El retraso en el estreno del Camp Nou está en lo que no se ve... y ya se habla de abril
Aunque la obra estructural va a buen ritmo, el proceso de la instalación de agua, luz y otras derivadas hace imposible la vuelta.
Las primeras previsiones del FC Barcelona eran las de hacer coincidir la vuelta al Camp Nou, aunque fuera parcialmente, con los 125 años de la institución. Algo que ya se dio por descontado el curso anterior. No se llegaba a noviembre. Después se habló de diciembre y de empezar la temporada 2025 en el nuevo estadio, pero las intenciones se dan de bruces con la realidad. El Barça no podrá jugar en el Camp Nou al menos hasta abril, según las estimaciones que se realizan por el estado de las obras, que tiene un ritmo distinto al marcado inicialmente por la junta directiva.
El retraso en las obras no es debido a la estructura y a los trabajos directos de Limak en el levantamiento de las graderías, las construcciones del párking, la colocación de los asientos o el trabajo que se realiza en los pasillos, etc. El retraso, lógico según las fuentes consultadas, está en la instalación, en todo aquello que atañe al cableado gigantesco que se coloca en las interioridades y que tiene que abastecer de luz, agua y otras derivadas obligatorias que no se ven y que aún no pueden comenzar teniendo en cuenta que continúan las obras de construcción de la estructura. En ese punto se encuentra ahora el estado de las obras del Camp Nou.
Hasta 1.800 trabajadores siguen a contrarreloj toda la fase de construcción (que el club publicita en sus visitas y en sus redes sociales) que ya empieza a dar forma a la que será la espectacular casa azulgrana. Hace una semana, los canales que siguen el estado de las obras in situ publicaban las imágenes de los asientos instalados en la gradería, lo que demuestra los avances. También se han aumentado las horas de trabajo: en septiembre se dio luz verde a que el Barça podrá seguir con las faenas las 24 horas en en obras interiores que no hagan ruido, principalmente para empezar todo este trabajo de instalación necesario para que el estadio funcione.
Más allá de la obras, están luego los permisos y la burocracia para que el estadio reúna todos los requisitos de seguridad necesarios para que se puedan organizar partidos de fútbol y dar cobijo a más de 60.000 espectadores, como se espera en la primera fase de apertura del estadio. Un papeleo y unas pruebas que necesitan tiempo para obtener los permisos adecuados.
El mensaje sigue siendo inicio de 2025... Y esos 100 millones perdidos
Por el momento, el mensaje desde dentro del Barcelona es el mismo, que podrá estar acabado para finales de diciembre y empezar en 2025 la segunda parte de la temporada en el Camp Nou. De hecho, los abonados de Montjuïc ya saben que solo pagaron los diez partidos estipulados en el Estadio Olímpico, pero ya el club dejó abierta la vía a que se tenga que prolongar más tiempo la estancia en la Montaña Mágica.
No volver al Camp Nou en el momento adecuado es un hándicap en lo económico aunque desde el club y desde LaLiga se asegure que la entidad entrara en poco tiempo en la regla 1:1. El Barça deja de ingresar alrededor de 100 millones por temporada como mínimo al no estar en el Camp Nou, lo que trastoca su economía. La luz no llegará finalmente en este 2024. La vuelta al estadio nos e producirá hasta, al menos, abril, cuando los títulos se estén decidiendo.