RCD ESPANYOL

Una reunión a medianoche y un tenso cara a cara con Garagarza retratan la "vergüenza" de los pericos: "Echar a Manolo es lo fácil"

La Curva exigió respuestas tras el desastre en Montilivi.

Garagarza dando explicaciones a los aficionados. /CAPTURA ESPORT 3
Garagarza dando explicaciones a los aficionados. CAPTURA ESPORT 3
Marc Mosull
Alberto Martínez

Marc Mosull y Alberto Martínez

La dolorosa derrota en Montilivi del Espanyol, que en apenas 27 minutos ya perdía 4-0 ante el Girona en el derbi catalán, tendrá consecuencias. De hecho, ya las está teniendo. Tras el partido, explicamos en Relevo que el futuro de Manolo González pendía de un hilo y que el preparador gallego podría ser destituido dentro de siete días, si su equipo no gana al Celta, o en cuestión de horas. La última hora desde el club es que hoy no va a haber reuniones, pero que no se puede asegurar que no vaya a haber movimientos porque la derrota en Girona ha abierto heridas, ha sido imprevista por el cómo después de tres semanas de preparación, y al final el club perico debe preservar la categoría. Sergio González sería su sustituto. De momento, el gallego sigue siendo el entrenador blanquiazul.

Los que sufrieron especialmente el "rídiculo" de Montilivi -así lo catalogó Omar El Hilali tras el encuentro- fueron los 400 aficionados pericos desplazados al campo gironí, que tuvieron que escuchar como les cantaban 'A Segunda'. Muchos de ellos ni terminaron de ver el encuentro, pues la mayoría abandonaron el campo en la media parte y durante el segundo acto de este infausto partido para los blanquiazules.

De hecho, cuando el árbitro pitó el final y los futbolistas visitantes, liderados por Joan García, se acercaron a aplaudir a los pocos seguidores que quedaban en la zona visitante, los pericos les recriminaron la actuación en Montilivi. Por cierto, a todos aquellos aficionados blanquiazules que no estaban ubicados en la zona visitante, se les prohibió exhibir símbolos y colores del Espanyol en el estadio gironí porque el partido fue catalogado de alto riesgo. Más de uno y de dos, tuvo que volver al coche para dejar camisetas, bufandas y demás vestimentas pericas.

Tenso cara a cara con Garagarza

Tras el encuentro, cuando Garagarza abandonaba el estadio del Girona, un pequeño grupo de aficionados blanquiazules le pidieron explicaciones con tono beligerante. "Nos vamos al pozo con esta plantilla y sin refuerzos", "los jugadores tienen que pedir disculpas", "¿dónde está Mao?", "¿os dais cuenta de la entidad que estáis manejando?", y "¿creéis que tenéis talla para manejar esta entidad?", fueron algunos de los mensajes que los seguidores pericos lanzaron al director deportivo blanquiazul, que respondió a las cuestiones y pidió perdón en un tenso cara a cara: "Os pedimos disculpas, y yo personalmente os pido disculpas, por la vergüenza que tenemos tras el partido que hemos hecho".

"¿Qué más quieres que hagamos? Tenemos que reflexionar por el partido de hoy", añadió el vasco. No es la primera vez que actúa de este modo Garagarza, que ya habló con la afición en el primer encuentro del curso pasado en Albacete, después de irrumpir en el vestuario, lo cual obligó a Luis García a 'echarle'. "Mientras yo esté aquí, no quiero que entre más", le dijo.

El "Fort Apache" de Sant Adrià y las acusaciones a Garagarza

El 'conflicto' entre el club y su afición tras el desastre de Montilivi se trasladó de Girona a Barcelona. Todo se gestó, según pudo saber Relevo, al descanso. La Curva decidió abandonar el estadio rojiblanco y así se lo hizo saber a los Mossos, que les acompañaron. El club les llamó para desearles buen viaje, pero ellos lo que querían era una reunión en Barcelona para exigir explicaciones por la imagen del equipo. Desde la entidad se les instó, según fuentes del grupo de animación, a dejarla para el domingo, pero ante la insistencia se acordó hacerla en Sant Adrià.

Paralelamente, también varios miembros de la Juvenil -unos 15-, que no estuvo en Girona por "falta de transparencia en el club" y las pocas entradas que les ofrecieron, se acercaron a la ciudad deportiva, por voluntad propia, para expresar su malestar a los jugadores o a algún responsable de la entidad. Se encontraron con un dispositivo policial de primer orden.

"Aquella parecía el Fort Apache", dice un miembro de La Curva, por la cantidad de furgonas de los Mossos y por un cordón policial que impedía el acceso. La Curva pidió hablar con todos los jugadores a cambio de entrar solo cuatro miembros. Pero solo los capitanes se quedaron, por lo que entraron un grupo de 50 personas a pedir explicaciones bajo la seguridad del club.

Al encuentro, que en un primer momento solo fue con La Curva y al cabo de unos minutos también con La Juvenil, acudieron Fran Garagarza, Manolo González, Javi Puado, Sergi Gómez y Lele Cabrera. También Alberto Ariza, responsable del área social. Los aficionados fueron muy duros con Garagarza ("no te dan dinero, y ya lo sabes, juegas con fichajes a coste cero, no es un comodín... ya lo sabes, lo has aceptado. No puede ser que no te podamos criticar"), mientras otro le recordó que el año pasado en la primera jornada de Liga en Albacete les dijo a los aficionados que el empate "era un buen resultado", incluso le dijeron, según los presentes, "y ahora que vas a hacer, ¿echar a Manolo? Es lo fácil", a lo que el director deportivo contestó "nadie ha hablado de echar a nadie". Incluso otro advirtió que "los del Barça no tienen un duro, y juegan con los canteranos y así les va".

La reunión terminó a medianoche, y estuvieron hablando alrededor de 40 minutos. En ningún momento estuvo Mao Ye, el más señalado por parte de la afición blanquiazul, quien esta mañana sí ha enviado mensajes a los aficionados. Manolo González reconoció que se puede equivocar en "ocasiones en los planteamientos".

De hecho, en Montilivi con 4-0 en el marcador desde la grada visitante, como ha sucedido varias veces en Cornellà-El Prat, se escucharon cánticos de "Directiva Dimisión". Pero como dijo Mao hace algunas semanas, "antes había directiva y ahora hay propiedad".