De resbalón en resbalón con el Pato Sosa: "Yo sólo me defendí cuando un aficionado vino a pegarme"

La llegada del Pato Sosa (Montevideo, 1978) al Atlético de Madrid, en el verano de 2004, dio que hablar. Sobre todo, por su resbalón . "La gente está esperando siempre a que te pase algo malo para resaltarlo. No sólo ocurre en el fútbol, sino en la vida", confiesa el exfutbolista a Relevo. Aquel Atleti, dirigido por César Ferrando, afrontaba su tercera temporada en Primera tras dos añitos en el Infierno de Segunda División. En la otra acera de la capital, mientras, el Madrid de los 'Zidanes y Pavones' miraba por encima del hombro al rival histórico de la ciudad, que se encontraba aún lejos de volver a adquirir la condición de equipo grande.

"No sé si vas a jugar bien, pero soltar la mano sí que sabes", le dijo Ferrando en su primer amistoso contra el Rayo Majadahonda, después de pegarse con un rival. El uruguayo, que venía del fútbol callejero, no era de los que se arrugaban, pese a que las circunstancias no le acompañasen. Por ejemplo, en su primer derbi, calentó la previa sobremanera: "Ellos que hagan moñas, yo les trancaré abajo", "Beckham como futbolista nunca existió, pero es lindo. Le pagan por peinarse" o "¿Figo? El fútbol es para hombres, no para nenitas".

Ese derbi, en la jornada 18 de LaLiga, acabó 0-3. Desencadenó, de alguna manera, una espiral de autodestrucción hasta el final de temporada: nuevo desatino en el mercado invernal con Richard Núñez y Gronkjaer, el Pato Sosa pegándose con un aficionado en el Vicente Calderón y los ultras del Frente invadiendo un entrenamiento del equipo. En ese Atleti también militó el Cholo hasta el 19 de diciembre de 2004, cuando se marchó a Racing de Avellaneda. De resbalón en resbalón al partido a partido. Marcelo Sosa, que disputó 28 partidos con el equipo rojiblanco, nos atiende por teléfono desde Montevideo...

Marcelo, te llamo de España para recordar tus tiempos con el Cholo, que va a igualar en el banquillo del Atlético de Madrid a Luis Aragonés (612 partidos) este fin de semana ante el Real Madrid...

Ahhh, qué bueno. La verdad es que sí, con el Cholo tuve una buena relación.

¿De verdad?

Sí, en serio. Siempre hablaba mucho con él, como con los sudamericanos del equipo: estaban Leo Franco o el Caño Ibagaza.

¿Se veía al Cholo en su época de jugador con dotes de entrenador?

Creo que fue el último año del Cholo en Europa como jugador. Le recuerdo como una persona de aconsejar mucho, porque jugábamos en la misma posición y se le veía esas dotes de entrenador que comentas.

¿Y fuera del campo cómo era la relación?

Siempre tuve buena relación y fuimos varias veces a comer asados. Cuando estás en otro país, como era mi caso, te ayuda mucho tener alguien como él.

¿Qué recuerdos tienes del Atlético?

Con la afición muy bien, la verdad. Únicamente tuve un problema con un aficionado, que me vino a agredir y yo sólo me defendí. El Calderón tenía un ambiente muy parecido a los de Sudamérica.

¿Pero cómo acabas pegándote con un aficionado?

Fue un partido en que yo no jugaba (Levante). Fui con mi padre y mi cuñado, en el Calderón. Estábamos en el párking y se metieron unos hinchas, mientras yo esperaba al Caño Ibagaza y a Richard Núñez. Yo creo recordar que no jugaba porque tenía cinco amarillas. Se metió un aficionado conmigo y me agredió.

Yo recordaba más lo que habrás repetido ya mil veces, tu famosa presentación con resbalón incluido...

Ahhh, sí. Siempre es una anécdota que va a quedar para toda la vida. Algo desafortunado porque ese día no llevé mis zapatos de fútbol, ni nada de ropa de deporte para ir al Calderón. Cuando me ficharon, no pensé que al firmar el contrato luego iba a tener que bajar al césped. Yo calzo un 41 y me dieron unos botines con el 43 ó 44. De esos con tapones lisos.

¿Tapones lisos?

Sí, de esos que usaba Ronaldo el Gordo, que pisabas y parecía que te quebrabas. Fue una anécdota desafortunada, porque el piso estaba mojado y nada más caer me dije: "Oh, no".

Parece que, en aquellos tiempos, a los fichajes del Atlético les costaba triunfar...

En realidad, lo que pasó ese año es que el equipo nunca encontró el camino. Pero los periodistas muchas veces se olvidan de que los otros cuadros también juegan. Hay temporadas que capaz sale de un equipo un jugadorazo. Mira por ejemplo al Villarreal, que nos enfrentamos nosotros con Forlán, Riquelme, Sorín...

¿Cuál fue tu mejor partido con la camiseta del Atlético?

El primero, cuando debuté. Y el segundo. Como que por ahí anduve bien...

¿Por qué no seguiste en el Atleti?

Fue por el problema con el aficionado. Tuve una reunión con Gil Marín y Cerezo y me mandaron a préstamo a Osasuna. No jugué tanto como en el Atlético, pero aquel Osasuna hizo un campeonato bárbaro. Ahí empezaba Raúl García, que luego fue un crack en el Atlético. La ciudad y la gente acompañaba mucho.

Te dirigió Javier Aguirre, ¿no?

Sí, la verdad es que fue uno de los mejores entrenadores que he tenido en el fútbol. Ve muy bien este deporte, por algo dirigió en todos los lados. Es un entrenador de lo mejorcito.

