El recuerdo de la noche en la que M'bia marcó el relevo del fútbol español: "El Sevilla empezó a ser el Valencia de los títulos"
Aquella eliminatoria en Mestalla supuso el comienzo de la caída del club che, donde aún se recuerda la oportunidad perdida. También refleja la caída sin frenos de los nervionenses.
![M'Bia remata al Valencia en Mestalla./RTVE](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202501/10/media/cortadas/mbia-gol-RbRvSAPy1Uf7QqSRziK46bJ-1200x648@Relevo.jpg)
Hoy, el Ramón Sánchez-Pizjuán (21:00) será testigo de uno de los partidos más históricos del fútbol español. Sevilla y Valencia se citan en Nervión en un día donde el recuerdo de aquella rivalidad que comenzó en 2014 se ha quedado únicamente en eso, un recuerdo. Cuando nervionenses y ches se batían en duelo por lograr cosas importantes: los puestos nobles de la tabla... y hasta un título europeo. Evidentemente, todo lo propició una semifinal de Europa League. Sobre todo, en Mestalla. El 1 de mayo de 2014. El día D.
![Mathieu, abatido tras la derrota del Valencia ante el Sevilla. Reuters](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202501/10/media/cortadas/mathieu-U00577364366ieB-1080x994@Relevo.jpg?q=100)
Valencia amaneció con un ambiente de fútbol máximo. Todos sabían que aquello era una final, pero se daban dos ingredientes extras que crearon un caldo de cultivo imparable: "Se jugó con la palabra 'Amunt' y se creó el lema de 'Reamuntada'. Además, se llegó con el gol polémico de Mbia en la ida, por lo que toda la semana estuvo caliente la ciudad. Y se le tenían ganas a Emery también, no se le tenía mucho cariño pese a que clasificó al Valencia siempre para Champions", comenta Edu Esteve, Jefe de Deportes de Onda Cero en Valencia, a Relevo.
Y, como suele pasar en el fútbol, lo que para unos era un infierno apacible, para otros fue todo lo contrario. "Aquello se convirtió en un ambiente hostil para todos los sevillistas que viajaron. Y viajaron muchos, eh. Pero era muy hostil", reconoce Paco Pepe Ortega, Jefe de Deportes de Diario de Sevilla, a Relevo. Él estuvo en Mestalla y vivió una de los peores partidos del Sevilla en Europa League: "Parecía que estaban empeñados en perder, fue una cosa impresionante. Me acuerdo que en uno de los goles hubo 25 rebotes y no se llevaron ninguno. De decir, 'Tío, que quieren que les marquen'".
El Valencia cuajó un partido casi perfecto. Una tormenta que arrolló al Sevilla y se marchó al descanso con la eliminatoria igualada (2-0). Ya en la segunda mitad, Mestalla explotó con el tercero: "Para mí ha habido tres momentos similares en la historia del Valencia: el gol de Barajas contra el Espanyol cuando se jugaba LaLiga, el de Rodrigo en Copa del Rey ante el Getafe... y el de Mathieu. Lo metería ahí sin duda, porque ahí ya te veías en Turín", continúa Edu Esteve.
⏰ 90+4
UEFA Europa League (@EuropaLeague) May 1, 2024
⏪ Stéphane Mbia became Sevilla's semi-final hero, #OTD in 2014 @SevillaFC_ENG || #UEL pic.twitter.com/c8ncAf1Wqk
Y tanto que se imaginaba Mestalla en aquella final de la Europa League. "Me acuerdo de cantar junto al estadio 'Nos vamos a Turín' por la radio con mi compañero Víctor Lluch", prosigue Esteve. Pero cuando todo estaba cantado, el balón se marchó por la banda al filo del final del partido. Saque de banda para Coke. Tanto Edu Esteve como Paco Pepe Ortega coinciden: "Algo se sabía que iba a pasar. Sí. No sé, pero se intuía algo. Y el estadio también se lo temía".
Saca Coke. Peina Fazio... y M'bia saca un martillazo imparable. Mestalla explota... pero sólo en la grada visitante. "Se vio reflejado lo que es el Sevilla: casta, corazón y amor propio para conseguir ese gol de la nada que nos dio una final. Cuando terminó el partido, ¡imagínate! Tenía que asumirlo. Era mi primera final. Fue muy bonito y demostramos nuestro ADN. La alegría era tremenda", explica Coke, emocionado, a Relevo.
Y, de nuevo, como siempre ocurre en el fútbol, la alegría de unos contrastó con la tristeza de otros. "Unas filas más abajo de la cabina de radio vi cómo un pequeño valencianista lloraba como una magdalena. Saqué fuerzas y le dije 'Nano, no te preocupes que ya llegarán otras finales'. Un año y medio después fui a comprarme un coche, y el tipo del concesionario era su padre. Me dio las gracias... y no lo conocía de nada", cuenta Esteve emocionado. También recuerda la celebración de Unai Emery, quien se 'divorció' definitivamente de la hinchada che aquella noche: "Yo entiendo que es el último segundo, que te da una final y todo lo que tú quieras, pero había sido entrenador del Valencia. Esa celebración la tenía que haber hecho en el vestuario... e hizo la croqueta por el césped. Tengo muchos amigos valencianistas y eso no se lo van a perdonar jamás".
Un gol que acabó valiendo un título para el Sevilla... y supuso el comienzo de la caída del Valencia, con la llegada de Peter Lim meses después. "Era un Valencia decadente, ya se temían lo que iba a ocurrir. Y era una trayectoria inversa de los dos equipos. Al Sevilla le salía todo", comenta Paco Pepe. "Comenzó a haber rivalidad porque la gente se vio reflejada. El Sevilla empezó a ser el Valencia de los títulos. Y sí, gran parte de eso la tiene el gol de M'bia", añade Esteve.
Una noche que marcó un relevo en el panorama español... que hoy, una década después, ve cómo dos de los grandes de su fútbol viven sus horas más bajas. Un Valencia en descenso, condenado a la decepción continua bajo el mandato de Peter Lim. Un Sevilla sin ilusión, intentando agarrarse a la mitad de la tabla para no sufrir. Una liga distinta. Las cenizas de aquel fuego que ardía feliz por toda Europa. Los recuerdos de una rivalidad feroz por alcanzar la gloria. Las lágrimas por el ayer. El temor por el mañana.