A vueltas con Mbappé de '9': sólo tres pases con Vinicius y un dato que preocupa
El francés, un futbolista que necesita "mucho balón", fue el jugador de campo que menos intervino ante el Valladolid. Ancelotti mantiene su apuesta por él como delantero.
El Real Madrid aprobó por los pelos su examen ante el Real Valladolid (3-0). Le salvaron su pegada y un zapatazo de Valverde que alejó los fantasmas, pero Ancelotti, contento con el resultado, no escondió a la conclusión que existe margen de mejora: "Tengo buen sabor de boca, pero a veces el ritmo con balón fue lento, blando". Entre los elementos que pueden y deben elevar su nivel sobresale un nombre: Mbappé.
Kylian, que tiró apoyos sin parar y se fajó hacia atrás, no gozó del debut esperado en su estreno de blanco en el Bernabéu. Tuvo un par de oportunidades claras (una se la sacó Karl Hein de milagro y otra la lanzó fuera con la puntera) y apenas participó lejos del área. Los datos de sus conexiones con sus compañeros de ataque, especialmente con Vinicius, parecen sintomáticos: entre ambos sólo combinaron con éxito ¡tres veces! en 85 minutos. Se buscaron otras dos, pero sin acierto. Con Rodrygo tampoco existió mayor sintonía: se pasaron el balón cinco veces y todas en zonas de poco peligro.
El reparto de espacios, con el frente ofensivo volcado en la parcela izquierda de manera continuada, no resulta todavía efectivo para explotar las cualidades de los tres. Vinicius y Rodrygo sí se encontraron más (en 10 ocasiones) que Mbappé con ellos. Y hay otra estadística que preocupa: Kylian, un futbolista que necesita "mucho balón", como explicó a Relevo un exmiembro del staff del PSG que coincidió con él, fue el jugador de campo titular que menos intervino en el juego del Madrid (47 toques).
Aunque este ranking siempre lo lideran los centrocampistas (Tchouameni se llevó la palma con 101), los otros tres atacantes entraron bastante más en contacto con la pelota que el francés: Arda Güler tocó 63 y Vinicius y Rodrygo se quedaron en 57. La media de contactos de Brahim desde que ingresó al campo (0,7 por minuto) también resultó sensiblemente mayor que la del '9' (0,54). En París no descubren la pólvora cuando afirman que Mbappé "es muy bueno en el ataque posicional (el que predominó ayer en el Madrid ante la muralla del Pucela) porque es muy listo moviéndose", pero contra los de Pezzolano atravesó por fases de seria incomodidad que le alejaron de la posesión y de poder marcar diferencias.
Ancelotti no desiste
El de Bondy sí hizo daño cuando recibió con espacios (se topó con Hein tras conectar de primeras un pase al hueco de Rüdiger) y cuando los blancos pudieron correr (Vinicius le sirvió un balón que estrelló en el portero estonio), pero, mientras el Madrid trataba de encontrar huecos y el Valladolid resistía atrás, Cömert y Boyomo le sujetaron sin demasiados problemas. A pesar de ello (y de que contra el Mallorca tampoco lució como en sus mejores días), Ancelotti aseguró que seguirá insistiendo en su idea inicial de colocarlo como ariete.
"¿Si pienso en desplazarlo a la banda? Absolutamente no. Es un delantero espectacular, muy rápido, se mueve fenomenal sin balón y ataca la espalda. Ha tenido tres o cuatro oportunidades. En esta posición va a marcar como siempre ha marcado. No hace falta que juegue por la izquierda o por el centro, al final él va a hacer goles", afirmó tras el primer triunfo liguero.
A pesar de que el Madrid volvió a partirse en varios tramos, Carletto también prefirió ver el vaso medio lleno en el aspecto defensivo y valoró los esfuerzos de los de arriba: "El equipo ha estado más compacto, ha recuperado rápidamente el balón. A nivel defensivo, mejor que contra el Mallorca. Los delanteros son una parte". Ahí no hubo espacio para las críticas que sí llegaron tras Son Moix: Mbappé no paró de trazar desmarques y se puso el mono de trabajo cuando el equipo perdió la pelota, pero pagó la falta de entendimiento con sus compañeros para brillar en ataque.
La visita a Las Palmas este jueves (21:30) supondrá otra oportunidad para ver mejorados los automatismos y que Kylian, un jugador que disfruta de combinar en espacios reducidos y recurrir al compañero en la frontal, se despliegue al nivel que se pretende. En el Madrid no temen: exponen que nunca es sencillo acoplar a una estrella de este calibre (a Ancelotti le pasó con Bale) y piden tiempo. Mientras sobrevuelan las alternativas tácticas, como regresar al 4-4-2 del curso pasado con Vinicius más abierto y Mbappé centrado, Carletto abogará por la paciencia. Si alguien se merece el crédito, es él: ha resuelto con éxito todos los benditos problemas que le generaron sus nuevos cracks y el club confía en que también encontrará la fórmula para que lograr que Rodrygo, Mbappé y Vinicius cohabiten.