Los periodistas que visitaron a Lim: "Hubo dos o tres meses en que me lo creí, luego nos dimos cuenta de que todo era una pantomima"
Héctor Esteban y Cayetano Ros recuerdan el viaje a Singapur que en 2016 les hizo ver las luces y vislumbrar algunas primeras sombras del proyecto de Peter Lim en el Valencia.
"Peter Lim nos hizo un recorrido por todo lo que había sido importante en su vida: el barrio donde nació, un barrio humilde, nos llevaron incluso a visitar las casas, nos metieron dentro de casas de gente ahí abigarrada, con poco espacio. Eran como colmenas de edificios donde él se crió, humilde. Después, al instituto donde él fue, que era un instituto donde estudió toda la élite de Singapur, había cámaras por todas partes, mucha disciplina, muy duro, y se ve que iban con becas los niños más listos. Y después él vino un día a tomar algo allí, en la terraza del hotel, y nos dio una entrevista enlatada que yo estoy seguro de que la hizo toda Damià. Era el momento en el que Layhoon y Damià (Vidagany, entonces director de Comunicación y Relaciones Externas del club) querían ganarse a la afición y a la gente, y que creyeran que realmente ellos querían hacer un Valencia grande, y que había un proyecto", recuerda Cayetano Ros, uno de los cuatro periodistas que en mayo de 2016 formó parte de la expedición que llevó a una notable representación del Valencia y su entorno a Singapur.
Un espejismo que vivieron los futbolistas Matt Ryan, Javi Fuego, Paco Alcácer y Santi Mina, con el técnico Pako Ayestarán al frente, además del entonces director deportivo, Suso García Pitarch; el director de Comunicación y Relaciones Externas del club, Damià Vidagany; el delegado, Voro; Txemanu, el utillero del equipo, y Mendieta y Albelda por parte de LaLiga. "Nosotros fuimos allí y nos enseñaron la forma de vida de Singapur y las bondades de Peter Lim", recuerda Cayetano, que participó en varias cenas que compartieron con el mandatario valencianista en las que tuvieron la oportunidad de departir con él. "Nos trataron muy bien. Te digo una cosa y no me escondo: estuvimos en un hotel espectacular, nos pagaron el hotel, las comidas, las cenas y todo, y vivimos unos días en Singapur muy bien. Negarlo sería de idiotas. Yo allí me lo pasé muy bien, viví unos días muy bien tratado y vi Singapur en el viaje con Peter Lim", reconoce Héctor Esteban, ex jefe de Deportes de Las Provincias.
"Te digo una cosa y no me escondo: estuvimos en un hotel espectacular, nos pagaron el hotel, las comidas, cenas y vivimos unos días en Singapur muy bien. Negarlo sería de idiotas"
Exjefe de Deportes de Las Provincias"Él en realidad en las distancias cortas es un tío bastante agradable, bastante simpático, cercano. No es un estirado, es un tío bastante campechano. Parecía interesado por el Valencia y siempre preguntaba qué pensábamos nosotros, cómo lo veía gente que estaba fuera del círculo, fuera de sus directores deportivos y gente próxima a él. Buscaba un poco la tangente para saber qué pensábamos. Se le veía cierta preocupación, lo que pasa es que a mí me llamó la atención que ya en su cumpleaños, que nos invitó a la cena -estaba también su mujer, Cherie, y al final vino su hija, Kim Lim-, hablando en un corrillo con él hizo un gesto: se tocó el bolsillo y dijo que él ya había puesto mucho dinero. Ahí ya entendimos que eso no iba a ser una aportación económica continua e intensa a lo largo de las temporadas. Él yo creo que dijo: 'Yo he dado dinero, pues esto tendrá que funcionar solo", añade el entonces jefe de Deportes de Las Provincias.
Layhoon Chan, presidenta che, fue una persona destacada en aquel desplazamiento. De "figura clave" la califica Cayetano. "También fue adorable. Era encantadora, estábamos enamorados de ella. Nos trataba con un cariño... Vimos una mujer con nosotros y lista, muy elegante y con las ideas claras. A nosotros nos causó muy buena impresión, por eso cuando se marchó Anil Murthy, Damià Vidagany, que eso se lo reprochan algunos, saca el titular de Las Provincias: 'Ha venido a sacar el club de las tinieblas' o algo así. Y yo también lo pensaba, yo pensaba que con Layhoon iba a mejorar mucho. Yo me lo creí. Yo era muy escéptico al principio, pero al estar allí y ofrecerte todo y decirte que iban a hacer un gran club… En ese momento ella sí que quería ganarse el corazón de los aficionados del Valencia, era clave para intentar que la gente los quisiera. Querían ser queridos", razona Cayetano.
