La resaca del cumpleaños: el reencuentro Mono-Cholo, el futuro de Torres y los pitos a Cerezo

El Metropolitano vivió ayer una de sus grandes noches para el recuerdo desde que se inaugurase el 16 de septiembre de 2017, que hasta el momento sólo había dejado momentos similares con la despedida de Fernando Torres (20 de mayo de 2018) o el adiós de Godín (6 de mayo de 2019). Pero el sentimiento, en esta ocasión, era diferente al no tratarse de despedidas sino de una celebración para soplar las velas.

Más de 150 personalidades del club se reunieron en el círculo central una vez acabó el partido ante el Mallorca. Nombrados uno a uno. Sencillo, pero emotivo para acabar con el himno a capela por los 58.523 espectadores que asistieron al estadio rojiblanco, donde el equipo vistió ayer una camiseta conmemorativa, azul y blanca, inspirada en la primera equipación que utilizó el club, el 2 de mayo de 1903 en el campo del Retiro.

Pero antes de ese momento emotivo, donde Griezmann acabó quitando una de las banderas gigantes que ondeaban los voluntarios sobre el césped, se produjo la charla motivacional del Cholo a sus jugadores antes de lo que significaba un duelo trampa. El Mallorca de Javier Aguirre venía disfrazado con piel de cordero. El técnico mexicano, que devolvió al Atlético a Europa por primera vez desde su ascenso a Primera (primero UEFA y luego Champions), ya le amargó hace 20 años el Centenario al equipo colchonero, cuando el 26 de abril de 2003 ganó 0-1 como entrenador de Osasuna.

Por eso Simeone puso a sus jugadores un video emotivo en la charla táctica con los mensajes de "cree", "lucha", "no te rindas", "vence", sentido de pertenencia" y "vive" para resumirlo en "otra forma de entender la vida". El técnico rojiblanco lo compartió en sus redes sociales una vez lograda de forma virtuosa la clasificación para la Champions de la temporada que viene: aventaja en 14 puntos al quinto, el Betis, con 21 sólo en juego. El discurso oficial es el de "partido a partido", pero tanto el club como el entrenador se encuentran perfilando detalles del próximo curso. De ahí el mensaje entrelíneas a Joao Félix y a la propia directiva: "Si no entiendes este club es mejor no venir".

Entre todas las leyendas que saltaron al césped del Metropolitano destacó la del Mono Burgos, por aquello de que se separó del Cholo en junio de 2020. El exportero no salió en su día en el documental Prime del técnico, ni en el reciente homenaje que le rindió la entidad a Simeone cuando superó los 612 partidos de Luis Aragonés. Fue la primera vez que se reencontraron públicamente. Se abrazaron, eso sí, fríamente en comparación con la efusividad que mostraron ambos con otras personas.

Y sobre el futuro de la entidad, resonó con especial entusiasmo el nombre de Fernando Torres. Fue, junto al Cholo y Koke, la figura más jaleada por el público. Sobre su futuro, Antonio Ruiz informó, en El Partidazo de la COPE, de que la próxima temporada dejaría su cargo en el Juvenil A para dirigir al filial, que actualmente milita en el grupo V de Segunda Federación y donde Luis García Tevenet lucha por el ascenso (renovó hasta 2024 el pasado 23 de febrero).

Aunque la sorpresa de la noche se produjo cuando en megafonía mencionaron a Enrique Cerezo, que se llevó una sonora pitada de gran parte del estadio. Konrad, el aficionado polaco al que le quitaron la bandera en el Camp Nou y al que el club le invitó para este partido, se quedó como en Barcelona: sin entender lo que estaba pasando desde su asiento en el Fondo Norte junto a toda su familia. Tampoco Cerezo, que había comido unas horas antes, junto a Alfonso Cabeza (expresidente), Antonio Alonso (vicepresidente) o el propio Gil Marín (CEO), con varios socios veteranos del club y no había percibido, ni mucho menos, ese clima de hostilidad. "Menos mal que ganamos al Mallorca", suspiraban entre los pasillos del Metropolitano mientras recogían la fiesta.