El Valencia peleará por no bajar porque a Peter Lim le da la gana: su 'no' a Guedes es el mejor ejemplo
El luso quería volver y pidió a su agente que Lim le incorporara, el singapurense se negó.

El luso quería volver y pidió a su agente que Lim le incorporara, el singapurense se negó.
Punto final a un mercado de fichajes que un verano más ha dejado más penas que alegrías en el Valencia Club de Fútbol. Los che han perdido a 12 futbolistas (Lato, Lino, Kluivert, Nico, Ilaix, Herrerín, Cavani, Marcos André, Cömert, Yunus Musah, Castillejo y Uros Racic) y solo han incorporado a cuatro (Pepelu, Sergi Canós, Amallah y Yaremchuk), además de mantener a Cenk, por el que se ejecutó la opción de compra. En este mercado el Valencia ha liberado salarios, ha vendido jugadores por valor de 25 millones y se le ha quedado Fair Play Financiero libre. ¿Por qué? Porque a Lim le da la gana.
El Valencia peleará por no bajar porque a Peter Lim le da la gana. Y no, no vengo aquí a blasfemar sobre su persona con improperios, más bien a exponer con hechos por qué el asiático ni siente ni padece por el club de Mestalla. El mejor ejemplo es Gonçalo Guedes. Sí, han leído bien. La vuelta de Guedes se ha especulado en repetidas ocasiones, pero este verano hubo un ofrecimiento real. Según pudo confirmar este medio de fuentes muy, muy cercanas al jugador, Guedes pidió a Jorge Mendes su regreso a la capital del Turia y el superagente así se lo trasladó a Lim: no habría que pagar por la cesión y el luso estaba dispuesto a tocarse parte del sueldo.
Pese a que el Valencia peleó por no bajar, pese a su mala situación, pese a todo. Jugadores de la talla de Gonçalo Guedes han estado dispuestos a venir al club de Mestalla. En el caso de Gonçalo, más allá de que en Mestalla demostró su mejor nivel, su deseo también pasaba por vivir en Valencia y que su hijo naciera aquí. ¿Qué se encontró? El 'no' del propietario. La operación era complicada porque por temas contractuales, Benfica (donde ha acabado cedido), tenía prioridad para su cesión y el futbolista gana un dinero que el Valencia en ese momento no tenía. Pero lo curioso es que Lim no aceptó la llegada del futbolista porque su máxima para este mercado de fichajes no era la de armar un equipo competitivo, sino reducir el coste económico del Valencia... ¡Por niveles por debajo del Fair Play Financiero! Tanto es así, que con el espacio restante que ha quedado (alrededor de 9 millones), la nómina del Gonçalo habría cabido de sobra. ¿Podría haberse llegado a firmar a Guedes de intentarlo? Nunca se sabrá. ¿Guedes se ofreció y Lim ni se planteó explorar esa vía? Desde luego.
¿Por qué con la de salarios que ha liberado el Valencia no ha fichado más? ¿Por qué sí había espacio salarial para más jugadores? ¿Qué pasa con esos 3 millones que desveló este medio que Lim quería dejar libres para los últimos días de mercado? La respuesta es sencilla: el Valencia no basó su planificación en el Fair Play Financiero que le dio LaLiga, sino en el que le dio Peter Lim. Y este no solo no contaba con una inversión del máximo accionista, sino que era incluso inferior a las restricciones que marcaba la propia competición.
El Valencia tiene un dueño cuyo supuesto objetivo es hacer un club sostenible y su fórmula para lograrlo es ser incluso más intransigente económicamente que la propia Liga (que se ha llevado críticas por parte de muchos dirigentes por ser demasiado restrictiva). Confieso que no lo vi venir: Lim no solo no pone dinero, sino que exige que el coste de plantilla sea inferior al dinero que se podría ocupar. Ahí están los famosos 3 millones de euros que quería dejar sin ocupar. No eran para otro jugador. No eran para nadie.
El local management y su no independencia
El verano arrancó con la promesa de mayor poder para Miguel Ángel Corona y su ascenso a director deportivo, pero nunca se llegó a explicar qué quería decir dicha independencia. Ahora con el mercado ya acabado está más clara: Corona pudo elegir a los jugadores que él quisiera, siempre bajo los parámetros económicos que marcara Peter Lim. Dicho de otra forma, había libertad de elección deportiva (por primera vez, Jorge Mendes no ha entrado en el mercado y eso es así), pero no libertad económica.
¿Qué independencia es esa entonces? Si a Miguel Ángel Corona le hubieran dado 20M a gastar en lo que él quisiera, eso habría sido independencia deportiva. Pero buscar entre alfileres a un jugador y que para firmarlo tenga que pasar primero por Singapur bajo el riesgo de que lo tumben, es de todo menos independencia.
Y no, no vengo aquí a victimizar a los integrantes del local management. El que trabaja para Peter Lim sabe a lo que se expone y si no está de acuerdo o no lo acepta, la puerta siempre está abierta. Pero el Valencia ha llamado a Larín, a Riquelme, a De Frutos, a Peter, A Rafa Mir y ha valorado la incorporación de infinidad de futbolistas. Pero o no tenía dinero para ficharles o cuando estaba cerca de hacerlo, Lim les bajaba el presupuesto. Incluso la intransigencia del asiático en lo económico casi se lleva por medio operaciones como la de Sergi Canós.
Pero como digo, el que trabaja para Lim asume lo que ello supone. Él es el culpable de que el Valencia pelee por no bajar, él es el culpable de decir unos parámetros económicos para un jugador (Rafa Mir), bajarlos después (Santos Borré) para finalmente reducirlo más si cabe (Yaremchuk).
Pero pese a todo lo dicho, es evidente que si el Valencia acaba descendiendo a Segunda división la directiva local tendrá responsabilidad, pues suyas son las elecciones, por ejemplo, de Amallah, Sergi Canós, Pepelu, Yaremchuk y de comprar a Cenk por 5 millones de euros. Peter Lim les ha dado tirachinas para ir a la guerra que es el mercado, pero si no están de acuerdo con el modelo de Lim, pueden asumir dicha responsabilidad con las consecuencias que pueda llevar -que no culpa, para mí culpable hay uno solo-, o explicar públicamente qué quiere el máximo accionista, con el riesgo de despido que ello supone.
No voy a criticar al equipo ni a Rubén Baraja
Y para acabar, miren que digo que no me gusta opinar y lo largo que lo estoy haciendo: no me busquen para criticar a este equipo. Evidentemente, en mi responsabilidad y labor periodística; cuando se hagan las cosas mal lo expondré; cuando se falle una ocasión clara lo escribiré; cuando algún jugador no sea profesional lo compartiré.
Pero creo firmemente que el Valencia tiene un entrenador que se deja la vida, don Rubén Baraja, un grupo de jugadores muy honrado. El técnico ha demostrado que juega el que se lo deja todo. "Si ha de jugar un juvenil, lo hará", dijo en pretemporada. Algo que de hecho ya cumplió la semana pasada. Ahora los chavales creen en sus posibilidades. "Ya os subiréis al barco", me ha llegado a comentar alguno de ellos. Yo en su barco estoy, en el de Peter Lim me bajé en 2019.