La transformación de Óscar Mingueza que nadie en el Barça predijo: "De lateral no lo veíamos y era demasiado frío"
Pimienta apostó por el defensa cuando prácticamente nadie le veía futuro en el primer equipo blaugrana. En el Celta y con Giráldez ha explotado definitivamente.
Óscar Mingueza fue el capitán del último Barça que ganó la Youth League, en 2018. En aquel equipo que dirigía Pimienta sobresalían nombres como los de Álex Collado, Abel Ruiz o Riqui Puig. Pimi fue el entrenador que le promocionó al Barça Atlètic y, posteriormente, cuando Ronald Koeman le preguntó por jugadores para reforzar la defensa del primer equipo, fue quien recomendó a Mingueza. Fue uno de los pocos técnicos en Can Barça que nunca tuvo dudas con el de Santa Perpètua de Mogoda.
Mingueza llegó al Barça siendo benjamín y pasó por todas las categorías hasta alcanzar el primer equipo. Es uno de los ejemplos colgados en las paredes de La Masia. Acabó convirtiéndose en un jugador de plantilla hasta que con Xavi, que le avisó de que no podía prometerle más de diez partidos al año, optó por dejar atrás Barcelona. Y tras unos inicios complicados en Vigo, se ha convertido en uno de los jugadores de culto de LaLiga y en el último parón tuvo minutos con la Absoluta.
Su primer entrenador en Can Barça y quien le ficha, Jordi Font, señala a Relevo que ya desde sus inicios le usaban como lateral, una posición embrionaria en fútbol 7 y que terminaría siendo su casa en la élite. "Tenía recorrido, le fichamos que venía de ser mediocentro pero nos encajaba allí. Tenía buena salida de balón y buen físico". Font nunca dudó de Mingueza, pues la profesionalidad y mentalidad del catalán siempre perfilaron a un futbolista profesional, fuesen cuales fuesen las circunstancias. "Contrató un entrenador personal, un coach. Jugase o no, siempre le daba importancia al día a día. Siempre pensé que sería un buen central en una línea de tres en un equipo propositivo. Me encanta en el Celta", remata Font.
Mingueza ha tenido cuatro entrenadores en Vigo: Chacho Coudet, Carlos Carvalhal, Rafa Benítez y Claudio Giráldez. Sus primeros pasos en Galicia, con Coudet, no fueron fáciles. Jugó poco y como central. Más adelante, Carvalhal optó por ponerlo de lateral. Junto a Iago Aspas, Gabri Veiga y Carles Pérez se convirtió en un jugador estructural, pero cuando Óscar y Aspas se lesionaron, el equipo se cayó.
Un punto de inflexión con Giráldez
Rafa Benítez 'experimentó' un poco más. Siendo un experto en lo defensivo, el entrenador entendió que Mingueza sufría sin balón y durante un tramo lo puso como banda derecha en ataque, con una mirada ofensiva. También puntualmente como pivote, por su buen pie. Con Giráldez ha dado el salto definitivo: es fundamental en la creación de juego y el equipo le busca para desactivar presiones. Le ha ido alejando de la defensa y dando más peso en ataque.
Tanto Giráldez como Pimienta han sido dos entrenadores clave en su carrera. "Nadie se esperaba este cambio", comentan desde La Masia sobre el tercer máximo asistente de LaLiga (5). Aunque ha explotado como lateral, posición en la que "no lo veía nadie", creció como central. Cuando iba dando pasos hacia el primer equipo, de Mingueza se decía que a pesar de que era "muy bueno y muy buen chico" había varios aspectos que le penalizaban. Se comentaba que era "demasiado frío", que a veces emanaba la sensación de ser "poco competitivo".
Jugando en esa nueva posición, nadie en LaLiga completa más pases que rompen una línea de presión (10,68 por cada 90 minutos) que él, según StatsBomb. En el último tercio, zona reservada a delanteros e interiores de calidad, suma 2,4 pases que rompen una línea de presión, el cuarto en la lista y el único defensa en aparecer entre los 20 primeros (Miguel Gutiérrez es el otro). Su transformación ha impulsado su creatividad y ha permitido ver florecer a un jugador que piensa el juego muy rápido. "Lo mejor en Óscar siempre fue su lectura. Es muy inteligente", explica Jordi Font.
La recomendación de Pimienta a Koeman
Varios de sus exentrenadores coinciden en que le veían una cierta progresión hacia el mediocentro más que a la banda. Fue con Pimienta, ya en un filial donde no siempre era titular, donde estaban Ronald Araujo, Jorge Cuenca o Chumi, cuando el técnico le recomendó a Óscar a Koeman para cubrir las bajas del primer equipo. El actual entrenador del Sevilla logró que el club apostar por él: Ramon Planes le escuchó y renovó al defensa catalán.
"En un momento ha hecho el clic, ha madurado y ha cambiado. Antes no era rápido, no era demasiado agresivo... Tenía muy buena salida de balón, pero nadie lo veía para el primer equipo", cuentan en Can Barça. Pimi lo veía con otros ojos. "Es futuro jugador del primer equipo", aseguró a la comisión deportiva. Con el salto al conjunto de Koeman se dio un situación única en la historia del club: dos hermanos, Óscar y Ariadna, jugaban en el masculino y el femenino al mismo tiempo. Ariadna, ahora en el Granada, también pasó por todas las categorías inferiores de La Masia.
Mingueza fue uno de los protegidos de Koeman. Acabó disputando 66 partidos en los que anotó dos goles y repartió cinco asistencias. Un tanto que no olvidará fue el que marcó en un Clásico, el que se jugó a puerta cerrada en Valdebebas a causa de la pandemia. También completó prácticamente toda la final de Copa del Rey que el Barça ganó en La Cartuja contra el Athletic. Su evolución no se entiende sin mirar a quién fue cuando aterrizó en Can Barça por primera vez. Aunque nadie lo creyese, es allí donde reside la respuesta a una de las más agradables sorpresas de los últimos tiempos.