Los vecinos del Bernabéu celebran el fin de los conciertos: "A alguien se le ha caído el castillo de naipes"
En los aledaños del estadio, se festeja con cautela el aplazamiento de los eventos musicales: "Hemos ganado una batalla, pero no la guerra". Y recuerdan: "Esto era un infierno".
La suspensión de los conciertos hasta abril en el Santiago Bernabéu ha supuesto todo un alivio para cientos de vecinos que venían sufriendo desde hace tiempo excesivos ruidos que, bajo su criterio, estaban condicionando su día a día. Ya no son solo los días señalados, sino todo el proceso previo, entre montajes y ensayos, que han superado con creces los límites de decibelios permitidos por el Ayuntamiento. Desde hace meses, se mantienen conversaciones entre la alcaldía y el club para tratar de limitar un problema que ha llevado a asociaciones a pronunciarse abiertamente sobre este inesperado giro en su tranquilidad. Entre ellos, la Asociación Iniciativa Vecinal en defensa del medio ambiente y contra el túnel Paseo de la Habana-Padre Damián, que también encabeza las protestas contra el nuevo estadio. Otra gente de a pie ya estaba exhausta, al límite de sus fuerzas.
Relevo se ha desplazado hasta los aledaños del Santiago Bernabéu para conocer de primera mano su sensación tras una noticia que, sin duda, cambiará sus vidas. Ellos celebran, aunque de forma cauta, este éxito parcial al ser conscientes de que se acabaron los ruidos a altas horas de la noche durante los próximos meses. Solo la excepción del fútbol, aunque siempre han defendido vivir al lado de un estadio y asumir y aceptar que con relativa frecuencia el Real Madrid dispute sus encuentros a horas tardías. De todos modos, estos siempre acababan antes que los conciertos, que incluso han finalizado pasada la 1 de la madrugada y con el público armando barullo incluso una hora después.
Chema reside en un edificio cercano y se muestra prudente como el que más. Su primera impresión es positiva, pero... "Es una buena noticia, de momento, pero no. Hemos ganado una batalla, no la guerra". Ya había leído la noticia y sabía que el Real Madrid quería proteger acústicamente el estadio: "Imposible. Es que no está hecho para conciertos. Es mi opinión personal, pero me he informado y es que es así".
"Algunos eran 19 horas de ruido. Es lo más brutal que he visto en mi vida"
Vecino del BernabéuPrecisamente estos aspectos son los que no terminan de convencer al vecindario. Consideran que los arreglos mejorarán la situación, pero que aún habrá mucho camino por recorrer: "Es que no lo sabéis bien en los medios. Esto es una angustia. No solo es el concierto, es la que se lía antes. Poca Policía, la gente bebiendo, meando en todos lados... Es brutal". Y otro problema: hay lío... ¿hasta cuándo? "Hasta por la noche, noche. Siempre se queda alguien borracho, dando gritos. Tranquilo por lo menos una hora después con la gente. Lo que no habéis vivido los medios son los primeros conciertos. Eran de menos aforo. Pero eran 19 horas de ruido. Es lo más brutal que yo he visto en mi vida. ¡19 horas! Entre ensayos y todo. Viernes, sábado y domingo. Bestial", añade.
Otro asunto trascendental es que el Real Madrid no cuenta con una licencia válida para albergar conciertos. Se realizan excepciones para días señalados, pero no con la frecuencia que venían anunciando estos espectáculos. El club trabaja para obtener este permiso, que, sin duda, les allanaría el camino. Mientras tanto, Belén, que también reside a escasos metros del feudo blanco, no tiene ninguna fe: "No. Es que no van a hacer nada. Esto es para que a la gente se le olvide. Si de verdad quisieran arreglarlo, lo hubieran hecho desde el principio".
"No van a hacer nada, es para que a la gente se le olvide"
Vecina del BernabéuLeído desde fuera, puede parecer que los vecinos de los aledaños del Bernabéu exageran en sus protestas o que incluso puede resultar agradable escuchar desde sus ventanas a los mejores artistas del panorama musical. Para contrarrestar este prejuicio, Chema ha querido exponer cómo es una semana de espectáculo en el feudo blanco: "Hay algunos más tranquilos, como el de Taylor Swift. Pero con los más cañeros, la gente bebiendo y luego meando en la calle porque en el estadio cerraban los baños media hora antes...". Cierra: "Es de coña. Estamos contentos, pero ya te digo. Con un negocio de por medio... A alguien se le ha caído el castillo de naipes y el negocio estaba previsto. Lo van a intentar".
Los arreglos son insuficientes, pero ya lo eran
De momento, un espacio de tregua, pero no deja de ser eso: una tregua. El Real Madrid, como bien le han marcado desde las autoridades, tiene previsto instalar una especie de escudo acústico, bajar la potencia de los altavoces y colocar más lonas para disminuir el ruido. Un trabajo que no es sinónimo de insonorización, algo imposible en un estadio de estas características, aunque quizás sí suficiente para cumplir con la normativa vigente de decibelios permitidos. Los vecinos son conscientes y lamentan que esa ausencia de ruido es una utopía. Es más, ya habían intentado desde el club algún arreglo, que había resultado insuficiente… ¡o incluso peor!
