El "nunca más" de Elena Fort visibiliza que los episodios ultras "ocupan y preocupan" al Barça

La indignación de la presidenta Elena Fort por una pancarta nazi en las gradas de Mónaco es solo la punta del iceberg de un problema que ocupa y preocupa a la junta directiva del FC Barcelona desde hace tiempo. "Indigno. Vergonzoso. Asco y tristeza que alguien que dice amar al club actúe así. Todo tiene un límite. Nunca se puede volver a repetir. Nunca más", escribió en su cuenta de X la vicepresidenta azulgrana.

La pancarta en cuestión es de color negro con una franja azulgrana en la parte inferior y otra con la bandera de Alemania y en medio el escudo del Barça. En el fondo se leía Flick heil, en claro referencia a la expresión Sieg Heil que se utilizaba en el Tercer Reich en encuentros políticos y que signifca "saludo de la victoria". Un aficionado, que están intentando identificar en la entidad azulgrana, la sujeta y recorrió las redes sociales el día después de la primera derrota del Barça en la Champions.

No es la primera vez que ocurre algo así. La temporada pasada, en el encuentro entre el PSG y el Barcelona en el Parque de los Príncipes, dos aficionados del Barça fueron detenidos y puestos en libertad al día siguiente al realizar el saludo nazi durante el encuentro. Es habitual también en los partidos celebrados en Montjuïc que pueda haber altercados de violencia y simbología también de movimientos fascistas y radicales: el curso pasado ya hubo disturbios ante el Nápoles cuando dos Mossos d'Esquadra acabaron el hospital y otros 14 tuvieron heridas.

Desde el FC Barcelona, según fuentes consultadas, están muy "preocupados y ocupados" por esta situación y lo de Mónaco ha sido la gota que ha colmado el vaso. En coordinación con las fuerzas de seguridad y los Mossos d'Esquadra se lleva tiempo intentando controlar este escenario y están por la labor de intensificar los esfuerzos. "Nunca se puede volver a repetir. Nunca más", dice Fort, algo que ha calado en la entidad y que refleja el mosqueo.

A las puertas de regresar al Camp Nou, algo que deberá suceder esta temporada, la entidad quiere tener controlado estos grupos que no solo se limitan a los Boixos Nois, pues hay otros pequeños grupúsculos de tendencia ultra como los Nazis Catalans que se hacen notar. Especialmente es más visible en los desplazamientos de Champions. El club, consultado por Relevo, ya explicó la temporada anterior que las entradas que van a parar a las peñas son incontrolables y caen en ocasiones en manos de aficionados como el que irritó al Barça en Mónaco, donde ya habían ocurrido en anteriores partidos del Barça problemas con ultras, en concreto en la Supercopa de 2009 ante el Shakthar en la que los Boixos Nois llevaron bengalas.

Joan Laporta, que en su primer mandato inició una cruzada contra los Boixos Nois y logró disgregar al grupo que acudía al Camp Nou y gozaba de privilegios, está ahora por la labor de nuevamente erradicar todos aquellos aficionados que, en Montjuïc, en los desplazamientos e incluso en la vida cotidiana (algunos directivos han tenido problemas) hacen apología de actitudes o conductas violentas y radicales.