Es curioso que destaques a un entrenador con el que no jugaste...

Eso no tiene nada que ver. Lo que es así es así.

Tu Atleti no tiene nada que ver con el actual...

Sí, son diferentes. El fútbol ha cambiado mucho. Son épocas. Más allá de que nosotros tuviéramos buen plantel, el actual Atlético ha mejorado mucho porque juega Champions todos los años. A uno le pone contento haber estado ahí.

Ahora cuéntame lo de Beckham...

Me habían hecho una nota y en tono de broma, para calentar el partido, dije algo así que Beckham era como una bailarina o que le pagaban por peinarse. También fui contra Figo. Ellos eran los Galácticos, tenían un cuadro espectacular, con el Gordo....

¿Qué rememoras de aquel derbi que disputaste?

Que nos pintaron la cara. No la agarramos ni con la mano. Al principio tuvimos dos situaciones claras, pero luego...

Doblete de Ronaldo y gol de Solari.

Con Solari coincidí en Peñarol. Es de esa clase de futbolistas que tienes una buena relación más allá del fútbol. Era un futbolista espectacular.

¿Qué recuerda del Niño Torres?

Se le veía unas condiciones bárbaras, que iba a ser un jugador espectacular. Era de los que te pasaba por arriba en los entrenamientos. Hoy en día lo ves como más normal, pero recuerdo la potencia que tenía cuando cogía la pelota... ¡buf! Teníamos buen cuadro, pero en el fútbol suceden las rachas, el entrenador no encuentra al equipo, no juega bien... Son muchos factores.

¿Te queda la espina de no triunfar en el Atleti?

No. Sí me hubiese gustado quedado quedarme otro año más, pero era difícil. Recién salía de mi país para llegar a Rusia, al Spartak, y es complicado adaptarse...

¿Cómo surgió realmente la oportunidad de fichar por el Atleti?

Estaba en el Spartak, con un contrato de cuatro años y a los seis meses lo podía rescindir. Vengo de la selección, con la Copa América de 2004, donde anduve bien. Fue cuando me compraron, a través de mi agente, que era Paco Casal.

¿A qué te dedicas ahora?

Por ahora no hago nada. Disfrutando de la familia, no es una cosa que me llame mucho lo del hacer el curso de técnico o meterme en el fútbol de nuevo. Aquí te piden estudios y no me voy a poner a estudiar después de viejo. No me llama. Me han invitado para ser ayudante técnico, pero no. No me voy poner a estudiar después de viejo. No me llama mucho. Me han invitado para ser ayudante técnico, pero lo decliné.

¿Pero ves fútbol?

Miro todos los partidos de Peñarol. A mi hija chica (16) le encanta y vamos juntos al estadio.

¿Te pregunta por tu etapa en el fútbol español?

Me gusta presumir y decirla: "Mirá, el Cholo jugó conmigo". Miro mucho los partidos del Atleti, la verdad. Es una de las anécdotas que utilizo al hablar con mis hijas, con jugadores que coincidí las digo: "Ese jugó contra mí".

¿Qué jugador te gusta en el Atleti actual?

Koke siempre me gustó. Es un referente, me gusta aunque no esté tan joven.

¿Y ves en el fútbol de ahora otro Pato Sosa?

No sé. El fútbol hoy en día ha cambiado mucho. Es totalmente diferente. En la época de nosotros era más lento. Y más físico ahora. Ahora son todos súper rápidos. Mirá, con Josema (Giménez) coincidí en Danubio seis meses: se veía que tenía condiciones con apenas 16 años.

¿Conoces el Metropolitano? ¿Has vuelto a Madrid?

La verdad es que no, nunca volví a Madrid. Soy muy casero. Tengo una chacra (un terreno) y me gusta el campo. Me gusta los fines de semana salir del barullo y disfrutar. Me gusta hacer todo tipo de cosas en casa.

¿En plan albañil?

Sí, coloco cerámica en los baños, en los pisos. Hago un poco de todo. También tengo caballos y disfruto cuando voy para allá. Tengo una banda de amigos que nos ayudamos cada vez que tenemos que arreglar una casa.

Te marcó mucho la calle, ¿no?

Sé de dónde vengo y dónde voy. Nací en el barrio Villa Española, de Montevideo, a dos kilómetros del estadio Centenario. Hoy ha cambiado mucho, pero cuando yo crecí allí era una villa de gente muy humilde y de campo.

¿A qué se dedicaban tus padres?

Mi padre trabajaba en una fábrica de lana, cerca de casa, como a unas dos cuadras. Y mi madre era limpiadora doméstica. Yo disfrutaba todo el día jugando al fútbol en la calle. Picaditos de acá, picaditos de allá. Ahora es todo muy diferente, ahora los chicos de ahora están con el Instagram y no salen de casa. Yo con cinco años andaba todo el día fuera de casa. Ojalá hoy en día mis hijas pudieran vivir así, hoy están todo el día encerradas.

¿Falta esa picardía callejera en el fútbol actual?

Yo digo que con el VAR cambió todo. El fútbol antes tenía más picardía y para mí era más lindo. Ahora, enseguidita te expulsan o te cobran un penal. No entendés las cosas que cobran. Para empezar, en el VAR deben poner a un exjugador de fútbol, no a un árbitro.

Marcelo, gracias por aguantar la charla.

Nada, hazme el favor de mandar un saludo a toda la gente del Atleti y al Cholo. Yo soy un agradecido de la vida, me dieron de comer en su momento en España. Agarro mucho cariño al Atlético y Osasuna.