"Bajaron el volumen con Romeo Santos y el público gritó más. Era horrible"
Vecina del BernabéuAsí lo considera Belén. En el concierto de Romeo Santos se bajó el volumen al artista para evitar otro incendio con las asociaciones, pero trajo consecuencias fatales: "Es verdad que se le escuchó menos y entonces el público gritó más. Era horrible. Más casi que otros días, ya ni se le escuchaba (a Romeo Santos), solo había gritos".
Belén lleva viviendo en la zona 25 años, concretamente en un edificio que está a escasos metros del estadio. Le gusta el ambiente habitual de sus calles y disfruta paseando a su perro, pero detesta las noches de partido... y ahora de concierto. "Es una victoria. Totalmente. Deberían quitar el estadio incluso. Sí". Se puede intuir que no le gusta en exceso el fútbol, aunque ya se había adaptado a que hubiera partidos de forma frecuente: "Claro, es que ya no hay solo partidos. Ni conciertos solo. Aquí ya hay de todo. No puede ser".
Y expuso la palabra mágica: "Esto se debería haber insonorizado desde el primer día. Y no se sabía que iba a haber tanto evento. Esto ha sido para calmar a la gente. Normalmente estamos poco informados". La vecina de los aledaños del Bernabéu justifica además que esto se ha podido hacer ahora porque no había conciertos estrella en el horizonte. Hasta final de año, solo se programaron un festival de K-Pop, Dellafuente y el doblete de Aitana. "Si te fijas, ahora no venía tanta gente importante, es por eso", añade.
"Menos mal que esto se para. Era un infierno"
Vecina del BernabéuEl Bernabéu, visto desde otros ojos: «A mí me mola, pero si voy al concierto de Aitana mis padres me matan»
El tema se había convertido en casi en una obsesión para todos ellos y quizás por eso pueda dar la sensación de que su opinión está sesgada. Algunos, por el contrario, se ponen en su lugar. Antonio, acompañado de su mujer, no son de las inmediaciones, pero sí de una zona cercana. Les encanta tener cerca el Bernabéu y portan bolsas de la compra mientras observan la zona de la tienda. "¿Los han cancelado de verdad? Ostras", se sorprende él, para, a continuación, valorar: "Es verdad que se monta aquí mucho jaleo, nosotros no lo escuchamos apenas por las noches, pero me parece bien. Es normal que los vecinos estén hartos".
#ExclusivaRelevo 🔏 Frenazo en el nuevo Bernabéu.
— Relevo (@relevo) September 13, 2024
🛑 El Real Madrid retrasa todos los conciertos hasta abril tras las protestas de los vecinos por el ruido.
✍️ @JonasPerezEhttps://t.co/ElM9ubBMFA
Los más jóvenes lo ven desde otra perspectiva, aunque no por ello consideren que todo es positivo. Adrián trabaja en una tienda y no sufre tanto los ruidos, como sí el impacto que tienen los conciertos en el negocio. Le afecta bastante a las ventas ese día porque su clientela habitual no acude si hay tanto revuelo en los alrededores. "Sí hay muchos jóvenes que te piden entrar para ir al baño". Y también le ve el lado positivo: "Te da una visibilidad increíble a la tienda, pasan miles y miles de personas al lado". Ha preferido no especificar de qué comercio se trata y quizás "por ser joven" lo ve de otra manera: "También creo que la gente se queja un poco por todo". Él no vive por la zona y recuerda: "Ojalá mis problemas de vivienda fueran estos".
"Ojalá mis problemas de vivienda fueran estos"
Visión que comparte el portero de uno de los edificios anexos, aunque, como él, tampoco hace noche en esa calle: "Me ha salido en las noticias, has venido a hablar con el peor, a mí me gusta la marcha y el baile, que vengan aquí los artistas". Lo dice entre risas y marcándose unos pasos. En ese mismo instante, sale María de los Ángeles con prisa y apenas tiene tiempo para pronunciar con rotundidad: "Menos mal que esto se para. Era un infierno. Es que no lo sabes tú bien". Solo a unos metros de distancia, Francisco Javier pasea al perro y comenta la jugada: "La verdad es que cuando hay conciertos no puedo ni sacar a este (se refiere a su cachorro). Esto es un desmadre. A ver, también cuando hay partidos, pero yo soy madridista y bueno, no me importa tanto (ríe). Lo que no esperábamos era esto. Reconozco que me encantaba el estadio nuevo cuando lo anunciaron y ahora me tiro de los pelos. Soy de buen dormir, pero mi mujer está que vamos". Más joven, en una calle paralela, Ángel se lo toma a broma: "A mí me mola tener esto al lado de casa". ¿Y a sus padres? "No tanto (ríe). Intenté comprar para ir a ver a Aitana, pero al final nada. Yo creo que voy y me matan".
Este viernes, la mayoría de vecinos han sumado el primer punto en el casillero, aunque la lucha es larga y el Real Madrid, nunca mejor dicho, siempre tendrá el factor campo a favor. El próximo 29 de octubre llega un nuevo capítulo. El administrador del estadio está citado a declarar en una vista en los juzgados en un proceso que se sobreentiende largo y denso. Todos son conscientes de ello y por eso celebran precavidos: "Hemos ganado una batalla y no la guerra".