sino que todavía no hemos escuchado a ningún entrenador, después de perder en el Camp Nou, que fuera por un césped demasiado corto y muy mojado (sería divertido que el Cholo fuera el primero en hacerlo si cae derrotado el domingo).
El problema no es que la inmensa mayoría de los periodistas no hayan jugado al fútbol, como sugirió Ter Stegen a Pablo Pinto en los micrófonos de DAZN o Xavi en rueda de prensa del Coliseum, sino que tal vez nunca sudaron la gota gorda para ganar tantos millones.
El problema no es que el Barça aventaje en 11 puntos al Madrid y en 13 al Atleti, sino que acumula tres partidos seguidos sin marcar y ahora se vienen nueve puntos complicados ante Atlético, Rayo (fuera) y Betis.
El problema no es que el Atlético sea el equipo con mayor promedio de puntos (26 de 30) que cualquier equipo de las cinco grandes ligas del continente en la segunda vuelta, sino que no lo haya hecho el Cholo con los once jugadores encerrados en el área.
El problema no es que Villa, Luis Suárez, Griezmann y ahora Memphis llegaran al Atlético procedentes del Barcelona, sino que Simeone no les alinease como laterales derechos o porteros porque resultaron muy caros.
El problema no es que Rubi diga que le "apasiona" ver al Atlético de Madrid, sino que Quique Sánchez Flores se tome a cachondeo lo del sol de Xavi y le recomiende Nivea y aftersun.
El problema, en definitiva, no son las escopetas, sino los pájaros que disparan contra ellas.
