Valverde renueva y acepta el reto de liderar al Athletic en la Champions
El técnico rojiblanco ha renovado por un año más, cumpliendo su cuarto curso en su tercera etapa en el banquillo bilbaíno.

Ya es oficial. No había dudas, pese a la tardanza, de que Ernesto Valverde continuaría un año más en el banquillo del Athletic Club. Se ha ganado liderar al equipo rojiblanco en la Champions League, como ya hizo en la temporada 2014-15, cumpliendo su cuarta temporada en esta tercera etapa en Bilbao y agotando la totalidad de la legislatura de un Jon Uriarte que lo eligió como baza electoral en las elecciones del verano de 2022. Un acierto, como se ha demostrado en estos años, devolviendo al Athletic a Europa y, además, logrando una Copa del Rey el curso pasado que acabó con 40 años de sequía. El paso adelante del proyecto en esta temporada le ha convencido una vez más de que es la mejor opción para el club de su vida, convertido en el técnico con más partidos gracias a sus nueve campañas en este banquillo. Ahora, cumplirá la décima.
En esta ocasión no ha habido demasiados problemas para llegar a un acuerdo y las negociaciones han sido fluidas, convencidos desde la entidad de que se ha ganado cualquier petición. Cómo no. Gracias a su liderazgo el club ha pasado de seis temporadas sin clasificar a Europa a brillar en el continente con unas semifinales de la Europa League que han reportado un gran ingreso económico a las arcas rojiblancas, que aún serán mayores el curso próximo en la Champions. Lo ha hecho, además, rejuveneciendo a la plantilla y consolidando a futbolistas de la casa como Dani Vivian, Paredes, Jauregizar, Prados, Sancet, Nico Williams o Guruzeta, entre otros.
El Txingurri quería esperar a conseguir los objetivos para sentarse a negociar las condiciones de su nuevo contrato. No solo por la vorágine de partidos en la que han estado envueltos desde el mes de enero, sino para estar seguro de que seguía siendo la mejor opción para el club. Siempre ha priorizado a la entidad y no se ha querido aprovechar de los buenos momentos. Con el premio de la cuarta plaza bajo el brazo ya no había ninguna duda de que el camino era un apretón de manos que dé continuidad al trabajo de los últimos años y que permita afrontar el regreso a la máxima competición de clubes con la tranquilidad necesaria.
No hay excesivas peticiones por su parte. Sentirse querido y respaldado, con la confianza de una dirección deportiva con la que mantiene una estrecha relación, además de la continuidad de futbolistas con peso para la gestión grupal. Sin Óscar de Marcos en el vestuario, renovar a Iñigo Lekue es importante para el técnico. Él tiene claro el camino a seguir en este sentido, más allá de que se realicen incorporaciones para dotar a la plantilla de más alternativas en diferentes puestos y afrontar con garantías una temporada muy exigente. Jesús Areso y Robert Navarro son las más cercanas, más allá de un puesto de central en el que Unai Núñez se ha ganado poder continuar.
Un proyecto que no ha tocado techo
Ernesto Valverde ha conseguido prácticamente todo en Bilbao. Un título de Copa y otro de Supercopa, ocho clasificaciones europeas en nueve temporadas, dos de ellas a la Champions -las dos únicas del club en este siglo-, unas semifinales de la Europa League... Quizá esa sea su única espina, no haber podido disputar la final de Bilbao, pero el curso próximo tendrá un nuevo reto. La participación rojiblanca en la Champions de 2014-15 fue agridulce y pese a que comenzó de la mejor manera eliminando al Nápoles de Rafa Benítez en la previa, el cuadro vasco no pudo superar una fase de grupos en la que compitió frente al Oporto, el Shakhtar Donetsk y el Bate Borisov, finalizando en tercera posición para caer a la Europa League.
Ahora competirá con un grupo joven y ambicioso en una Champions en la que tienen asegurados ocho partidos y un formato que permite soñar con superar la fase de liguilla y disputar una eliminatoria de la máxima competición en San Mamés, algo que no tiene en su histórico palmarés. Hay confianza en que el proyecto rojiblanco sigue en continua mejora, como se ha demostrado este curso pese a que el listón estaba muy alto por el título de Copa ganado en La Cartuja. Lo buscará en su casa, donde siempre dice que los éxitos saben mejor y que los golpes duelen mucho más. Por suerte, para él, para su club y su gente, son muchos más los logros que acumula en una carrera de auténtica leyenda.