"Yo pensaba que con Layhoon iba a mejorar mucho el Valencia. Era muy escéptico al principio, pero al estar allí y ofrecerte todo y decirte que iban a hacer un gran club..."
Exredactor jefe de Deportes de Levante-EMV"Te dejo una frase que nos dijo Layhoon al irnos a Valencia", añade Héctor: "'Por fin he sentido que podemos ser una familia'. Es decir, Layhoon nos percibió de otra manera, no como gente agresiva periodísticamente, y ella dijo: 'Hemos vivido como una familia'. Había una relación muy normal, pero desgraciadamente todo eso no se ha multiplicado con el paso del tiempo porque era imposible".
Frases, gestos y detalles que los periodistas analizaban para acercarse a la figura de Peter Lim. Una cosa era lo que decía su economía millonaria y otra la realidad que palparon en las calles de Singapur. "Allí lo que nos sorprendió es que así como aquí a Juan Roig lo conoce todo el mundo, allí a Lim no lo conocía nadie. Ahora igual ya sí, por la repercusión que ha tenido con el Valencia, pero en ese momento, que llevaba dos años sólo, nosotros preguntábamos en la calle, a taxistas: '¿Peter Lim?', y la gente no tenía ni puta idea, pero sí que concedía 200 becas de carácter deportivo y de estudios a los chavales y chavalas. Él lo que quería era darnos la imagen de que era un filántropo. En el acto de entrega de diplomas al que nos llevaron nosotros pensábamos: 'Estos son todos figurantes, esto nos lo hacen para que creamos que es un filántropo y es mentira todo'. Lo pensábamos, nos reíamos y decíamos: 'Hostia, nos están aquí metiendo un engaño y nosotros cayendo como tontos", recuerda entre risas Cayetano Ros, entonces redactor jefe de Deportes de Levante-EMV.
"Era como 'El show de Truman', bromeábamos. Donde íbamos nos metían algunos espías. Vino gente a recibirnos al aeropuerto que parecían asalariados de Peter Lim"
Exjefe de Deportes de Las ProvinciasUna versión que corrobora jocoso Héctor Esteban. "Me parecía todo muy postizo. Era como El show de Truman, que todo es un escenario, a veces bromeábamos. O incluso en algún sitio en el que estábamos o a donde íbamos nos metían algunos espías. Eran como extras, gente de allí que nos los ponían al lado a ver lo que hacíamos o decíamos. Y me acuerdo un día que fuimos a una tienda de Lladró había ahí un chico con un cartel de 'Alcácer, te quiero' y luego nos dimos cuenta de que era todo una fachada, que estaba ahí como pagado: le quitaron el cartel y no sé quién se lo quedó, pero se lo quedó gente del grupo. O vino gente al aeropuerto a recibirnos que parecían unos asalariados de alguna empresa de Peter Lim que les habían dicho: 'Bueno, esta tarde hay que ir ahí con pancartas y camisetas del Valencia'", recuerda Héctor.
"Nosotros de broma decíamos que parecía que estábamos en una película, que nos estaban grabando, porque era como muy idílico todo. Todo aquello se desmoronó al poco tiempo, era como el cuento de Agatha Christie de Diez negritos, que iban cayendo todos: García Pitarch, Ayestarán, muchos de los jugadores los fueron vendiendo, a Paco Alcácer, que lo recibieron allí como un héroe. Ellos, en principio, querían mostrar una cara amable y posiblemente en ese momento sí que se lo creyeran, que tenían la intención de hacer algo bonito y ganarse a la gente, pero después cambiaron de forma radical. Sobre todo, después de Marcelino, pero en ese momento yo hubo un par de meses o tres que me lo creí, que pensé: 'Les ha salido mal la jugada, les ha salido mal Pako Ayestarán -porque a la cuarta jornada Pako perdió en San Mamés y lo echaron-, pero yo pensaba que tenían buena voluntad y querían hacer las cosas bien. Pensé 'esta gente tiene buena intención', pero nos dimos cuenta a los pocos meses de que todo había sido una pantomima y que realmente eso no era ningún proyecto ni nada. Tuve síndrome de Estocolmo incluso", confiesa Cayetano, hoy en día una voz crítica en torno a la gestión de Peter Lim.